Cien inmigrantes saltan a Melilla durante una incursión en masa a plena luz del día
Unas 300 personas saltan la valla, de seis metros, en la única zona en que no es doble
Unos 300 inmigrantes han intentado saltar este martes la valla que separa Marruecos de Melilla y alrededor de un centenar han logrado acceder a la ciudad autónoma, según fuentes de la Delegación de Gobierno, que ha calificado el incidente como “una avalancha” y una “invasión en toda regla”. Los hechos se han producido pasadas las 15.00 en la zona del río de Oro y como consecuencia de los mismos la parte superior de la valla, que alcanza los seis metros de altura, ha resultado visiblemente dañada. La avalancha es la mayor que se produce en un día sobre la frontera melillense desde 2005.
El grupo de sin papeles que ha sorteado la barrera ha intentado huir corriendo por debajo del puente que hay en ese punto. Se desconoce cuántos han eludido la presencia policial en el entorno de la frontera, aunque algunos restos de ropa y zapatos sueltos eran visibles más tarde a lo largo del curso del río. Los agentes de la Guardia Civil detuvieron al menos a uno de ellos que trataba de escapar por la zona sobre las15.30, mientras mantenían cortada la carretera de circunvalación al menos durante dos horas.
A esa misma hora, nueve subsaharianos permanecían retenidos por los agentes del instituto armado en las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Uno de ellos comentó que procedían de Chad y que habían sufrido malos tratos por parte de la policía marroquí y de los agentes españoles. El portavoz de la asociación Prodein, José Palazón, señaló que ha recabado el testimonio de varios vecinos de la zona de Farhana, cercana al lugar del incidente, que confirman este punto.
La Delegación de Gobierno, en cambio, negó tener conocimiento de este hecho y respaldó la actuación de los agentes. Además, explicó que ninguno de ellos había sufrido heridas graves por causa del asalto, aunque cuatro de ellos fueron asistidos por contusiones leves. Otro grupo más numeroso, de entre 20 y 40 personas, según distintas fuentes, fue conducido a la comandancia de la Guardia Civil.
Sobre las 17.00 se abrió de nuevo al tránsito la carretera de circunvalación, momento en el que se podían comprobar los destrozos que ha sufrido la alambrada. La gran cantidad de gente que ha participado ha provocado que el último metro de la alambrada se haya venido abajo. Un grupo de operarios trabaja para arreglarla, mientras se mantenía un dispositivo de unos seis coches de la Guardia Civil y varios agentes bajo el puente cercano. Además, más vehículos de lo habitual patrullaban las calles de la ciudad.
Este lunes, al menos 20 ciudadanos consiguieron sortear la alambrada, según la Delegación de Gobierno, y algunos de ellos trataron de refugiarse en el cercano Colegio del Bueno Consejo. Normalmente, este tipo de intentos para llegar a suelo español suelen producirse por la noche.
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