Más de 54.000 gazatíes menores de cinco años sufren desnutrición aguda y se enfrentan a “un mayor riesgo de mortalidad” por hambre, según la ONU
Un estudio dirigido por expertos de UNRWA entre enero de 2024 y agosto de 2025 y publicado por ‘The Lancet’ muestra que los picos de emaciación infantil coinciden con el bloqueo israelí de ayuda humanitaria. 151 niños han fallecido por hambre en los últimos dos años


Una cinta flexible de medición y una cifra: 125 milímetros, que marca la frontera entre la salud y la desnutrición en un niño o niña menor de cinco años. Si el perímetro de la parte superior del brazo de los pequeños es inferior a este número, sufren desnutrición aguda, como sería el caso de más de 54.000 niños de entre seis y 59 meses de edad (casi cinco años) en Gaza. Son las conclusiones de un estudio publicado este jueves en The Lancet, que estima que 12.800 de estos menores ya presentan cuadros graves, que necesitarían alimentación terapéutica intensiva y hospitalización. Pero en una Franja devastada y con un sistema sanitario hecho trizas tras dos años de bombardeos y donde la ayuda humanitaria que Israel autoriza es insuficiente, su vida corre peligro y las secuelas de esta emaciación grave afectarán negativamente a su desarrollo futuro.
El estudio, dirigido por UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, fue realizado entre enero de 2024 y agosto de 2025 y pudo comprobar cómo la desnutrición infantil disminuye durante un alto al fuego y registra aumentos sin precedentes durante los periodos de bloqueo, en los que Israel limita al máximo el acceso a comida, agua y medicinas.
“Tras dos años de guerra y severas restricciones en la ayuda humanitaria, decenas de miles de niños y niñas en edad preescolar en la Franja de Gaza sufren una desnutrición aguda prevenible y se enfrentan a un mayor riesgo de mortalidad”, estima Masako Horino, experta en nutrición en UNRWA e investigadora principal en este estudio.

