Dorribo: “Feijóo me llamó y me dijo que siempre había confiado en mí”

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aparece mencionado en las cintas de la Operación Campeón dentro de la trama de corrupción que salpica a varios departamentos de la Administración autonómica. El sumario incluye una transcripción de una de las conversaciones del principal imputado, Jorge Dorribo, que comenta a su socio Arsenio Méndez que fue al Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) “a lo de la subvención”, le da cuenta de que lleva tres años “con el tema” y acaba anunciándole que lo llamó el presidente de la Xunta. “Le dijo que estuviera tranquilo, que siempre había confiado en él”, reproduce el investigador la conversación de Dorribo con Méndez.

Las cintas salpican además a distintos departamentos de la Xunta de Galicia. El nexo fue el diputado del PP en el Parlamento gallego, Pablo Cobián -imputado por tráfico de influencias y cohecho- que dimitió posteriormente. Las grabaciones recogidas en el sumario de la operación muestran cómo desde las dependencias de la Administración gallega, se fraguó un fraude de subvenciones y la adjudicación irregular de contratos públicos.

El consejero de Infraestructuras, Agustín Hernández, se reunía con Carlos Monjero -uno de los empresarios vinculados a Jorge Dorribo e imputado también en esta trama- primero en la cafetería de la Xunta y después en las dependencias de la consejería. Cobián era para el entramado de Jorge Dorribo un conseguidor de subvenciones y obras. Los investigadores calculan que el exdiputado hizo de intermediario en al menos 11 contratos de obras y que presionó al responsable del Igape, el instituto de crédito de la Xunta, para que adjudicase y acelerase una ayuda de cuatro millones de euros, pese a que la solicitud reunía múltiples irregularidades. Cobián combinaba sus gestiones con el presunto cobro de un patrocinio de rallies para su hijo. Según la brigada de vigilancia aduanera de la Agencia Tributaria que lleva su investigación, el exparlamentario gallego percibió de la trama de Dorribo más de 75.000 euros en 2011 para financiar supuestamente esas actividades deportivas. La investigación acredita que la intermediación con la Xunta y los cobros recibidos de los empresarios iban íntimamente relacionados.

Tras el encuentro con el consejero de Infraestructuras de Feijóo, las relaciones del entramado de Dorribo con el departamento de Obras de la Xunta se estrecharon sorprendentemente. La brigada de la Agencia Tributaria aprecia “una clara irregularidad” en la concesión de proyectos de la Xunta. Contabiliza al menos 11 contratos de la Xunta en los que supuestamente intercedió Pablo Cobián en favor de la trama de Dorribo. La investigación desvela que Cobián presionó al director del Igape, Joaquín Varela, para que Dorribo consiguiera una subvención de 1,4 millones de euros a fondo perdido de la Xunta de Galicia (finalmente fueron 992.000 euros) y un préstamo del Banco Europeo de Inversiones de otros tres millones. En las grabaciones aparecen los nombres de Carlos Silva (exsubdirector de informaciones) y Cristina Quintela, directora del área de financiación (ambos imputados), en conversaciones relativas a la concesión de las ayudas. En varias ocasiones, los imputados hablan de que van a tener reuniones con José Blanco, exministro de Fomento, y la exministra de Sanidad, Leire Pajín, para agilizar las ayudas que solicitaron a ambos ministerios. Dorribo también se refiere al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. “Jorge le dice a Arsenio [Méndez, su socio] que fueron al Igape a lo de la subvención. Que Cristina [Quintela, del Igape] lo está haciendo todo bien, que lo meten el día 30 para el estudio de aprobación y que le pidió unos papeles. Jorge le cuenta lo que hablaron en Santiago, que los juzgaron en la empresa sin conocerlos, que llevan tres años con el tema. Jorge le comenta que le llamó el presidente de la Xunta y le dijo que estuviera tranquilo, que siempre había confiado en él”.

Dorribo también se entrevistó con el anterior presidente de Portos de Galicia, José Manuel Álvarez-Campana. El principal imputado del caso quería conseguir para su amigo Manuel Osorio (en realidad, su testaferro en dos empresas del entramado) una concesión en un puerto seco y, según consta en el sumario, el jefe de Portos les propuso darles “la concesión del mantenimiento de las bateas”, “que todas las bateas de Galicia fueran allí a repararse” y a revisarse, “como si fuera una ITV”. Llegaron a hacerse los planos, pero Aduanas truncó el negocio. Pero a través de Cobián, Dorribo pidió “muchas entrevistas” más. Azkar e Innovent Salud, otra empresa de la red, planeaban una plataforma logística que controlase todos los medicamentos del Sergas. La Consejería de Sanidad se tendría que encargar de comprar los fármacos, y estos, en vez de estar en los hospitales, serían tratados, gestionados, distribuidos, por esta sociedad empresarial, que prometía a la Xunta, utilizando este sistema, un ahorro para la Administración de un millón de euros. Dorribo, Monjero y José Antonio Orozco, por parte de Azkar, le presentaron primero el proyecto al jefe de Contratación del Sergas, luego a la consejera Farjas, y por último a Feijóo, que les habría propuesto un proyecto piloto, un ensayo en los geriátricos de Lugo. El presidente de la Xunta fue informado de que se estaba tramitando una subvención con este fin, pero todo quedó en agua de borrajas cuando saltó el escándalo.