_
_
_
_
_

Encontrado un segundo cadáver en la explosión de la almazara en Cáceres

Ya son dos las víctimas mortales del accidente en la fábrica de aceite El daño en la estructura de la fábrica y el derrumbe del techo dificultan la búsqueda

Un bombero trabaja entre los restos de la almazara de Moraleja (Cáceres).
Un bombero trabaja entre los restos de la almazara de Moraleja (Cáceres). EDUARDO PALOMO (EFE)

Los bomberos han encontrado a primera hora el cuerpo sin vida de una de las dos personas que continuaban desaparecidas tras la explosión ayer sobre las 12 del mediodía de una almazara en Moraleja (Cáceres), según informa la agencia Efe. Se trata de Alberto Lozano, jubilado de 88 años, que había acudido a la fábrica de aceite a visitar a su hijo.Con él, ya son dos las personas fallecidas en el accidente.

José Miguel Santos, de 30 años, continuaba anoche desparecido. Miembros de la Unidad de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil se incorporaron ayer a las tareas de búsqueda, según confirmó la Delegación de Gobierno de Extremadura. Una de las hipótesis que baraja la investigación es que el cuerpo se encuentre en la rivera de Gata, situada junto a la almazara, aunque por el momento los bomberos continúan también con la búsqueda en el interior de la fábrica.

Las tareas de rescate no fueron fáciles. Los bomberos y guardias civiles que acudieron a realizar las labores de auxilio tras la explosión en la almazara tuvieron primero que sofocar las llamas y esperar a que la zona en la que se produjo el estallido se refrigerara para poder entrar. Durante horas, no pudieron acceder al lugar por las altísimas temperaturas. Después, los agentes se encontraron con tantos escombros y cascotes que la búsqueda fue muy complicada. A última hora de ayer habían encontrado el cuerpo sin vida de una persona, Valentín Parra, de 59 años, y seguían buscando a otros dos desaparecidos, según confirmaron el delegado del Gobierno de Extremadura, Germán López Iglesias, y la Guardia Civil.

El hombre que aún está desaparecido es José Miguel Santos, de 31 años, hijo y nieto de trabajadores de la fábrica. Su padre, de 50 años, es uno de dos heridos y fue trasladado al hospital de Coria por policontusiones, aunque su estado no es grave, según confirmó el Servicio de Emergencias de Extremadura. El otro herido, de 45 años, recibió el alta en el lugar tras ser atendido por una unidad medicalizada.

La explosión se produjo en la fábrica extractora de aceite Industrias Oleícolas Sierra de Gata, en la que trabajan seis empleados. Ayer se desconocían las causas exactas de la explosión. Expertos en la materia señalaban a EL PAÍS que los accidentes en almazaras son poco habituales porque, aunque el aceite es combustible, los tanques atmosféricos en los que se guarda impiden que la presión suba más de lo recomendado y, por tanto, que se liberen gases que puedan generar una explosión. En este caso, al tratarse de una fábrica de extracción también de aceite de orujo, se abren otras posibilidades. Para extraer este aceite se usa un disolvente, el hexano, que luego se separa en un proceso de destilación. Si este proceso no se realiza bien o es incompleto, al tanque podría llegar aceite con hexano. Y, en caso de subir demasiado la presión dentro del tanque por altas temperaturas, el hexano podría provocar una explosión.

El trabajo de los bomberos y los agentes de la Guardia Civil se vio dificultado por el daño sufrido en las estructuras metálicas, que provocó el derrumbe del techo. Los trabajos de desescombro y búsqueda de los dos desaparecidos podrían prolongarse durante varios días.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_