Guindos pide “sacrificios” para garantizar el Estado de bienestar

"Los sacrificios son absolutamente ineludibles para corregir el entorno difícil y poner las bases de la recuperación". El Gobierno español "respeta" las razones de la multitudinaria manifestación del 15-S en Madrid (cuando se cumplen cuatro años exactos de la quiebra de Lehman Brothers: y esa referencia explica muchas cosas), aunque no comparte "muchos de sus planteamientos", ha indicado el ministro de Economía, Luis de Guindos, a la salida de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea en Nicosia (Chipre). Guindos ha señalado que solo la recuperación económica y el empleo garantizarán, a la larga, el Estado del bienestar.

"¿Un país tiene derechos? Sí, exactamente los que puede pagar", ha asegurado una fuente de la Comisión a este corresponsal. El Gobierno se ha dado hoy de bruces con uno de los efectos secundarios de la crisis: el malestar social creciente. Con la crisis del euro golpeando duro en España, la economía en recesión, los ingresos públicos en caída libre, la banca hecha unos zorros, el paro al alza y, en fin, la peor emergencia económica de las últimas décadas, que ha obligado a España a pedir un rescate y a flirtear con un segundo, Guindos ha explicado que el objetivo del Gobierno es "corregir un entorno difícil" con la petición de sacrificios a la sociedad "ineludibles para sentar las bases de la recuperación y para garantizar a futuro el Estado del Bienestar".

El problema es que esa recuperación no se vislumbra, y así es mucho más difícil que los citados sacrificios no causen un severo malestar en la ciudadanía. España no es Grecia, ni Portugal ni Italia: y sin embargo se va deslizando peligrosamente por esa pendiente, ha estado al filo de quedarse fuera de los mercados y se ve obligada a aplicar una nueva dosis de reformas y recortes a los que obligan los socios europeos para cumplir con sus objetivos de déficit, que ahondan aún más en la recesión. La fórmula no ha funcionado ni en Atenas, ni en Dublín ni en Lisboa, pese a que la Comisión sigue hablando de "historias de éxito" al menos en los casos de Irlanda y Portugal, sumidos en una crisis oceánica. En el caso español, Madrid "tiene una hoja de ruta de reformas económicas, no por imposición sino por convicción propia: porque de lo contrario no habrá financiación [ni para el sector publico ni para las empresas]". Guindos anunció ayer más reformas, que sigue sin concretar, pero no cree que sean necesarios nuevos recortes porque España acabará cumpliendo con sus objetivos (un déficit del 6,3% para este año que los expertos consideran prácticamente inalcanzable) gracias a la subida del IVA.