Objetivo: fusiles HK G-36
Los asaltantes de la Base militar General Menacho sabían exactamente lo que querían robar y dónde encontrarlo. Los ladrones se llevaron 20 fusiles de asalto HK G-36 y 10 pistolas. "Iban a tiro hecho. Han tardado muy poco en dar el golpe. Aparentemente disponían de muy buena información", señaló una fuente cercana a la investigación. Los cuarteles militares son grandes y cada uno dispone de varias armerías, naves cerradas dotadas de alarma específica. Cada noche, los soldados de la base depositan allí sus armas. Únicamente quedan fuera de su custodia las que llevan los militares de guardia. El grupo que la madrugada del lunes entró en la base pacense conocía la ubicación de la armería y el arsenal que había dentro.
Los HK G-36 robados son los más modernos del mercado. Diseñados en Alemania, las Fuerzas Armadas llevan usándolos desde 1999, cuando el Ejército decidió sustituir los míticos CETME. La empresa española Santa Bárbara los fabrica en A Coruña. Cada HK G-36 cuesta unos 779 euros y es el arma que utilizan los militares españoles en las misiones ordinarias. Entre sus características destaca su precisión y bajo retroceso: disparan 750 proyectiles por minuto. Disponen de mira telescópica, pesan 3,3 kilos y tienen un alcance efectivo de 400 metros.