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‘Expediente Netanyahu’: Las imágenes prohibidas de un primer ministro acorralado por corrupción

Filmin estrena este viernes un documental con vídeos filtrados de los interrogatorios al político israelí y testimonios que aseguran que es capaz de prolongar la ofensiva contra Gaza para no ir a la cárcel y mantenerse en el poder

Expediente Netanyahu
Fotograma del documental 'Expediente Netanyahu', de Alexis Bloom.Ziv Koren (Polaris Images)

El mundo cree conocer a Benjamin Netanyahu, pero nunca lo ha visto tal y como aparece en un documental que Filmin estrena este viernes. Las primeras imágenes de Expediente Netanyahu, dirigido por la cineasta sudafricana Alexis Bloom, muestran al primer ministro israelí interrogado por agentes de policía, que le leen sus derechos y le notifican que es objeto de una investigación por fraude, soborno y abuso de confianza. Estas acusaciones, por las que está siendo juzgado, pueden llevarlo a la ruina política y a la cárcel y para evitarlo, el avezado responsable estaría dispuesto a todo.

“Para seguir a flote, Netanyahu usa todos los utensilios de la caja de herramientas. Cuando empezamos a pensar en la película, estaba dispuesto a reformar el sistema judicial israelí y se había metido en la cama con la extrema derecha, con ministros como Bezalel Smotrich o Itamar Ben Gvir. Ahora, se habla de desplazar a los habitantes de Gaza. El contexto cambia, pero él no. Su supervivencia política es lo más importante. Al principio pensé que esta tesis era una exageración, pero desgraciadamente no”, explica Bloom en una entrevista con este diario por Zoom.

La columna vertebral de Expediente Netanyahu, que ha generado gran polémica y curiosidad antes de estrenarse, son estas imágenes inéditas filtradas de los interrogatorios al primer ministro entre 2016 y 2018. “Cientos de horas de grabaciones”, según Bloom, que llegaron a manos del productor y director de documentales estadounidense Alex Gibney, quien le propuso hacer esta película. Era el verano del 2023, varios meses antes de los sangrientos ataques de Hamás en Israel y del inicio de la guerra en Gaza. En los vídeos se ve a un Netanyahu prepotente, harto, déspota, víctima, iracundo y, por momentos, frágil y receloso. Un primer ministro en todo su esplendor y contradicciones.

El contexto cambia, pero él no. Su supervivencia política es lo más importante. Al principio pensé que esta tesis era una exageración, pero desgraciadamente no
Alexis Bloom directora de "Expediente Netanyahu"

“Todo esto es mentira, ¡mentira!”. “La prensa está creando el caos”. “Estos interrogatorios no tienen sentido”. “¿Usted cree que yo voy a contar las botellas de champán que me regalan los amigos cuando tengo cohetes de nuestros enemigos apuntándonos?”, se le escucha decir al primer ministro.

Netanyahu está acusado en tres casos diferentes, en los que se le reprocha haber concedido favores políticos y fiscales a personas y empresas, a cambio de costosos regalos, como champán, puros o joyas, y de una cobertura positiva de su gestión y de su familia en el sitio web de noticias Walla. El juicio comenzó en 2020 y Netanyahu tenía que haber declarado hace más de un año, pero logró retrasar sus comparecencias por la guerra en Gaza y posteriormente en Líbano y la situación de los rehenes que siguen en manos de Hamás en la Franja. Hasta el pasado martes, que testificó por primera vez ante el tribunal, para volver a negar todas las acusaciones y calificar el juicio de “gran absurdo”. ”Soy el primer ministro, dirijo un país y una guerra. No me ocupo de mi futuro, sino del del Estado de Israel”, dijo Netanyahu a los magistrados.

Es el mismo tono que brota por momentos en los interrogatorios de Expediente Netanyahu. “Se presenta como víctima, pero está destrozando a Israel y a los palestinos. No solo él, sino su coalición de extrema derecha con ministros con los que Netanyahu no hubiera ni querido hacerse una foto hace algunos años. En Estados Unidos, personas así serían el equivalente del Ku Klux Klan”, lanza Bloom, que también ha dirigido, entre otros, un documental sobre el fundador de Fox News, Roger Ailes (Divide and Conquer: The Story of Roger Ailes, 2018), y otro sobre Debbie Reynolds y su hija Carrie Fisher (Bright Lights, 2016).

Un pequeño dios

A las imágenes de los interrogatorios de Netanyahu, se suman extractos de los de su esposa, Sara, su hijo Yair, y varias personas salpicadas en los presuntos delitos, como el productor de películas estadounidense Arnon Milchan o el magnate de las comunicaciones Shaul Elovitch. El resultado deja muy malparados al primer ministro y a su familia, que parecen actuar movidos por una ambición sin límites y tener unos aires de grandeza poco conectados con la realidad de los israelíes.

