Rajoy reduce al mínimo su presencia en el Congreso en esta nueva crisis

El 21 de octubre de 2009, José Luis Ayllón calificaba de “absolutamente impresentable” que los miembros del Gobierno utilizaran la “coartada y excusa” de su agenda internacional para no acudir a la sesión de control del Congreso. Ayllón era entonces el número dos del PP en la Cámara baja y estaba en la oposición, y este miércoles como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes entregó al Congreso un escrito comunicando que nueve miembros del Gobierno no estarán presentes en la sesión de control del próximo miércoles.

Entre ellos incluye al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la excusa es que él y varios ministros estarán en la cumbre hispano-francesa. Se da la circunstancia de que Rajoy estará más de un mes sin pisar el Congreso. El 19 de septiembre, Rajoy respondió a preguntas de la oposición en el pleno y no volverá a hacerlo hasta el 31 de octubre. La pasada semana no fue a la sesión de control por el viaje a Nueva York, esta no hay pleno y para la siguiente La Moncloa ha comunicado que no estará. La siguiente no habrá pleno, por las elecciones vascas y gallegas. Después del 21-O se realizará el debate de totalidad de los Presupuestos, por lo que, en principio, Rajoy no irá a una sesión de control en el Congreso hasta el próximo día 31. Irá a apretar el botón en la votación de rechazo a las enmiendas de totalidad de los Presupuestos.

Rajoy solo tendrá que ir a cuatro sesiones de control desde ahora a febrero: el 31 de octubre, el 28 de noviembre y el 12 y el 19 de diciembre. La tramitación de los Presupuestos y las elecciones vascas, gallegas y catalanas reducen el número de plenos. Irá también a dar cuenta de las cumbres europeas.

Ese calendario se suma a los bloqueos de la mayoría absoluta del PP que ha impedido sistemáticamente que se tramiten en la Mesa y la Junta de Portavoces las peticiones de todos los grupos para que Rajoy acuda al pleno a hablar de la crisis económica o, en su momento, de la petición de rescate para el sistema financiero español. Tampoco ha habido este año debate sobre el estado de la nación, por deseo del presidente del Gobierno.

El jefe del Ejecutivo no comparecerá en el Congreso en todo este mes de octubre

El anuncio del Gobierno ha provocado el malestar en los grupos de la oposición y el PSOE ha forzado la celebración este jueves de una Junta de Portavoces extraordinaria para que se busquen fórmulas para que el jefe del Ejecutivo vaya al Parlamento.

La portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, remitió una carta al presidente del Congreso, Jesús Posada, incluyendo esa petición. Rodríguez habló de comportamientos “dictatoriales” del Gabinete de Rajoy.

La solicitud será rechazada por la mayoría absoluta del PP, según anticipó su número dos en el Congreso, Rafael Hernando, quien tachó de “irresponsable” a la portavoz socialista. Según dijo, “carece del más mínimo rigor intelectual y parlamentario”. “La situación internacional es enormemente compleja y requiere una mayor presencia” de España en determinados foros. Rajoy debe trabajar “por el interés general y el interés de España”, agrega Hernando.

Por otra parte, para el pleno de la próxima semana en el Congreso se ha incluido una proposición de ley procedente del Parlamento valenciano, aprobada hace más de un año a iniciativa de Francisco Camps. El PP la ha ido aplazando por diversos motivos y ahora fuentes populares prevén que será retirada por el Gobierno por su doble inoportunidad.

Por un lado, porque es la llamada “cláusula Camps” del Estatuto valenciano que pide fijar cupos de inversiones en esa comunidad y, en este momento, no parece oportuno para el Gobierno abrir ese debate. Sobre todo tras las declaraciones de destacados barones del PP criticando la territorialización de las inversiones en los Presupuestos. Por otro lado, porque el designado para defenderlo en el Pleno del Congreso es Rafael Blasco, hasta este miércoles portavoz del PP en las Cortes Valencianas e imputado por un supuesto fraude en ayudas al Tercer Mundo. Y no parece que para el PP sea el momento de que Blasco suba a la tribuna del Congreso.