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Zapatero cierra con el PNV y CC un pacto para el resto de la legislatura

Los peneuvistas logran el desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika para 2012

José Luis Rodríguez Zapatero se aseguró a primera hora de la tarde de ayer la estabilidad parlamentaria de su Gobierno para el año y medio que queda de legislatura. Cerró, primero, el pacto con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y una hora después, con el presidente de Coalición Canaria, Paulino Rivero.

Con los ocho votos de ambos partidos logra la mayoría absoluta en la Cámara y evita la inestabilidad a que su Gobierno fue sometido esta legislatura, con momentos especialmente tensos, en que estuvo cerca de perder una votación decisiva, como fue la del decreto de ajuste de mayo, que hubiera supuesto la caída del Ejecutivo. Con el acuerdo, Zapatero gana tiempo para preparar su futuro político.

El doble acuerdo va más allá del apoyo al Gobierno para los Presupuestos de 2011. Se extiende a "las leyes e iniciativas para superar la crisis económica", como admitió el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso. Afectará, por tanto, a la Ley de Economía Sostenible y a las reformas que acometa el Gobierno contra la crisis, como la de las pensiones.

Alonso, que llevó el peso de la negociación con el PNV y CC, junto con el vicepresidente Manuel Chaves y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, destacó que el acuerdo "es bueno para los intereses generales de España" porque envía un mensaje de "confianza" interna, a empresarios y trabajadores, y externa, a los agentes internacionales. El PNV logra a cambio de su apoyo a la estabilidad del Gobierno en el resto de la legislatura el desarrollo completo del Estatuto de Gernika, con la excepción de dos materias: prisiones, porque afecta a la política antiterrorista, y aquellos traspasos que vulneran o podrían romper la caja única de la seguridad social. Su líder, Iñigo Urkullu, calificó el acuerdo de "paso determinante" para encauzar el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika. El despliegue estatutario afectará a veinte materias que se traspasarán en dos etapas: tres, referentes a las políticas activas de empleo, en 2010, y las 17 restantes, en 2011. Una comisión bilateral, formada por tres miembros del PNV y otros tres del PSE-EE, lo supervisará.

El acuerdo implica el apoyo de ambos grupos a la reforma de las pensiones

Con este acuerdo, el PNV vuelve a la política autonomista, tras los 11 años del paréntesis soberanista del mandato del anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, en que se obvió el Estatuto. Y también centra su imagen en Euskadi, lo que le está produciendo rentabilidad política. También ha funcionado la sintonía de Zapatero con Urkullu, cuya relación, el presidente viene cultivando desde hace meses. Así como la de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, con el líder del PNV.

Zapatero ha cuidado, al máximo posible, la relación con el lehendakari, Patxi López, al que informó ampliamente del acuerdo la noche del jueves y del que tuvo en cuenta sus reservas sobre las líneas rojas a no traspasar. Ese mismo día se reunió en Madrid una comisión del PSE, encabezada por el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, con los negociadores de Zapatero: Chaves y Alonso. Y Alonso insistió mucho ayer en que propondrá a López el nombre del diputado vasco Eduardo Madina para esa comisión.

Urkullu compareció con Erkoreka ayer en la sede central del PNV, donde estaba reunida la Asamblea Nacional, para ser informada de lo pactado. Puso en valor, sobre el acuerdo, la "proyección exterior" y el reconocimiento "internacional al Concierto Económico", que a su juicio supondrá la presencia vasca en las reuniones de tres grupos de trabajo del Ecofin en asuntos relacionados con la fiscalidad, donde el País Vasco tiene competencias propias. El País Vasco será el único ente subestatal con esa posibilidad, resaltó. Además, subrayó los 112 millones de inversiones en Euskadi que se negociarán en las enmiendas parciales y los proyectos estratégicos, como el compromiso de mantener los ritmos de la Y ferroviaria vasca.

