La exlíder de UM se enfrenta hoy a su delfín Nadal ante el tribunal

Por las secuelas de la compra, en 2004, por 300.000 euros de una productora y televisión local, los ex líderes de Unió Mallorquina (UM), Maria Antònia Munar y Miquel Nadal, afrontan una petición del fiscal anticorrupción de seis años de cárcel. Este miércoles serán interrogados en la tercera sesión del juicio del caso Maquillaje en la Audiencia de Palma. En el banquillo hay diez acusados, tres de ellos colaboradores directos de la fiscalía y un cuarto, arrepentido parcial por confesión.

Un abismo separa los intereses personales y penales de Munar y Nadal. Por ello, uno y otro, mentora y ex delfín, pugnarán por defenderse a sí mismos, con versiones cruzadas y enfrentadas de los hechos. Un testaferro de Nadal y coimputado, Miquel Sard, asumió la operación de compra oculta de la empresa de medios. El hombre de paja de Munar, Víctor García, atribuyó a Nadal toda la responsabilidad del caso. Los relatos son paralelos.

Munar y Nadal son juzgados por supuesta malversación de caudales públicos, falsedad y prevaricación al acordar desde el Consell de Mallorca entregar 240.000 euros en subvenciones a las empresas audiovisuales que ellos poseían a través de sus testaferros, según la acusación fiscal y la versión de otros encausados. Los programas de radio y televisión remunerados nunca se realizaron. La directora de Comunicación de Munar en el Consell y exdirectora adjunta de la televisión IB3, Margarita Sotomayor, afronta la misma petición del fiscal por tramitar y refrendar las subvenciones.

300.000 euros en el coche oficial

La carrera política de Munar y Nadal se frustró en febrero de 2010, al aflorar el caso Maquillaje. El propio partido de UM desapareció. Después de la confesión de los vendedores de la productora Video U a UM (los arrepentidos Miquel Oliver, Luisa Almiñana y Ramon Rullán), el político Miquel Nadal explicó al juez que Munar le entregó 300.000 euros en el coche oficial para comprar bajo mano la empresa audiovisual. Munar lo niega.

Según Nadal, Maria Antònia Munar, le pasó los 300.000 euros en efectivo –billetes, dentro de un sobre cerrado- en el asiento trasero del coche oficial que aquella usaba como presidente del Consell, en el trayecto entre Inca y Palma. El dinero existió, supuestos fondos negros, quizá fruto de comisiones.

La partida de 300.000 euros se usó para comprar la citada productora de televisión y un canal local, con el fin de optar a una licencia de TDT. El PP no dio la luz verde. El tándem director de UM quería que “el partido pudiese tener el control sobre un medio de comunicación para poderlo utilizar”, según detalló en el juicio del caso maquillaje Víctor García, uno de los testaferros de los dos ex líderes de UM en la adquisición de Video U.

García atribuyó ante el tribunal a Nadal la maniobra y amparó a Munar, quien asignará la operación en exclusiva a su exdelfín Nadal. El fiscal Juan Carrau puso en duda la versión de hombre de paja García, casado con una prima de la exlíder, que fue contradictorio. “¿Alguien le paga la defensa. Se ha reunido con la señora Munar o alguien en su representación para marcarle las contestaciones?”, le espetó el fiscal.

El otro accionista-pantalla de la operación, Miguel Sard –que tiempo atrás compareció ante la Justicia para asumir delitos y dar pistas de otros- desveló su rol. Sard es primo político de Miquel Nadal. Este le pidió que poseyera las acciones de la productora porque a él "no podía ni le convenía figurar". Sard tomó el dinero, el sobre de Munar, en el despacho de Nadal de manos de ste. “Aquí están los 300.000 euros. No abrí el sobre ni conté el dinero. Miquel Nadal me dijo aquí están los 150.000 euros míos y los 150.000 de Maria Antònia Munar. Estaban interesados en tener influencia optar en un canal de TDT”