Profesores que apuestan por mejorar la calidad de la enseñanza
Los docentes del instituto alicantino de Pinoso estudian las expectativas de futuro de su alumnado y, en respuesta, acuerdan cambiar los modos de enseñar, empleando metodologías de aprendizaje por proyectos, integrando las tecnologías y reorganizando los espacios
El número cuatro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por Naciones Unidas en 2015, establece el desafío de “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. La primera de sus metas fija la referencia de “velar por que todas las niñas y todos los niños tengan una enseñanza primaria y secundaria completa, gratuita, equitativa y de calidad que produzca resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos”. Toda una inspiración para el equipo docente del único instituto de la localidad alicantina de Pinoso, de 7.966 habitantes, el Instituto Público de Educación Secundaria José Marhuenda Prats, con 520 estudiantes.
Nazario Rico Rico, vicedirector del instituto, nos traslada su preocupación por determinadas conversaciones de desaliento, demasiado habituales, entre el alumnado.
—¿Para qué queremos estudiar, si en Pinoso no hay futuro?
—Mi madre trabaja en los zapatos y dice que cada año tiene menos faena, porque se están llevando la fabricación al extranjero.
—Pues mi padre trabaja en la cantera y ahora está en un ERE porque no hay demanda de mármol.
—En mi familia son todos agricultores y quieren que estudie una carrera y que me haga funcionario para no depender de las sequías, de las heladas y no tardar dos años en cobrar una cosecha. Pero si estudio una carrera, en Pinoso no hay apenas puestos de trabajo para universitarios. Entonces, ¿me tendré que ir a vivir fuera?
En Pinoso los tres pilares económicos tradicionales están en crisis. La fabricación de calzado gradualmente se deslocaliza, la extracción de mármol se frena por la crisis económica e inmobiliaria y la agricultura vive en permanente penuria por el déficit hídrico y unos precios de mercado inferiores a los costes de producción. Rico explica que “las condiciones de trabajo en el sector del calzado (temporalidad), en la minería (riesgos laborales) y en la agricultura (pésimas condiciones de vida) hacen que muchas familias vean en la educación una vía para mejorar la calidad de vida de sus hijos”.
Estas bajas expectativas y la esperanza de las familias en la educación impulsaron al profesorado al análisis de la situación económica, laboral, social y medioambiental de su municipio; y a pensar, al mismo tiempo, en la tarea docente y en la calidad de la formación que brindaban a sus estudiantes. La simple continuidad y la tentación de buscar responsabilidades fuera no iba a servirles para mejorar. Estaban convencidos de que debían indagar, formarse y ensayar nuevos formatos curriculares, organizativos y de relación interna y con el entorno.
En el año 2018, un grupo de docentes constituidos en seminario interno de formación sobre “El aula del futuro” (proyecto del Ministerio de Educación y Formación Profesional en colaboración con las comunidades autónomas, de flexibilización de los espacios de aprendizaje en combinación con el uso de las tecnologías y las metodologías activas), observan una brecha abierta. Entre las tristes expectativas de sus estudiantes y las tareas abordadas en el aula. Deciden trasladar esta inquietud a la comunidad educativa y a las entidades municipales y se dan cuenta de que deben colaborar los distintos agentes para reducir esa brecha realidad-escuela, con tal de evitar que los estudiantes perciban el instituto como un espacio gris y distante.
El profesorado asume que la actualización profesional debe formar parte de su práctica. Contactan con otros centros con experiencia en el empleo de metodologías activas de colaboración e indagación, aprendizaje cooperativo y por proyectos. Preguntan a los estudiantes sobre los espacios, el mobiliario y las tareas de clase. Validan sus primeras conclusiones con la comunidad educativa (familias y agentes locales).
Según comenta David Ferrandis Micó, profesor de Geografía e Historia y uno de los impulsores del Proyecto de Innovación e Investigación del instituto, consiguen poner en marcha modificaciones estructurales de transformación estética y funcional del espacio de clase, protagonismo del alumnado en su proceso de aprendizaje, significación y sentido de los objetivos curriculares y mayor utilización de los dispositivos tecnológicos.
Educar para un futuro más justo y solidario
“No hay nada que se parezca más a una red que una biblioteca y, en nuestro caso, es el espacio que nos une y nos permite compartir experiencias enriquecedoras”, afirma Estefanía Pérez Fenoll, profesora coordinadora del equipo de diez docentes que tratan de hacer de la biblioteca un centro cultural, lugar de encuentro, lectura, estudio y debate. Disponible en horario de recreo, cuenta con diferentes zonas para disfrutar de la lectura, participar en una tertulia literaria dialógica o realizar un trabajo de investigación.
El respeto, la igualdad y la convivencia constituyen otro de los ejes básicos de mejora de la oferta educativa del instituto.
La inclusión se convierte en impulsora de la acción docente, de la coordinación de igualdad y convivencia y del grupo de catorce docentes vinculados más directamente con la garantía de este derecho. Contemplan, al tiempo, la creación de un equipo de mediación para abordar conflictos entre el alumnado, con el profesorado y las familias. Vanessa Ferre Lorente (coordinadora de igualdad y convivencia) y Pilar López Azorín, jefa de estudios, nos explican que todas las actividades se vehiculan a través del Plan de Acción Tutorial. Están dirigidas a que el alumnado reflexione y se conciencie sobre la mejora de la convivencia.
