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Continuidad y cambio, 11 años después

Analogías y diferencias de la presentación de las candidaturas de Rubalcaba y Zapatero

Francesco Manetto
Alfredo Pérez Rubalcaba, esta mañana en Ferraz.
Alfredo Pérez Rubalcaba, esta mañana en Ferraz.ANDREA COMAS (REUTERS)

"Cambio" y "continuidad". "Futuro" y "legado inmediato". Palabras parecidas pronunciadas con 11 años de diferencia en escenarios políticos y económicos radicalmente distintos. Las respuestas del vicepresidente primero y candidato en las primarias del PSOE para elegir al aspirante a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, tienen analogías sustanciales con la intervención de un casi desconocido José Luis Rodríguez Zapatero el 25 de junio de 2000, un mes antes del congreso que le consagró como líder socialista en las elecciones generales.

El actual jefe del Ejecutivo habló entonces en su ciudad, León, arropado por los delegados en el congreso provincial del partido. Fue una presentación en sociedad en la que dejó claro su rechazo a la hipótesis de una "refundación" del PSOE y destacó la importancia de la herencia de los anteriores gestores socialistas. "Raíces". Así las llamó Zapatero, haciendo especial referencia a Felipe González. Porque "partir de cero es imposible", dijo, citando a Ortega y Gasset.

La concreción de Rubalcaba ante las preguntas de los periodistas tampoco se aleja mucho del grado de abstracción ofrecida entonces por Zapatero. SI el ministro del Interior ha asegurado que "hay cosas que tenemos que mantener y hay cosas que cambiar" -como la forma de trabajar y de producir, la formación, la educación, la innovación, ha agregado-, el presidente del Gobierno habló de "un cambio intenso que incorpore el mejor espíritu transformador y que convierta los deseos en compromisos".

Zapatero, el 25 de junio de 2000, cuando presentó su candidatura a las primarias en León.
Zapatero, el 25 de junio de 2000, cuando presentó su candidatura a las primarias en León.EFE

Además de la idea de cambio y lealtad con los antecesores (en el caso de Rubalcaba, además, existen vínculos de "amistad" con el presidente del Gobierno y una relación que les "pertenece a ambos"), los dos candidatos abordaron, con gesto pausado y tono tranquilo, la cuestión del liderazgo. Esta mañana el vicepresidente ha expresado sus convicciones: "Creo que puedo ganar las elecciones. Tengo un programa de Gobierno para España y creo saber lo que España necesita". Zapatero hizo referencia a la "autoridad que necesita el partido" y a su "disposición integradora", algo parecido a los "proyectos cooperativos" que ha mencionado esta mañana su número dos.

Las principales diferencias entre las dos comparecencias las ha marcado la realidad. Esto es, el paro, la crisis económica, las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos. En definitiva, las referencias a la agenda de un proyecto político que consiga adaptarse a una sociedad que ha cambiado. Si bien el jefe del Ejecutivo aludió hace 11 años a la necesidad de crear empleo estable, también quiso recalcar la importancia de una sociedad multicultural que acepara a los inmigrantes, la urgencia de la conciliación, de la dependencia de los ancianos o la promoción de la cultura.

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El trabajo de sus dos Gobiernos ("lo que hay que mantener", según Rubalcaba), sin embargo, no desvía ahora la atención del próximo candidato. "El fondo de la cuestión es que la gente ha perdido el trabajo. El problema es que la gente lo ve negro y lo está pasando mal. Y tenemos que ofrecer convicción de que podemos hacerlo".

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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