Galicia es la primera comunidad que fija por ley el techo de gasto autonómico
La Xunta deja la puerta abierta a incrementar el gasto un 0,2% en 2012
La Xunta no podrá gastar en 2012 más de 9.172 millones de euros. El Gobierno gallego presentará a finales de octubre un presupuesto para el próximo año que no superará el techo de gasto autoimpuesto, el primero que establece una administración española, y que solo permitirá invertir 23 millones más —un 0,2%— de los que la Consejería de Hacienda estimó en las primeras cuentas del presente ejercicio.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer el acuerdo para “disciplinar el gasto” marcando distancias con el resto de las comunidades, “que están comenzando el ajuste”, y la reforma de la Constitución. Galicia, dijo, está “en una posición más avanzada” porque su Gobierno “trabajó desde el primer día” para llegar a una situación económica que le permitirá en 2012 mantener una inversión “similar” a la de este año. Según esa lógica, es la reducción de un 15% del gasto, unos 1.600 millones de euros, respecto a lo presupuestado en 2009 la que permite al Gobierno gallego no hacer recortes drásticos en la cuentas de 2012 como los que anunció la presidenta de Castilla-La Mancha, la popular María Dolores de Cospedal, que llegarán al 20%. Para cumplir con el techo fijado, los presupuestos de la Xunta seguirán apostando por rebajar el gasto corriente y mantener la austeridad. Sin embargo, Feijóo prometió que no se recortará en inversiones —tanto reales como de capital— para “ayudar a la recuperación económica”, mientras blindará el gasto social y mantendrá la solvencia de la comunidad pagando a los proveedores y también la deuda.
La titular de Hacienda, Marta Fernández Currás, que compareció junto al presidente, explicó que el Gobierno gallego no podrá tramitar en ningún caso ampliaciones del gasto no financiero, aunque no especificó qué pasaría si se superara. “Estaríamos incumpliendo la ley. Esas cosas pasan, pero no es lo deseable. Estamos en condiciones de garantizar que se va a cumplir”, disculpó. La fórmula para hallar el gasto máximo tiene en cuenta las previsiones de crecimiento de la economía gallega que, según aseguró Fernández Currás, avanzará el próximo año un 1,5%, dos décimas por encima de la media española. El cálculo de la conselleira de Facenda es optimista pese a que en la variación interanual del PIB gallego en el primer trimestre de este año el crecimiento de Galicia, del 0,6%, se situó por primera vez en cinco años por debajo (una décima) de la media española.
La cantidad de 9.172 millones calculada como techo resulta de sumar los ingresos previstos —8.511 millones de euros—, el déficit aprobado del 1,3 % y los ajustes de contabilidad nacional, desglosó la consejera, que tildó la previsión de “conservadora, prudente y realista”. En el caso de que las arcas de la comunidad ingresen más dinero del previsto, tampoco se podrá aumentar el gasto, sino que esas cantidades se dedicarán a “mejorar la cuenta del déficil público”.
El presidente de la Xunta defendió que un presupuesto público “real y realista” es decisivo por la “contribución que puede hacer Galicia a la sustentabilidad del Estado”. “Unas cuentas públicas bien hechas suponen un buen camino para la recuperación”, apuntó Feijóo, que contrapuso esta práctica con la de “dejar en herencia deudas a otros gobiernos por ingresos inexistentes, lo que supone ralentizar la salida de la crisis”.
El acuerdo será aprobado por la mayoría del PP en el Parlamento el próximo martes. El techo podría contar también con el apoyo del PSdeG, ya que en junio votó a favor de la ley de disciplina presupuestaria, que obliga a los Gobierno a poner un tope al gasto y limita el endeudamiento en épocas de bonanza económica: las cuentas públlicas no podrán crecer más que el PIB cuando este aumente por encima del 2,5%.
El líder del PSdeG, Pachi Vázquez, afirmó ayer que su partido solo se opondrá al techo de gasto si esto supone un recorte en educación y sanidad. Vázquez avisó que no dispone todavía de los datos concretos de la propuesta. “Si significa recortar en inversiones no productivas respetando lo que mueve la economía gallega y defendiendo la educación y la sanidad, hablaríamos”, apuntó. El PSdeG no rechazó tampoco la ley de disciplina presupuestaria en su debate parlamentario —que sí criticó el BNG—, dos meses antes de que Zapatero pactase con el PP la reforma constitucional.
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