Miles de personas marchan en Bilbao en "defensa de los derechos de los presos"
El consejero del Interior emplaza a la izquierda ‘abertzale’ a realizar peticiones razonables El diputado de ERC Joan Tardá participa en la manifestación El Gobierno vasco subraya que la amnistía de etarras es inviable
Decenas de miles de personas respaldaron este sábado en Bilbao la manifestación convocada a favor de los derechos de los presos de ETA y que tiene el apoyo de las fuerzas abertzales englobadas en Amaiur. La masiva respuesta a esta marcha, que transcurrió con absoluta normalidad, ha sido destacada especialmente por los organizadores -el colectivo Egin Dezagun Bidea (caminemos juntos)- que, de momento, no han adelantado cifra alguna de asistentes, aunque la numerosa llegada de autobuses ha bloqueado desde primera hora de esta tarde los accesos a la capital vizcaína, que vive, también, su primer día de rebajas.
En el acto se repitieron las consignas a favor de la vuelta de los presos a Euskal Herria y de la amnistía. Numerosos familiares de encarcelados de ETA encabezaron la marcha, portando las habituales pancartas con las consignas a favor de su vuelta a casa. La Ertzaintza vigiló en todo momento el desarrollo de este acto, convertido en una auténtica demostración de fuerza del movimiento abertzale.
Esta manifestación, considerada por algunos de los participantes como la más importante de las convocadas hasta ahora en el País Vasco, supone el inicio de un calendario de movilizaciones a favor de los derechos de los presos de ETA y se enmarca en las acciones ideadas a partir de las conclusiones de la Conferencia de Paz de San Sebastián. En su preparación, los organizadores han buscado la máxima implicación social llegando, incluso, a reclamar a los bares y establecimientos de Bilbao que cerraran sus puertas para así favorecer una mayor presencia. No obstante, esta petición se ha ido silenciando con el paso de los días.
Los reclusos tienen que cumplir sus penas”, recalca el titular de Interior
La respuesta conseguida quedó reflejada en la congestión de tráfico a la que Bilbao se vio abocada desde una hora antes del inicio de la marcha. Alrededor de 300 autobuses acercaron a la capital vizcaína a centenares de participantes, bloqueando así los principales accesos. Estas aglomeraciones obligaron a retrasar algunos minutos el inicio de la comitiva, cuyas primeras filas fueron destinadas a familiares de presos etarras.
La normalidad fue la tónica general de la movilización, seguida muy de cerca por varias unidades de la Etzaintza, que también dispone de un helicóptero sobrevolando la zona. El Departamento de Interior del Gobierno vasco había adelantado que procederá a la retirada de todo tipo de cartel que refleje fotografías de etarras encarcelados. Los familiares se limitaron a portar carteles con la tradicional consigna de la vuelta a casa de los presos.
Esta movilización, circunscrita al ámbito abertzale, no contó con el respaldo de los partidos PNV, PSE-EE, PP y UPyD que rechazaron, por diferentes motivos, este tipo de actos.
Antes de que comenzara la manifestación, portavoces de las principales formaciones incluidas en la coalición electoral Amaiur fueron compareciendo ante los medios informativos para destacar la respuesta conseguida y la necesidad de que el Gobierno de Rajoy "escuche al pueblo vasco". Pello Urizar, secretario general de EA, destacó que "una mayoría social de este país está reclamando que se den pasos, que se cumpla la legislación española, que la dispersión se acabe de una vez. En cualquier conflicto los pasos unilaterales son suficientes durante una temporada. Pero llega el momento, y hoy va a quedar claro, para que los pasos sean bilaterales. Lo que hoy vamos a ver en Bilbao es la mayor manifestación de los últimos tiempos"-
Por su parte, Mirivi Ugarteburu, representante de la izquierda abertzale, indicó que "ya se ve que es una manifestación colosal, la mayor que nunca ha habido. Reclamando que los presos vuelvan a Euskal Herria dueños de todos sus derechos".
La convocatoria de Egin Dezagun Bidea ha engordado con multitud de organizaciones habituales de estas iniciativas y otras que se han sumado en especial a esta, tanto de dentro como de fuera de Euskadi. No tuvo, en cambio, el respaldo de los tres principales partidos vascos, PNV, PSE-EE y PP.
Tres eran los destinatarios del mensaje de fortaleza movilizadora: primero, y principal, los propios presos, en aliento a su espera; después, el Gobierno de Mariano Rajoy, con poder sobre la política penitenciaria; por último, el PNV, al que los abertzales hablan de tú a tú en la disputa por la hegemonía nacionalista y al que demostraron no precisar para nada, al menos, en la calle.
“Somos muchos, muchas, muchísimos”, clamaron al final los portavoces que leyeron el manifiesto. “De mañana en adelante, se les hará imposible [a los Gobiernos español y francés\] mirar para otro lado”. A ambos emplazó el texto a poner fin a actuaciones que los<CF1001> abertzales</CF> ven “ancladas en la represión y en la venganza” y a que “abran las puertas al regreso a casa de presos y exiliados”.
El portavoz de Amaiur en el Congreso, Xabier Mikel Rekondo, aconsejó a Rajoy “una lectura correcta” del acontecimiento. Maribi Ugarteburu, en nombre de la izquierda abertzale, pidió el fin de una política penitenciaria “criminal”, concretada en la dispersión y la doctrina Parot.
15.000 adhesiones
La manifestación de esta tarde en Bilbao ha recibido unas 15.000 adhesiones de particulares de distintas ideologías, según informaron ayer desde la plataforma organizadora, Egin Dezagun Bidea. Entre los colectivos que también la apoyan y estarán presentes hoy figuran los partidos y sindicatos soberanistas, así como otras formaciones independentistas y de izquierdas llegadas desde otros puntos de España e incluso del extranjero.
Hasta la capital vizcaína se desplazarán 300 autocares con gente de distintas localidades para respaldar la convocatoria. Los promotores confían en dar vida a un “espectáculo reivindicativo” en defensa de los derechos de los 665 presos etarras, 522 de los cuales se encuentran en cárceles españolas, para convertirlo en “un hito que marque la diferencia entre un pasado oscuro y un futuro nuevo”.
Los organizadores pretenden, asimismo, que la manifestación contribuya a “abrir el camino para el regreso a casa del conjunto de represaliados políticos”, a la puesta en libertad de los presos enfermos y a la derogación de la denominada doctrina Parot.
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