El ministerio de Salud de Gaza, donde gobierna el movimiento islamista Hamás, ha contabilizado 151 niños fallecidos por hambre, desde que comenzaron los bombardeos israelíes hace exactamente dos años. La mayoría de estas muertes se han producido en 2025.
En los 20 meses que duró este estudio, se examinaron cerca de 220.000 niños de entre seis meses y cinco años (se estima que en la Franja viven un total de 346.000 niños y niñas en esta franja de edad) en 16 centros de salud y 78 puntos médicos en refugios y campos de desplazados en las cinco de las regiones de Gaza. Los investigadores apuntan que sus cifras pueden haberse quedado cortas, debido a que no se contabilizaron los niños gravemente enfermos ingresados en los hospitales y a que no se examinó a lactantes menores de seis meses.
Decenas de miles de niños y niñas en edad preescolar en la franja de Gaza sufren una desnutrición aguda prevenible y se enfrentan a un mayor riesgo de mortalidadMasako Horino, investigadora en UNRWA
Dependiendo de las circunstancias, el número de mediciones por mes no llegó a 1.000 niños y niñas o superó los 23.000. Los autores del estudio observaron que enero de 2024, la prevalencia de la emaciación o desnutrición aguda era del 4,7%, pero en julio de ese año ya había aumentado a 8,9%. A finales de 2024 se produjeron severas restricciones a la ayuda y, según la ONU, entraban en Gaza una media diaria de entre 42 y 92 camiones de ayuda humanitaria, frente a los 600 que llegaban a registrarse antes del inicio de los bombardeos israelíes. En enero de 2025, la desnutrición aguda ya afectaba al 14,3% de los más de 11.500 niños y niñas examinados.
Pocas posibilidades de rehabilitación
A principios de 2025, un alto el fuego de más de mes y medio permitió que entrara más ayuda en la Franja de Gaza y el porcentaje de emaciación cayó rápidamente a 5,5%. Pero después vino un bloqueo casi total durante 11 semanas. En ese tiempo faltaron alimentos, agua, medicamentos y combustible y las mediciones indicaron, hasta agosto de 2025, que un 15,8% de los niños y niñas tenían desnutrición aguda y un 3,7% de ellos la presentaba en forma severa.
Estos porcentajes permiten a los investigadores concluir que un total de 54.600 niños de entre seis meses y cinco años en la Franja necesitan nutrición terapéutica urgente y atención médica y de ellos, 12.800 niños presentan cuadros graves “con pocas posibilidades de rehabilitación debido a las cantidades inadecuadas de alimentos que cruzan las fronteras y a los servicios de salud y nutrición deficientes”.
Los autores subrayan puntos críticos, como Ciudad de Gaza, donde había una prevalencia de la desnutrición aguda 5,4% en marzo de 2025, que aumentó al 28,8% en agosto. “A menos de que haya una tregua duradera y se permita una ayuda humanitaria sin obstáculos, el deterioro de la desnutrición de estos niños y el aumento de la mortalidad en la Franja parecen inevitables”, apuntó Akihiro Seita, director de salud de UNRWA y autor del estudio.
Los resultados de esta investigación respaldan el anuncio realizado por la ONU en agosto, cuando confirmó que la hambruna, “totalmente provocada por el hombre”, castigaba ya a 500.000 personas en Ciudad de Gaza y que las mismas “condiciones catastróficas” se expandirían hacia el centro y sur de la Franja, a Deir al Balah y Jan Yunis, a fines de septiembre, si nada cambiaba. No se han publicado cifras oficiales posteriores para saber si esas predicciones se han cumplido.
Los autores del estudio publicado en The Lancet subrayan también las dificultades logísticas a las que se enfrentaron para recopilar datos. Dos tercios de las mediciones fueron realizadas en el centro y sur de la Franja y no tanto en la zona norte, donde el acceso del personal humanitario ha sido mucho más complicado en estos meses.
“Más allá de quedar como un dato que apoye la acusación de genocidio, pues las consecuencias se arrastrarán hasta futuras generaciones si sobreviven, el dato (del estudio) nos debería avergonzar a todos y todas”, estimó Juan Alguacil, médico y catedrático de Salud Pública en la universidad de Huelva, en declaraciones recogidas por el portal Science Media Centre (SMC) España. “Y si miramos hacia adelante, el panorama sigue siendo desolador. Los niños afectados requieren tratamiento regular con alimentos terapéuticos que siguen sin poder entrar en la franja de Gaza y, en los casos extremos, necesitan hospitalización, en una zona donde se han destruido casi todos los hospitales”, agregó.
A menos de que haya una tregua duradera y se permita una ayuda humanitaria sin obstáculos, el deterioro de la desnutrición de estos niños y el aumento de la mortalidad en la Franja parecen inevitablesAkihiro Seita, director de salud de UNRWA
Efectos a largo plazo
Para expertos en nutrición ajenos a este estudio, el mérito y la solidez de esta investigación radican en que haya podido realizarse durante más de año y medio en diferentes zonas de la Franja pese al complicado contexto.
Este estudio “vincula aumentos y disminuciones de la malnutrición con eventos concretos (bloqueos, envíos de ayuda, ceses de fuego), mostrando diferencias según edad y ubicación geográfica, lo que permite una comprensión más detallada de la dinámica del hambre en contextos de conflicto”, estimó Rafael Castro-Delgado, profesor titular de Medicina de Urgencias de la Universidad de Oviedo y asesor de grupos de trabajo técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en declaraciones a SMC España.

Otros expertos advirtieron, tras leer las conclusiones de esta investigación, de las secuelas que sufrirán estos niños gravemente desnutridos si consiguen sobrevivir.
“Debería haber una seria preocupación por los efectos a largo plazo, como las consecuencias intergeneracionales de la inanición y la restricción de alimentos en los niños, incluidos los riesgos excesivamente altos de enfermedades no transmisibles y la reducción de la esperanza de vida”, resaltan, citados por The Lancet, los profesores universitarios expertos en seguridad alimentaria, Zulfiqar A Bhutta, Jessica Fanzo y Paul H Wise.
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