El juez bloquea una cuenta en Suiza ligada a Urdangarin
El duque de Palma la utilizaba supuestamente para cobros opacos
Tirando de un hilo y tras la pista del dinero (una operación de más de 350.000 euros), los investigadores de caso Palma Arena creen haber desentrañado una red que usó, supuestamente, Iñaki Urdangarin para percibir de manera opaca fondos en países europeos. La trama ha sido identificada en la cadena de hombres de paja, operadores en la sombra y socios en España que usaron empresas pantallas y sociedades instrumentales.
El juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach han tramitado el bloqueo de cuentas bancarias en Suiza que se relacionan, supuestamente, con esa trama de testaferros y compañías de evasión de los aliados del duque de Palma para que éste cobrara en el exterior su parte en determinados negocios. Tras obtener el testimonio de al menos seis de los protagonistas, se enviaron comisiones rogatorias a Suiza.
El yerno del Rey negó en su día poseer depósitos opacos y operar con sociedades en paraísos fiscales. Aseguró que no estaba autorizado en ninguna cuenta en Suiza. Lo declaró como imputado ante el juez y el fiscal que investigan sus presuntos negocios irregulares con fondos públicos de Baleares y la Comunidad Valencia en el caso Palma Arena.
Peritos de la Agencia Tributaria evalúan que el cómputo de sus cuotas fiscales supuestamente defraudadas a Hacienda no alcanza los tasados 120.000 euros por año para constituir un delito fiscal. Los cobros detectados están fragmentados en dos ejercicios. El rastreo sigue abierto en distintos países.
La investigación judicial de los pagos fiscalmente opacos partió de un manuscrito, de 2008, de la asistente de Urdangarin, Julita Cuquerella, que menciona dos copias de un contrato y advierte: “Me dice Iñaki que, una vez firmados, habría que mandarle una a él”. En el tarjetón aparece el nombre de la empresa Alternative General Services AGS y una cuenta en Laussane (Suiza). “Me dice Iñaki que tú ya sabes para qué es”, añade Cuquerella.
El esposo de la infanta Cristina citó ante el juez como titular de la cuenta suiza a un ciudadano de Oriente Medio, Manssour Tabaa. En realidad no es él. El hombre de paja titular de AGS es un belga residente en Madrid, Robert Cockx —ya imputado—, que usa un catálogo de sociedades y mueve fondos a cambio del 5%. Está a las órdenes del cerebro oculto, un profesional también interrogado.
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