CiU y ERC se comprometen a tener todo listo para la consulta el 1 de enero de 2014

Finalmente, Convergència i Unió y Esquerra Republicana han encontrado la fórmula para concretar la fecha de la consulta sin comprometerse a convocarla. Un encaje de bolillos que permite a los republicanos salir de la negociación con una fecha en la mente y a CiU tener un pretexto para postergar la votación unos meses, siempre dentro de esta próxima legislatura. Con el último redactado puesto encima de la mesa, Unió Democràtica, la más reacia a poner fecha a la votación, tiene incluso una puerta de salida para justificar un rechazo a la consulta.

Según fuentes de la negociación, ERC y CiU han pactado que el 1 de enero de 2014 todo debe estar a punto para que la consulta pueda celebrarse. Esta fórmula permite a CiU decir que no hay fecha concreta, y a ERC presumir de que el 2014 se celebrará el referéndum. Ambos partidos se resisten todavía a dar por cerrado el pacto, y se justifican en los “flecos” que tienen pendientes para evitar darlo todo por hecho.

Para tenerlo todo a punto para la consulta, el Gobierno catalán y el Parlament deberán trabajar intensamente en los próximos doce meses. Por un lado, Artur Mas, una vez investido por segundo mandato presidente de la Generalitat, deberá encarar las negociaciones con el Ejecutivo de Mariano Rajoy para lograr una reforma de la ley de referendos que permita a las autonomías convocar votaciones vinculantes. Una petición que tanto CiU como ERC piensan que caerá en saco roto, pero que debe hacerse, consideran, para legitimar el proceso. Según la teoría de las dos formaciones, si el Estado prohíbe el referéndum Mas puede “internacionalizar la causa catalana”, en terminología de la negociación.

En paralelo, el Parlamento redactará la ley de consultas que, según ambas formaciones, debe dar cobertura legal, al margen de la Constitución, a la votación por la independencia. Cataluña ya tiene una ley de consultas mediante referéndum, aprobada durante el tripartito (gobierno de PSC, Esquerra e ICV). La norma está pendiente de sentencia del Tribunal Constitucional, y el Ejecutivo de CiU aprobó un anteproyecto de ley para modificarla. La diferencia entre ambas es que la del tripartito requería el permiso del Estado y la de CiU no, al calificar la consulta de “no vinculante”. El anteproyecto debe redactarse de nuevo, ya que la ley quedó en el limbo al acabar la legislatura. CiU no tendrá problema ahora en encontrar un amplio consenso que incluya a ERC, ICV, e incluso aspiran a sumar al PSC.

La última palabra sobre el acuerdo de la legislatura la tendrán Mas y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras. Luego, Unió, Convergència, y los republicanos presentarán el pacto ante la militancia, en sendos consejos nacionales que se celebrarán este sábado. Una tercera mesa de negociación cerrará todos los detalles, incluso el formato de la presentación formal de la alianza que será el sábado por la tarde o el domingo por la mañana.

Mas firmó este jueves el decreto para constituir el Parlament el lunes. El jueves arrancará el debate de investidura, y Mas será reelegido presidente, con los votos de ERC, el viernes 21. Le quedará un año para cumplir lo pactado con los republicanos: tenerlo todo a punto para convocar la consulta por la independencia.