11 detenidos en Badajoz por el robo de armas en la base de Botóa

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido a 11 personas en Badajoz por el robo de armas en la Base Militar de General Menacho de Botóa, ocurrido en febrero de 2011, según fuentes del instituto armado. Ninguno de ellos es militar, pero sí ladrones relacionados con la delincuencia organizada. Hasta el momento, todos los arrestados son de nacionalidad española. Es un grupo al que la Guardia Civil le atribuye una cadena de robos realizados con éxito, de importante envergadura (en bancos y cajeros automáticos), pero esta sería la primera vez que se les relaciona con una operación en una base militar.

Entre los 11 detenidos hay cinco que fueron detenidos ayer, inmediatamente después de haber salido de la prisión de Cáceres, donde estaban presos por su presunta implicación en robos con fuerza en cajeros automáticos. A mediodía de hoy comenzó un registro en una finca de la provincia de Badajoz, en presencia de un juez, donde los agentes de la UCO confían en hallar alguna pista de las armas robadas en la base militar, según fuentes próximas a la investigación.

El robo de armas, 20 fusiles HK y 10 pistolas, se produjo en el cuartel pacense en la madrugada del 28 de febrero de 2011. Los ladrones cargaron las armas en un vehículo militar y así las trasladaron hasta el vallado del recinto, en donde transfirieron las armas a otro vehículo aparcado en el exterior, según fuentes de la investigación. Este robo provocó el arresto disciplinario de cuatro militares que se encontraban de guardia esa noche por entender que su actitud había sido negligente, según explicó la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón. En todo momento, se relacionó el robo con la delincuencia común.

La Guardia Civil está buscando un zulo (agujero) en una finca próxima a Badajoz, donde supone que pueden estar ocultas las armas robadas en la base militar, aunque las pesquisas no han dado hasta ahora resultado positivo. La citada finca, en la que hay varias viviendas, es propiedad de la familia de dos hermanos detenidos en la redada (uno de 31 años y otro de 27). Este último hizo el servicio militar en la base militar saqueada, motivo por el que podría tener un conocimiento exhaustivo de las instalaciones.

Los arrestados tienen numerosos antecedentes delictivos y la Guardia Civil estaba tras sus pasos desde hace más de un año por considerar que están presuntamente implicados en decenas de robos, fundamentalmente en bancos y cajeros automáticos.