Un amigo de Urdangarin le implica ante el juez y carga contra Matas
El ex director general de Deportes del Gobierno balear pactó con el fiscal una rebaja de pena El acuerdo le llevó a revelar el papel del expresidente y el duque en los contratos irregulares
El amigo de Iñaki Urdangarin y hombre de confianza del expresidente balear Jaume Matas, José Luis Pepote Ballester, exdirector general de deportes de Baleares, implicó ayer ante el juez José Castro al yerno del Rey en supuestas actividades delictivas por sus negocios privados en eventos turístico deportivos del Instituto Nóos para el Gobierno de Matas (2003-2007) mediante supuestos contratos amañados y sin justificar gastos. El expresidente balear dio las instrucciones, el “visto bueno” y “órdenes” para la contratación de Urdangarin y el duque propuso las operaciones, participó en ellas e insistió en cobrar.
El caso de supuesta corrupción centrado en una posible malversación de fondos públicos que alude al duque de Palma y a su socio Diego Torres apareció casualmente en el curso de otra investigación. Llegó al juzgado el expediente casi vacío de sus contratos millonarios: 2,3 millones por los Forum Illes Balears (en 2005 y 2006), y otros 18 millones (entre 2004 y 2007), por la venta del equipo ciclista Illes Baleares. El asunto penal es una rama derivada del caso Palma Arena, centrado en el supuesto enriquecimiento personal y gestión corrupta del que era presidente de Baleares y exministro de José María Aznar, Jaume Matas.
Ballester recalcó un dato que la acusación atesora: en 2007 —cuando teóricamente Urdangarin estaba apartado, desde mediados de 2006, por instrucción del Rey, de las negociaciones comerciales particulares—, el duque reclamó con insistencia a Pepote un pago aplazado del Gobierno balear. Tantas veces llamó para cobrar, que los dos amigos discutieron y dejaron de hablarse. "Déjalo correr y paga", le dijo Matas a Pepote, según la declaración de este último.
Ballester, imputado en el caso Palma Arena, cerró con la Fiscalía Anticorrupción un pacto de colaboración a cambio de atenuantes penales para arrepentidos, y cargó directamente en Matas responsabilidades en las decisiones sobre los proyectos bajo sospecha. "Me dijo que le diera el OK a todo lo que viniera de Urdangarin".
Pepote también declaró que él siempre pensó que contrataba a Urdangarin y no al Instituto Nóos y exculpó a la infanta Cristina, bajo el punto de mira de los abogados de Manos Limpias, organización ultra que ejerce la acusación popular. A la defensa de Matas —que no presionó excesivamente en el interrogatorio a Pepote— no le va mal la presencia de estos otros acusadores, según comentó a otros letrados el abogado del expresidente, Antonio Alberca, que confía, además, en el ejercicio de la jerarquía desde la nueva Fiscalía General.
El juez José Castro imputó al duque de Palma a finales de diciembre de 2011, de oficio y de acuerdo con los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau, tras los registros de las sedes de las empresas de la trama de Nóos en Barcelona. En contra de la implicación de Urdangarin pesó en especial una primera declaración judicial autoinculpatoria de Pepote Ballester. El ex alto cargo de Matas ratificó ayer literalmente los 18 folios de su confesión inicial. En cuatro horas de interrogatorio no rechazó preguntas.
En su narración sobre los episodios en los que participó o tuvo conocimiento, Ballester ayuda a consolidar los indicios sobre supuestas ilegalidades de falsedad, fraude, malversación y tráfico de influencias cometidas desde el Gobierno balear del PP en sus relaciones con el Instituto Nóos de Urdangarin y Diego Torres. Mario Pascual y Manuel González, abogados de ambos exsocios y examigos, no batallaron en el juzgado contra la versión de Ballester. “Ha sido valiente, ha cargado con sus culpas, ha reconocido que no había expedientes de contrato”, reseñaron los defensores de Pepote, Juan Piña y Ángel Calderón.
Matas “daba instrucciones”, dijo Ballester al abogado del expresidente que pretendía señalar que eran directrices “políticas”, sin responsabilidad administrativa contractual. Pepote subrayó que el entonces presidente participó en reuniones para cerrar los convenios con Nóos, tras las propuestas efectuadas personalmente por Urdangarin, en distintas citas, con asistencia de consejeros baleares y altos cargos.
Se celebraron dos Forums Illes Balares sin que el Gobierno balear reclamara justificantes de los gastos. Iñaki Urdangarin, al cerrar el traspaso de los derechos de imagen y el patrocinio del equipo ciclista Banesto a la marca oficial Illes Balears, cifró su “intervención” personal, su caché, en unos 300.000 euros. Sobre este apartado la Fiscalía ha acumulado datos y testimonios de supuestos concursos ficticios y una firma falsificada.
Ayer declararon otros tres ex altos cargos del PP: Miguel Ángel Bonet, exsecretario del instituto de turismo Ibatur; Juan Carlos Alía exgerente del Ibatur y Gonzalo Bernal, exgerente de la fundación Illesport. Los tres depusieron en una línea favorable a la acusación: obedecían órdenes. El día 25 comparecerá ante el juez Iñaki Urdangarin.
El amigo Iñaki
José Luis Pepote Ballester mencionó hasta 60 veces a Iñaki Urdangarin en su declaración de ayer. En la residencia Blume de Barcelona para jóvenes deportistas becados, en 1985, ambos entablaron una amistad ahora rota en los medios y los tribunales. Pepote fue medalla de oro de vela en Atlanta 96 y en 2003 Jaume Matas le nombró director general por su relación con el entorno náutico en Palma del Príncipe y las Infantas. Iñaki Urdangarin se casó con Cristina de Borbón. Pepote fue a su boda del mismo modo que la infanta acudió a la suya en Pollença. Hasta diez veces en un verano se reunieron ambos matrimonios, también en Marivent, relató Pepote al juez. Ballester superó una leucemia tras ser detenido por este caso en 2009.
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