“Mi cliente tuvo un juicio con todas las garantías que ofrece el derecho cubano”

El abogado José María Viñals, director de Operaciones Internacionales del despacho Lupicinio Abogados, se ha encargado de coordinar la defensa de Ángel Carromero y es uno de los pocos extranjeros que pudo asistir al juicio celebrado a primeros de octubre en el tribunal de Bayamo.

Pregunta. ¿Tuvo Carromero un juicio justo y con garantías?

Respuesta. Tuvo un juicio justo y con garantías de conformidad con la normativa cubana. Cuestión distinta es que desde una perspectiva occidental lo haya sido o no. Por ejemplo, el derecho cubano no permite que el acusado pueda presentar su propio peritaje o tener acceso a las pruebas. Por tanto, hemos tenido que ceñirnos a la instrucción que había coordinado la fiscalía. Se puede hablar por eso de un juicio con las garantías que ofrece el derecho cubano. Se han cumplido plazos y formalidades.

P. La defensa no recurrió la sentencia. ¿Estaba conforme con los cuatro años de cárcel?

R. Teníamos motivos para presentar un recurso de casación ante el Supremo cubano y así lo hicimos constar en la vista. La decisión de no recurrir la toma el propio Ángel. Entendimos que, por encima de una batalla legal de duración desconocida, preferíamos agilizar los trámites \[de retorno a España\] por la vía de la expulsión o del convenio de cumplimiento de condena de 1998, como así ha sido.

P. ¿Cuál fue la causa del accidente?

R. Tal como declaró en el juicio, él piensa que iba a una velocidad de cerca de 90 kilómetros por hora cuando pierde el control del coche. No hemos podido reconstruir los hechos porque no hemos tenido acceso al vehículo ni a las demás pruebas.

P. ¿Hubo algún otro coche implicado en el accidente como sospecha la viuda de Oswaldo Payá?

R. Yo no tengo elementos para llegar a ninguna conclusión y el propio Ángel dice en su comparecencia ante el juzgado que no se acuerda.

P. ¿Qué trato ha recibido durante sus cinco meses largos de prisión en Cuba?

R. Yo diría que digno.

P. ¿Tuvo asistencia consular?

R. Sí. Y quiero agradecer al cónsul general de España en La Habana que, en una situación muy complicada, supo lidiar con este tema para que Ángel pudiera venir lo antes posible.

P. Carromero se autoinculpó a través de un vídeo...

R. Eso fue antes de que nos designase como abogados, cuando no tenía a nadie que le pudiera asesorar, no sabemos hasta qué punto se pudo sentir libre... luego no hubo más vídeos.

P. El acuerdo para la repatriación de Carromero se plasmó en un memorándum entre España y Cuba. ¿Se siente usted vinculado por su contenido?

R. No porque no lo conozco, no puedo opinar sobre él.

P. ¿Por qué se ha aplicado el convenio y no se le ha expulsado como a Martínez Ferraté?

R. La expulsión es una pena accesoria que, si no viene en la sentencia, puede decretar el Gobierno cubano en cualquier momento. Se trata de una decisión unilateral de Cuba, mientras que la aplicación del convenio es un acuerdo entre Estados.

P. Entregarlo junto a otro preso español condenado por narcotráfico ¿tiene algún significado?

R. No tengo el gusto de conocerlo, pero todo lo que sea que nuestros compatriotas vuelvan a casa nos parece bien.

P. ¿Llegó a temer que le imputaran un delito político?

R. Cuando la fiscalía presentó sus cargos, a mediados de agosto, supimos que no...

P. Sentirían alivio...

R. Claro. Son penas mucho más abultadas y no habría podido aplicarse el convenio.

P. Ese convenio ¿ata las manos a España respecto a las medidas que puede aplicar?

R. Entendemos que es de aplicación la normativa penitenciaria española y haremos lo posible para que se le conceda la mejor de las modalidades del tercer grado. Tiene arraigo familiar, contrato de trabajo y carece de antecedentes penales.

P. ¿Pedirán un indulto?

R. No descartamos ninguna posibilidad.