Rajoy: las medidas de Cospedal suponen "sembrar hoy para recoger mañana"
El líder del PP hace suyo y da su apoyo "personal" al plan de ajuste presentado por la presidenta de Castilla-La Mancha. Confía en que CiU se sume a la reforma constitucional
Los duros recortes presupuestarios en las autonomías que gobierna el PP se han convertido en el motivo principal del pulso entre este partido y el PSOE con vistas a la contienda electoral que se avecina. El presidente popular, Mariano Rajoy, respaldó ayer el plan de austeridad de la presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, que recorta el 20% del presupuesto de 2012, como modelo a seguir en todo el país: “Es lo que hay que hacer. Todos se están apretando el cinturón y las Administraciones también deben hacerlo, no deben gastar lo que no tienen”. El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró muy crítico: “Lo que proponen [los Gobiernos autónomicos del PP] es recortar en futuro y bienestar”.
Mariano Rajoy, apoya totalmente el duro plan de austeridad presentado por Cospedal, según ha declarado en Lisboa. Rajoy dijo que el recorte de un 20% del presupuesto regional (1.815 millones de euros) supone “sembrar hoy para recoger mañana”, aunque evitó precisar si este drástico plan de ajuste es el modelo de las políticas que pretende aplicar el PP en España si gana las elecciones del próximo 20 de noviembre.
Sí dijo claramente que el tijeretazo de Cospedal “es lo que hay que hacer” y “cuenta con el apoyo de todos en el Partido Popular”. “Todos se están apretando el cinturón y las administraciones también deben hacerlo, no deben gastar lo que no tienen”, añadió. Rajoy hizo estas declaraciones al término de una reunión en el Palacio de Belem con el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, del conservador Partido Social Demócrata (PSD), partido "hermano" del PP.
El presidenciable popular no entró a valorar las nuevas medidas anunciadas el día anterior por el Gobierno luso, como el aumento de impuestos a los salarios más altos y empresas, y la congelación de salarios de los funcionarios, con el objetivo de lograr el equilibrio fiscal. Rajoy, al igual que el primer ministro portugués, ha expresado varias veces su oposición a un aumento de impuestos. Pero hoy, al hablar de Portugal y de las nuevas medidas del Gobierno de Pedro Passos Coelho (PSD), señaló: “La prioridad de ambos países es la misma: el ajuste de las cuentas públicas y las reformas para generar crecimiento”.
El Gobierno de coalición de centro-derecha y el Partido Socialista, líder de la oposición, firmaron en mayo pasado un duro programa de austeridad con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, como condición previa a un préstamo a tres años de 78.000 millones de euros, para evitar la quiebra de las cuentas públicas.
En su fugaz visita a Lisboa, Rajoy también habló del proyecto de red ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, del que se ha descolgado el nuevo Gobierno portugués desde que asumió el pasado 21 de junio. El líder popular defendió la construcción del AVE ibérico “cuando lleguen tiempos mejores”. “El PP está a favor de la alta velocidad, nunca renunciaremos a ella en nuestros programas electorales”, manifestó. “Pero es evidente que hay que decirle a la gente que vivimos una situación económica que todos conocemos”. El primer ministro luso reiteró el miércoles en Madrid que su Gobierno ha suspendido la construcción del AVE desde la frontera con España hasta Lisboa, y dejó entrever que se trata de una decisión poco menos que definitiva.
Rajoy pronunció por la tarde una conferencia en la escuela de verano del PSD, en la localidad de Castelo de Vide, y en una comparación entre España y Portugal aprovechó para criticar y dar su particular visión del legado de los gobiernos socialistas de José Sócrates y José Luis Rodríguez Zapatero. “La situación también está cambiando de manera drástica”, dijo. “Portugal ha tenido elecciones hace pocos meses. Nosotros, los españoles, las tendremos el próximo mes de noviembre. ¿Cuál es el legado de los gobiernos socialistas que han dirigido nuestros países durante estos años y que, en el caso de España, esperamos que no se prolongue más allá de unos meses? La respuesta es sencilla: estancamiento de la economía, alto endeudamiento, pérdida de competitividad, y la principal y más dolorosa consecuencia de todo ello, unas cifras de paro insoportables”. Y concluyó: “Los gobiernos socialistas negaron la crisis al principio. Después, cuando no pudieron negar la evidencia, la banalizaron como si se tratara de un malestar leve y pasajero”.
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