Montoro avanza una reforma fiscal para favorecer a emprendedores

Las nubes acechan sobre la economía española. El escenario se oscurece ante las últimas previsiones del FMI, que considera que España entrará en recesión este año (prevé un retroceso del 1,7%) y considera complicado que el Gobierno pueda cumplir con el objetivo del déficit fijado por Europa, establecido en el 4,4% del PIB. La partida está abierta, mientras el grueso del Gobierno asegura que cumplirá con Bruselas, arrecian las voces que consideran que habrá que ajustar ese objetivo a la “realidad”. El Gobierno ha estado centrado durante las primeras semanas en una labor de cirujano afilando el bisturí para acometer los primeros recortes. Fijados en 15.189 millones de euros, por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que esta mañana ha comparecido en comisión en su primera intervención de la legislatura en el Congreso.

Montoro ha añadido hoy a las medidas de austeridad un paquete de medidas fiscales para estimular el crecimiento. El crecimiento está en números rojos y hay que revertir la situación, para eso se necesitan medidas de estímulo. “Seguimos creyendo que con menos impuestos se crece más. No habrá nuevas subidas de impuestos”, ha subrayado el ministro. También ha avanzado que el Gobierno está trabajando en una Ley de Emprendedores que implicará a varios ministerios y que estará lista durante el primer trimestre del año. El ministro ha insistido en que trabaja “en un marco fiscal de apoyo a los emprendedores que les permita afrontar sus obligaciones con mayor holgura y les permita dedicar parte de sus beneficios a la creación de empleo”. Y ha agregado: “Contendrá medidas de estímulo para la recuperación económica dirigidas a favorecer a autónomos, pymes y emprendedores”.

El ministerio estudia mejorar el tratamiento fiscal de los beneficios empresariales que sean reinvertidos

Entre las medidas tributarias avanzadas por el titular de Hacienda se encuentra una mejora del sistema de autoliquidación del IRPF que se realizará a través del borrador y que supondrá una agilización de las cantidades a devolver. Además, el Gobierno revisará el IRPF para elevar la equidad fiscal, principalmente en el seno de la unidad familiar. Para ello, se revisará los mínimos personales y familiares a fin de poder aumentarlos y equiparar su cuantía con independencia del régimen de tributación por el que se opte.

También habrá retoques en el Impuestos sobre Sociedades. El Gobierno prevé mantener en los próximos ejercicios los tipos reducidos del impuesto para las empresas de reducida dimensión vinculadas a la creación o mantenimiento de empleo. Y para tratar de mejorar la financiación de las empresas, el ministerio estudia mejorar el tratamiento fiscal de los beneficios empresariales que sean reinvertidos, así como la implantación de una exención a las plusvalías generadas en la transmisión de activos fijos que se reinviertan en otros activos. “En definitiva autofinanciación empresarial para reducir la dependencia financiera de recursos ajenos”, ha matizado Montoro.

En el IVA, se buscará un mecanismo para que los autónomos y pymes puedan “aproximar la exigencia del impuesto [la liquidación] al momento del cobro de las facturas correspondientes, especialmente en el ámbito de las Administraciones Públicas”. Es decir, que la liquidación del impuesto no se produzca hasta que hayan cobrado la correspondiente factura. Esta medida está enfocada a favorecer a los proveedores de las administraciones públicas.

Además, entre las medidas que afectan a las familias y “para favorecer el ahorro de los ciudadanos”, el Gobierno estudia revisar la tributación de los planes de pensiones y se estudiará la implantación de una reducción del tipo aplicable a las transmisiones de viviendas usadas entre particulares.