El PSOE acusa a Gallardón de usar el aborto para suceder a Rajoy

La reforma de la ley del aborto es la vía por la que, según el PSOE, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, quiere atraerse a los votantes más conservadores del PP en una campaña de estrategia política personal para sustituir al presidente, Mariano Rajoy, al frente del partido. Según esta tesis, "Gallardón hace política a costa de la libertad de la mujer", como ha asegurado esta mañana el secretario de Organización del PSOE, Óscar López.

El número tres del PSOE ha sido muy crítico con el ministro de Justicia que, según ha dicho, está instalado en "una campaña de imagen" para favorecer sus opciones políticas. El argumento que manejan los socialistas, según fuentes del partido, es que Gallardón ha comenzado ya a valorar que Rajoy está quemado por la grave situación económica que atraviesa el país y que con toda probabilidad no volverá a presentarse como candidato. Por tanto, el ministro trata de atraerse desde este momento a los sectores más a la derecha, donde Gallardón nunca ha sido bien valorado, por sus guiños a posturas más centradas, como el apoyo al matrimonio homosexual.

Con ese objetivo, ha denunciado López, la reforma de la ley del aborto va a situar a España "a la cola de Europa en legislación sobre interrupción voluntaria del embarazo", "a costa de las mujeres y de su capacidad de decidir". Y con una norma solo equiparable a las que ahora mantienen Irlanda, Malta y Chipre.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, preguntada por la reforma del aborto en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha asegurado que en el programa electoral del PP ya se incluía una modificación del sistema de plazos a casos. El Gobierno, ha dicho, presentará la ley, en la que está trabajando el Ministerio de Justicia, en el siguiente periodo de sesiones. En realidad, el contrato de los populares con los electores destacaba: "Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".

El ministro anunció nada más asumir el cargo que reformaría la ley del aborto para eliminar el sistema de plazos introducido por el anterior Gobierno socialista. Sus primeras declaraciones hicieron pensar a la opinión pública que pretendía devolver la legislación en materia de aborto a la ley de 1985, en la que se permitía la interrupción del embarazo en tres supuestos: violación, graves riesgos psicológicos o físicos para la madre y malformación del feto.

Sin embargo, hace apenas una semana el ministro reveló que pretende ir más allá, pues también planea excluir de los supuestos el último caso. Este anuncio ha suscitado graves críticas de las organizaciones de mujeres y de los especialistas sanitarios. Aunque ha sido bien acogido por las asociaciones provida.