PP y CiU ocultan nuevos recortes bajo su pacto en Cataluña
Un añadido de última hora en el acuerdo abre la puerta a otros ajustes Mas loa la responsabilidad del PP y niega que el acuerdo sea la reedición del Pacto del Majestic
Convergència i Unió y el Partido Popular presumieron el miércoles de “transparencia” la firma de su acuerdo presupuestario en Cataluña. Ambos partidos firmaron un documento de 11 folios donde se establecían los principales aspectos del pacto. Pero el documento del supuesto acuerdo que el PP entregó a los periodistas y que el Gobierno catalán dio por bueno posteriormente no es el mismo que se acabó firmando. En la versión final, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se añade una importante coletilla a la cláusula final del acuerdo: una comisión de ambos partidos se reunirá para hacer un seguimiento del acuerdo “y proceder a los ajustes en el ámbito del gasto necesarios derivados del compromiso firmado”. O sea que abre la puerta a nuevos recortes.
Desde el comienzo, ni el Gobierno catalán ni el PP han querido cuantificar el coste de las medidas introducidas por los populares en el último momento para permitir la aprobación de las cuentas. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, se limitó a asegurar que las cuentas acabarían cuadrando por la pericia del consejero de Economía, Andreu Mas-Colell. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, también aseguró ayer en sede parlamentaria que el pacto con el PP “no tiene ningún coste”.
La versión del presidente encaja con el cambiazo de última hora entre el documento presentado a bombo y platillo por la presidenta del PP catalán y el que se acabó firmando. El PP obligó a rebajar algunas de las nuevas tasas que se planteaban y a aumentar algunas inversiones en equipamientos. ¿Cómo se cuadra entonces el presupuesto? Con nuevos recortes, unos ajustes que precisamente no figuraban en el documento inicial. Fuentes del PP admitieron que el texto se cambió al final, tras haberlo presentado a la prensa, con el objetivo de que cualquier nuevo ajuste sea acordado entre ambos partidos.
Y es que, según fuentes del Ejecutivo, Mas-Colell ha procurado en todo momento que el acuerdo no supusiera un aumento presupuestario que desviara al Ejecutivo catalán del objetivo de déficit. Y menos cuando la entrada en recesión de varios países de la zona euro y la previsible recaída de España amenazan con una bajada de los ingresos tributarios, lo cual pondría en aprietos al Ejecutivo de Mas para cumplir las metas fijadas, de las que se alejó en 2011.
En cualquier caso, el Ejecutivo de CiU sacó adelante los presupuestos para este año con la abstención del PP y el voto favorable del diputado Joan Laporta. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, alabó la “responsabilidad” de sus socios, si bien negó por activa y por pasiva que lo suyo con el PP sea un pacto para toda la legislatura.
Ante las críticas que la oposición de izquierdas vertió contra el presidente por no querer reconocer que su pacto con el PP es estable, Mas reivindicó su derecho a llegar a acuerdos con quien quiera. El presidente fue especialmente duro con el jefe de filas del PSC, Joaquim Nadal, quien denunció la reedición del pacto del Majestic, que llevó a Aznar a La Moncloa en 1996 con el apoyo de CiU. “Ya les gustaría que lo hubiera, confunden sus deseos con la realidad”, aseguró Mas. “Aquí lo que hay es un pacto para los presupuestos de 2011 y 2012”, agregó. Mas eludió que el pacto firmado le obliga a promover numerosas iniciativas legislativas que le mantendrán sujeto al PP al menos durante este ejercicio.
Mientras el PP presumía de haber impedido que “Cataluña haya quedado bloqueada”, los grupos de izquierdas criticaron al Gobierno de Mas por haber incumplido el objetivo de déficit tras haber acusado al tripartito de “despilfarro”. La diputada socialista Rocío Martínez-Sampere recordó que el Ejecutivo catalán cerró 2011 con un déficit y una desviación “similar” a la que registró el Gobierno tripartito en 2010. “Con la diferencia de que han abierto el país. En lugar de cirugía, amputación”, lamentó. El diputado ecosocialista Joan Boada se jactó de que “el gobierno de los mejores” solo haya conseguido un déficit “cinco décimas inferior” al que logró el tripartito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.