Una actividad de especial compromiso y valor formativo fue la participación en el proyecto audiovisual y de género “Documóvil”, financiado por la Diputación de Alicante. Durante unos días, el instituto se convirtió en un plató de rodaje, donde se grabaron dos cortos sobre perspectiva de género: Per als altres soc, en valenciano, sobre la cosificación y sexualización de la mujer; y Ser hombre, en castellano, en torno a las nuevas masculinidades. Los estudiantes elaboraron los guiones, los protagonizaron y los maquetaron con la ayuda de los profesionales del proyecto.
Para garantizar la transición desde la educación primaria a la secundaria, el equipo directivo, la orientadora y los docentes de los grupos de primero de ESO y del último curso de Primaria de los colegios adscritos, mantienen una relación fluida, organizando reuniones periódicas y visitas al instituto del alumnado de sexto de Primaria y de sus familias. Llegan a profundizar aún más en este propósito de buena acogida utilizando el método cooperativo de “Tutoría entre iguales”. Cada estudiante de primero de ESO tiene como referente a un estudiante mayor, de tercero, con quien establece un vínculo especial que asegura una buena integración en el centro.
Aprender ‘con sentido’
El compromiso del centro va mucho más lejos; se replantea la propia enseñanza y crean el equipo “Proyecto de Innovación e Investigación Educativa”, formado por siete docentes, dispuestos a reflexionar, formarse e investigar para responder a las inquietudes de los estudiantes.
—Las clases parecen cárceles…
—… o campos de concentración.
—El color verde pálido de las mesas, las sillas, la pizarra… No me gusta nada.
—Además, siempre habla el profesor y aquí nosotros a aguantar la chapa sin poder decir nada.
Abordan cambios en los modos de enseñar y evolucionan a formatos de aprendizaje más centrados en proyectos, integrando las tecnologías, reorganizando los espacios, poniendo en práctica una evaluación formativa en la que los estudiantes adoptan un papel protagonista. De esta manera, en el 2019-20, surge el proyecto “Respira 21″ (dejar entrar aire nuevo y tomar aliento para el siglo XXI), continuando a partir del 2020-21 con el nombre de “Inspira 21″ (disfrutar del cambio, saborear el trabajo una vez consolidado y probado su valor), explica Nazario Rico.
La materialización de estos proyectos se ha realizado en el primer curso de ESO y en Geografía e Historia, Valencià: Llengua i literatura, e Informática, transformándose en el “Àmbit sociolingüístic”.
El trabajo del ámbito ocupa ocho horas semanales agrupadas en franjas de dos horas seguidas. Las clases se desarrollan en dos aulas rediseñadas y transformadas, tanto a nivel estético como funcional y tecnológico, haciendo posible la interacción entre el alumnado y con el profesorado. La individualidad característica en la disposición de las mesas y las sillas se transforma en disposición grupal. Cada estudiante tiene asignado un rol (portavoz, secretario, coordinador y supervisor), según informa David Ferrandis, uno de los docentes del equipo.
La codocencia es otro de los pilares del cambio metodológico. Los tres profesores de valenciano reciben en el aula a un profesor de Geografía e Historia, una hora a la semana. Además de compartir otra hora de Informática con la profesora de la materia.
Los contenidos se organizan y fusionan en tres proyectos. Uno por trimestre. En Go go travel los estudiantes asumen el rol de viajeros y elaboran un itinerario, ilustrándolo con todo tipo de referencias, geográficas, culturales, económicas, etc. valiéndose de un blog virtual. En Japó Geogràfic, se convierten en redactores de una revista con sede en Japón, especializada en medio ambiente y en tecnología aplicada a su conservación. Arqueòlegs i arqueòlogues al museu es el tercero. Los estudiantes son arqueólogos, recogen muestras de la recreación de cinco yacimientos, uno de la Prehistoria, dos de civilizaciones fluviales (Egipto y Mesopotamia) y dos de civilizaciones antiguas (Grecia y Roma).
El producto final son cinco paneles informativos sobre cada una de las civilizaciones o etapas: localización, sociedad, religión, política, economía y arte. Se exponen en el instituto y son explicados por los estudiantes; también en la biblioteca municipal del pueblo. Según David Ferrandis, recrean el proceso que existe desde que una pieza arqueológica es encontrada hasta su exposición y difusión en un museo.
Se ponen en marcha otras muchas iniciativas como la del equipo de organización de las jornadas “Reflexionamos sobre el presente; nos orientamos para el futuro”, abiertas a la comunidad educativa y con temáticas en torno a los ODS. Participan empresarios, políticos, técnicos municipales, investigadores, presidentes de comunidades de regantes, representantes de asociaciones vecinales, docentes y la alta inspección educativa, para trabajar sobre la sostenibilidad de nuestro modo de vida, el futuro de las actividades laborales y las capacidades de respuesta de los sistemas educativos.
El equipo docente del IES José Marhuenda Prats es consciente de que la responsabilidad y significado del objetivo cuatro de los ODS, sobre la exigencia de calidad al servicio público educativo, les hace apostar por una práctica compleja y repleta de desafíos que abre nuevos horizontes. Una labor encaminada con convicción a la plena inclusión, la equidad y a la mejora de la calidad para todos.
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