El Frente Polisario acusa a Al Qaeda del secuestro de los voluntarios en Tinduf
El Ministerio de Exteriores argelino es más prudente: “Parece que es obra de un grupo terrorista"
El Frente Polisario, el movimiento que lucha por la indepdendencia del Sáhara Occidental, no tiene ninguna duda. El triple secuestro de la noche del sábado al domingo en la zona del suroeste de Argelia en la que está asentado es obrade Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la rama norteafricana de la organización terrorista.
Lo dejó caer primero en un comunicado al mencionar un “grupo terrorista” como autor del apresamiento y, poco después, su representante en Argel, Brahim Ghali, fue más explícito: “Acuso directamente a Al Qaeda en el Magreb de estar detrás del secuestro de esos tres extranjeros”,declaró a la agencia AFP.
El Ministerio de Exteriores argelino fue, a través de su portavoz Amar Belani, algo más prudente: “Aunque parece que es obra de un grupo terrorista, prefiero reservar mi comentario (…)”, señaló.
Alrededor de la medianoche del sábado una decena de hombres, a bordo de al menos un par de todoterrenos, irrumpieron en Rabuni, el centro administrativo de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), pegado a la ciudad argelina de Tinduf, y se dirigieron hacia el edificio donde se alojan los cooperantes extranjeros que no residen en los campamentos de refugiados saharauis.
Tras un breve tiroteo capturaron a Ainoa Fernándezde Rincón, madrileña que trabaja para la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura; a Enric Gonyalons, mallorquín afiliado a la ONG Mundubat; y a Rossella Urru, italiana, del Comité de Cooperación Italiano para el Desarrollo de los Pueblos (CCISP).
Un cuarto cooperante, el navarro Alberto Jiménez Vallés, de la Asociación de Trabajadores y Técnicos Sin Fronteras, se salvó por los pelos. Había salido al exterior de la residencia de huéspedes extranjeros para buscar mejor cobertura telefónica –en la zona es muy débil- y poder hablar cómodamente con su mujer.
Durante el enfrentamiento armado resultó ligeramente herido Gonyalons, que opuso resistencia, y un guarda saharaui que intentó hacer frente a los asaltantes que huyeron con sus rehenes hacia los “territorios malienses” de donde el Polisario sospecha que procedían. AQM Itiene sus guaridas en el desierto del norte de Malí, a unos 900 kilómetros en línea recta de Tinduf.
El Polisario puso en alerta a sus fuerzas,desplegadas en la franja del Sáhara Occidental que controla –equivale a un 15% del territorio de la antigua colonia española- pero en su camino de regreso los terroristas pueden sortear esa área y pasar directamente de Argelia a Malí o hacer una incursión por Mauritania. El Ejército argelino envió helicópteros para que rastreen la zona, pero no los hallaron, y Mauritania puso sobre aviso a sus tropas en la región de Tiris Zemmour.
La operación llevada a cabo a las barbas del Polisario es osada. Requiere no solo atravesar dos o tres países sino entrar en la zona más militarizada de Argelia y llegar hasta la sede central de un movimiento de liberación fuertemente armado. Requiere grandes complicidades locales. Es probable que el grueso de los integrantes que la hayan protagonizado sean saharauis, convertidos en extremistas islámicos, que no han llamado la atención.
Algunos de los exrehenes de AQMI, como el austriaco Wolfgang Ebner en 2008, señalaron que los jefes de la “katiba”(grupo) que les mantuvo presos eran argelinos, pero que entre sus hombres había de todos los orígenes incluidos saharauis, mauritanos, malienses, nigerianos, tunecinos, marroquíes o nigerinos.
AQMI reivinca sus secuestros, suele incluso enviar pruebas de vida, pero antes de que lo haya hecho fuentes de la seguridad mauritana indicaron que el secuestro de los tres cooperantes había sido planificado por el argelino Mokhtar Belmokhtar, apodado el tuerto, el mismo jefecillo de Al Qaeda que en noviembre de 2009 capturó a tres voluntarios catalanes en la principal carretera de Mauritania, a 170 kilómetros al norte de Nuakchot.
Trinidad Jiménez, la ministra de Asuntos Exteriores española, que mañana martes tiene previsto viajar a Rabat, informó que el Gobierno se había “puesto en contacto y está trabajando con los Gobiernos de la zona para que pronto puedan ser liberados”.
AQMI tiene actualmente en su poder, además de los tres cooperantes apresados ayer, a cinco rehenes capturados en circunstancias diferentes. Cinco empleados franceses de una filial de la multinacional Areva fueron apresados en Arlit, (noroeste de Níger), en septiembre de 2010, y una turista italiana lo fue en febrero cerca de Djanet en Argelia.
Hasta ahora Mokhtar Belmokhtar siempre había exigido un rescate pecuniario para liberar a los rehenes, pero su compañero de armas en el norte de Malí, Abdelhamid Abouzeid, pretende que, a cambio de la puesta en libertad de los cuatro franceses que están en sus manos, Francia retire además a sus tropas de Afganistán. Por eso el secuestro de estos franceses se ha convertido en el más largo de la historia del Sahel.
Los servicios de inteligencia españoles temen que Belmokhtar siga su ejemplo. Hasta ahora, sin embargo, este argelino que perdió un ojo pegando tiros hace ya más de una década, ha sido el más flexible de los secuestradores. A diferencia de Abouzeid, que asesinó a dos rehenes desde 2008 –un británico y un francés- Belmokhtar no ha matado a ninguno de sus cautivos y les ha proporcionado incluso las medicinas que requerían.
Aunque globalmente Al Qaeda sea una organización en declive su rama magrebí, pasa, en cambio, por un buen momento.Los hombres de Abdelmalek Droukdel, el jefe argelino de AQMI, han logrado,aparentemente, comprar o robar importantes cantidades de armas y explosivos durante la guerra de Libia en la que muchos milicianos que lucharon contra Moamar el Gadafi eran islamistas y habían incluso estado afiliados a Al Qaeda.
De ahí que en las últimas semanas se haya constatado un recrudecimiento del terrorismo en Argelia. A finales de agosto se produjo el atentado suicida más espectacular, en la prestigiosa Academia Militar de Cherchell, a 90 kilómetros al oeste de Argel, en el que fallecieron 18 personas, 16 de ellos militares. AQMI lo reivindicó.
El secuestro de ayer en Rabuni se añade al perpetrado, el 13 de octubre, cerca de Dabaad (Kenya), donde miembros de lamilicia islamista radical somalí Al Shabab, afín a Al Qaeda, capturaron a dos trabajadoras españolas de Médicos Sin Fronteras. Su apresamiento no ha sido reivindicado.
En total hay cuatro españoles en poder de organizaciones terroristas y es probable que sea el Gobierno que surja de las urnas el 20 de noviembre el que tenga que negociar con discreción, a través del Centro Nacional de Inteligencia y de intermediarios locales, la puesta en libertad de todos ellos. El secuestro de los dos varones catalanes por AQMI, a finales de 2009, se alargó nueve meses.
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