Rajoy: "Camps tiene futuro en la vida pública, privada o donde quiera"
El líder de los populares estima que el dimisionario demuestra “su grandeza”
Tras dos días de silencio, de escabullirse a toda costa de la prensa, Mariano Rajoy habló de Francisco Camps. Habló, sí, pero lejos de la presión de Madrid y en un terreno, Andalucía, en el que tiene una oportunidad única de hacer historia en los próximos meses si el PP alcanza el Gobierno en una tierra hasta ahora esquiva. Rajoy habló de Camps y lo hizo en términos elogiosos, obviando que la dimisión se produce cuando el expresidente está en el precipicio del banquillo de los acusados como sospechoso de haber caído en la trama de corrupción tejida por la red Gürtel.
Rajoy no cree que la renuncia de Camps suponga un baldón definitivo en la carrera política del no hace mucho poderoso barón del PP. Al contrario. Liberado de la losa que suponía Camps en su camino hacia La Moncloa, el líder del PP reivindicó ayer en Granada la figura del todavía líder valenciano. Destacó la decisión de Camps y le abrió una misteriosa puerta de cara al futuro, una vez resuelva su proceso judicial. Camps, señaló Rajoy, “tiene futuro en la vida pública, en la privada, donde él quiera”, puesto que ha tomado la decisión por “su tierra y por su partido”.
Camps ha estado a la altura de las circunstancias
Mariano Rajoy
Pese a que la estrategia de la dirección nacional pasaba por que Camps se declarara culpable del delito del que está acusado (cohecho impropio, por haber aceptado regalos de la trama), Rajoy ve idónea la decisión de este de renunciar a la presidencia de la Generalitat y afrontar el juicio. “En los momentos difíciles es cuando hay que dar la talla y es cuando se conoce a la gente con grandeza”. Y para Rajoy, lo que ha hecho Camps es actuar con “grandeza”. “Ha estado a la altura de las circunstancias”, añadió.
Rajoy siguió a rajatabla la estrategia que ha marcado el PP una vez que se ha resuelto el tapón que suponía Camps en su discurso: que el PSOE tome ejemplo, comparando situaciones y casos en muy diferente situación procesal. Primero se centró en el caso Faisán, sobre el supuesto chivatazo a ETA, en el que están imputados mandos policiales y que es la baza favorita del PP para atacar al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Rajoy exigió “explicaciones” de los superiores de los mandos imputados cuando ocurrieron los hechos, es decir, de Rubalcaba y del actual ministro del Interior, Antonio Camacho. “Es lo mínimo en un sistema democrático. No puede ser que un responsable político no diga nada”, apuntó.
El líder del PP también se refirió al escándalo de los ERE fraudulentos subvencionados por la Junta de Andalucía. Rajoy no pidió la dimisión del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, pero sí cuestionó la decisión de los socialistas andaluces de vetar una comisión de investigación en el Parlamento autónomo sobre este caso. “Se han aprovechado de mucho dinero y no hay nada que requiera más una investigación que eso”, explicó.
El jefe de la oposición se refirió asimismo al acuerdo de la Unión Europea para rescatar a Grecia. Consideró que es una buena decisión, aunque deja “lecciones importantes” para Europa y España. Entre ellas, destacó volver a los principios fundacionales del euro, una mayor coordinación presupuestaria o fiscal y no gastar por encima de lo que se ingresa. “En casa hay que hacer los deberes bien”, agregó Rajoy, confiado en las posibilidades de España para salir de la crisis. Conseguirlo requiere, en su opinión, un cambio “absoluto” en las políticas económicas y se marcó como objetivo para los próximos años no aumentar la deuda pública ni el déficit.
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