Bloom reconoce su frustración al no haber podido poner frente a la cámara a varias personas relevantes. En Israel no se permite la difusión de las imágenes de interrogatorios sin el acuerdo de las personas interrogadas, razón por la cual la película no podrá oficialmente estar en cartelera en el país. “Tuve conversaciones off the record muy útiles para entender el momento complicado que vive Israel. Algunas personas cercanas a Netanyahu fueron muy críticas y describieron a una persona que se cree tocada por una especie de mesías, un pequeño dios...”, explica.

Por la pantalla sí desfilan, entre otros, el conocido periodista de la televisión israelí Raviv Drucker, una de las piezas fundamentales de la película, que ha sido incluso investigado en su país por la filtración de estas grabaciones para el documental, el exasesor de Netanyahu y testigo clave de su juicio, Nir Hefetz, su amigo de infancia Uzi Beller, o el ex primer ministro Ehud Olmert, que estuvo en la cárcel por corrupción.

“Creo que la situación en Israel es tan grave que personas que tal vez en otro momento no habrían hablado ante nuestra cámara, esta vez sí lo hicieron. A veces el dolor que genera expresarse públicamente es menor que el que genera quedarse callado. Me siento muy agradecida por haber tenido a gente tan inteligente y tan íntegra en el documental. Son el contrapeso de Netanyahu”, asegura Bloom.

El escenario de los interrogatorios de Netanyahu también llama la atención: una oficina humilde con una mesa austera, un mapa de la región y una modesta estantería, como si el primer ministro supiera que en algún momento esas imágenes iban a filtrarse. Sus poses exageradas hacen pensar también que por momentos el primer ministro está actuando.

Está destrozando a Israel y a los palestinos. No solo él, sino su coalición de extrema derecha con ministros con los que Netanyahu no hubiera ni querido hacerse una foto hace algunos años. En Estados Unidos, personas así serían el equivalente del Ku Klux Klan
Alexis Bloom

Una de las escenas más reveladoras de la película es cuando Raviv Drucker, experimentado periodista de investigación, explica que si hubiera podido prever en qué situación iba a estar su país hoy, con los ataques de Hamás, los rehenes israelíes que siguen en sus manos, la guerra en Gaza y en Líbano, habría dicho: ‘paren todo, no investiguen a Netanyahu’.

“Drucker es un verdadero guerrero contra la corrupción. Cuando él dice que de haberlo sabido, mejor habría sido dejar tranquilo a Netanyahu, hubo un peso que cayó sobre la habitación donde rodábamos. Fue profundamente deprimente”, recuerda Bloom.

Gran interés israelí

Pese a que el documental no podrá proyectarse en Israel, la directora explica que está sorprendida con el número de visionados que se han registrado desde el país gracias a descargas piratas o a una conexión VPN. “Los israelíes están intentando verla por todos los medios. He recibido muchos mensajes de agradecimiento de personas que nunca habían percibido esta faceta de Netanyahu y su familia y no habían caído en la cuenta de la conexión entre Gaza, los atentados de Hamás y los presuntos crímenes de Netanyahu”, explica. “Los israelíes llevan meses inmersos en el día a día de la guerra, mirando hacia otro lado y siento que la película ha destapado todo esto y que finalmente hemos sido útiles”, estima Bloom.

Expediente Netanyahu, cuyo título original en inglés es Bibi Files, Los archivos de Bibi, como se conoce en el país al primer ministro, es también una fotografía de las dolorosas fracturas internas de la sociedad israelí. “Es primer ministro desde que tengo uso de razón. No quiero oír su voz ni ver su cara. Me tiene agotada”, explica una joven habitante del kibutz Be’eri, uno de los más golpeados por los atentados del 7 de octubre de 2023. “Amigos y vecinos murieron ese día, pero eso no justifica el sufrimiento infligido a los gazatíes, que también son mis vecinos”, agrega la chica.

Los israelíes llevan meses inmersos en el día a día de la guerra, mirando hacia otro lado y siento que la película ha destapado todo esto y que finalmente hemos sido útiles
Alexis Bloom

La película, que comenzó a rodarse en enero de 2024, se terminó hace apenas algunas semanas. Fue difícil decidir poner la palabra ‘fin’ porque la actualidad evoluciona cada día. El pasado septiembre, parte del documental se proyectó en el festival de Toronto, con el fin de recaudar los fondos necesarios para concluir el trabajo. “Es una película controvertida y no teníamos el dinero necesario para terminarlo. La gente entendió que era un tema importante y nos apoyó”, explica Bloom. Pero Netanyahu apeló a la justicia israelí para impedir esa proyección en Canadá. “No entiendo por qué hizo eso. Los tribunales israelíes, claramente, no tienen potestad en Toronto”, dice Bloom.

Expediente Netanyahu se estrenó oficialmente en Nueva York en el Doc NYC y es distribuido en Estados Unidos por una pequeña plataforma. “Netanyahu está obsesionado con su imagen pública, sobre todo la que despierta internacionalmente, especialmente en Estados Unidos, y una película así es un trago duro para él”, concluye la directora.



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