Urkullu admitió que el acuerdo no contempla nada sobre terrorismo, pacificación o normalización, pero insistió en que el tiempo que el acuerdo proporciona a Zapatero no debería desaprovecharse. Fue reacio a admitir que el PNV ha adquirido el compromiso de aprobar los proyectos de ley de contenido económico que todavía tendrá que llevar el Gobierno al Congreso. "Tenemos manos libres", aseguró. Pese a esa resistencia y un poco contradictoriamente, sí admitió que su partido ha abierto a Zapatero "una senda para el cumplimiento de la legislatura", que el presidente tendrá que mantener con un ejercicio permanente de entendimiento. Erkoreka fue menos opaco: "Si los proyectos son razonables y en sintonía con el objetivo de mantener la estabilidad, hay una perspectiva de entendimiento notable".

Los nacionalistas vascos dejan atrás la política soberanista de Ibarretxe

Con los ocho votos de ambos partidos logra la mayoría absoluta en la Cámara y evita la inestabilidad a que su Gobierno fue sometido esta legislatura, con momentos especialmente tensos, en que estuvo cerca de perder una votación decisiva, como fue la del decreto de ajuste de mayo, que hubiera supuesto la caída del Ejecutivo. Con el acuerdo, Zapatero gana tiempo para preparar su futuro político.

El doble acuerdo va más allá del apoyo al Gobierno para los Presupuestos de 2011. Se extiende a "las leyes e iniciativas para superar la crisis económica", como admitió el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso. Afectará, por tanto, a la Ley de Economía Sostenible y a las reformas que acometa el Gobierno contra la crisis, como la de las pensiones.

Alonso, que llevó el peso de la negociación con el PNV y CC, junto con el vicepresidente Manuel Chaves y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, destacó que el acuerdo "es bueno para los intereses generales de España" porque envía un mensaje de "confianza" interna, a empresarios y trabajadores, y externa, a los agentes internacionales. El PNV logra a cambio de su apoyo a la estabilidad del Gobierno en el resto de la legislatura el desarrollo completo del Estatuto de Gernika, con la excepción de dos materias: prisiones, porque afecta a la política antiterrorista, y aquellos traspasos que vulneran o podrían romper la caja única de la seguridad social. Su líder, Iñigo Urkullu, calificó el acuerdo de "paso determinante" para encauzar el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika. El despliegue estatutario afectará a veinte materias que se traspasarán en dos etapas: tres, referentes a las políticas activas de empleo, en 2010, y las 17 restantes, en 2011. Una comisión bilateral, formada por tres miembros del PNV y otros tres del PSE-EE, lo supervisará.

Con este acuerdo, el PNV vuelve a la política autonomista, tras los 11 años del paréntesis soberanista del mandato del anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, en que se obvió el Estatuto. Y también centra su imagen en Euskadi, lo que le está produciendo rentabilidad política. También ha funcionado la sintonía de Zapatero con Urkullu, cuya relación, el presidente viene cultivando desde hace meses. Así como la de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, con el líder del PNV.

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Urkullu compareció con Erkoreka ayer en la sede central del PNV, donde estaba reunida la Asamblea Nacional, para ser informada de lo pactado. Puso en valor, sobre el acuerdo, la "proyección exterior" y el reconocimiento "internacional al Concierto Económico", que a su juicio supondrá la presencia vasca en las reuniones de tres grupos de trabajo del Ecofin en asuntos relacionados con la fiscalidad, donde el País Vasco tiene competencias propias. El País Vasco será el único ente subestatal con esa posibilidad, resaltó. Además, subrayó los 112 millones de inversiones en Euskadi que se negociarán en las enmiendas parciales y los proyectos estratégicos, como el compromiso de mantener los ritmos de la Y ferroviaria vasca.

Urkullu admitió que el acuerdo no contempla nada sobre terrorismo, pacificación o normalización, pero insistió en que el tiempo que el acuerdo proporciona a Zapatero no debería desaprovecharse. Fue reacio a admitir que el PNV ha adquirido el compromiso de aprobar los proyectos de ley de contenido económico que todavía tendrá que llevar el Gobierno al Congreso. "Tenemos manos libres", aseguró. Pese a esa resistencia y un poco contradictoriamente, sí admitió que su partido ha abierto a Zapatero "una senda para el cumplimiento de la legislatura", que el presidente tendrá que mantener con un ejercicio permanente de entendimiento. Erkoreka fue menos opaco: "Si los proyectos son razonables y en sintonía con el objetivo de mantener la estabilidad, hay una perspectiva de entendimiento notable".

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