El etarra Uribetxeberria vuelve a comer “por su estado de salud”
Otros 34 presos abandonan las protestas, como Otegi y Pakito
Dos semanas después de comenzar la huelga de hambre, el preso de ETA Iosu Uribetxeberria Bolinaga, enfermo de cáncer e ingresado en el Hospital Donostia desde el pasado 1 de agosto, la ha abandonado. Ha argumentado que su estado de salud estaba empeorando. Los médicos llevaban desde el primer día diciéndole que la dejara, advirtiéndole del riesgo que corría al iniciar un ayuno debido al avanzado deterioro de su enfermedad. Finalmente, tras una caída en el hospital delante de su hermano, ha comunicado oficialmente la renuncia.
Uribetxeberria sabe que, previsiblemente, será excarcelado. Pero esta información no es nueva. La tiene desde hace 14 días, cuando Instituciones Penitenciarias anunció, el jueves 9 de agosto, que sería liberado si los médicos certificaban que su estado era muy grave y terminal. A pesar de ello, se negó a abandonar el ayuno. Ese día estuvo sobre la mesa la posibilidad de que dejara la protesta y volviera a comer, pero esa batalla la ganó el sector más duro del entorno del colectivo de presos, que le recomendaba continuar con la huelga. Tampoco abandonó el ayuno después de que Interior le concediera el tercer grado penitenciario, el pasado viernes, el paso previo a que el juzgado de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional pueda otorgarle la libertad condicional.
La decisión de Uribetxeberria se suma a la de otros 34 reclusos, entre ellos Francisco Múgica Garmendia, Pakito, ex número uno de ETA durante 15 años, que cumple condena en la cárcel de Zuera (Zaragoza); el líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi; y José Ángel Lerín, exjefe del comando Donosti que cumple pena en la prisión de Puerto de Santa María (Cádiz), donde Interior lleva a los reclusos más duros de la banda. Prisiones no informó ayer de cuántos presos continúan con las protestas.
Tanto la izquierda abertzale como el EPPK, el colectivo de presos de la banda, consideran, en público, la protesta ahora concluida como un éxito. Maribi Ugarteburu, portavoz de la izquierda abertzale, manifestó que la coalición “aplaude” la decisión del Uribetxeberria e hizo un llamamiento a la sociedad vasca para que se sume a una “movilización masiva” para la excarcelación del recluso, condenado por los secuestros de José Antonio Ortega Lara y Julio Iglesias Zamora, entre otros delitos, y de otros 13 reclusos enfermos.
El colectivo de presos tampoco tardó en pronunciarse. En el avance de un comunicado que publicarán hoy íntegramente los diarios Gara y Berria, aseguran que se está ante “el principio del fin” de la actual “política carcelaria” y exigen el reagrupamiento de los reclusos de la banda para poder hacer su “aportación en el proceso”.
El portavoz de Herrira, Jon Garay, aseguró en las escalinatas del hospital guipuzcoano que abandonar el ayuno había sido una “decisión personal” de Uribetxeberria tomada por su “extrema situación de salud”. “Se encuentra al límite de sus fuerzas y ha tomado esta decisión porque quiere que su muerte no influya en la actualidad”, declaró. A pesar de que él y otros 34 reclusos han dejado los ayunos, la docena de integrantes del colectivo Herrira que iniciaron la huelga de hambre dos días después de Uribetxeberria afirmaron ayer que seguirán hasta la liberación del preso.
Mientras tanto, el Gobierno sigue insistiendo en que las protestas no condicionan su actuación y que se limita a cumplir con la legalidad. El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, aseguró que no se ha dado ningún “trato de favor” a Uribetxeberria, y precisó que se encuentra custodiado en el Hospital Donostia por cuestiones médicas, ya que está recibiendo un tratamiento que no se le puede dar en las enfermerías de la cárcel porque estas tienen la consideración de ambulatorio.
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