¿Renunciarías a una entrevista por no ponerte ‘hiyab’?
El presidente de Irán canceló su encuentro con la periodista de CNN Christiane Amanpour en Nueva York por negarse a cubrirse la cabeza con un pañuelo
Christiane Amanpour sentada frente a una silla vacía. Con esta imagen, publicada este jueves en su cuenta de Twitter, la periodista de CNN explicaba cómo su entrevista con el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, había sido cancelada. El motivo, asegura, es que se negó a cubrirse la cabeza con un hiyab o velo islámico durante su encuentro acordado en Nueva York. Un ayudante del mandatario le comunicó, 40 minutos después de la hora de inicio de la entrevista, que el presidente pedía que llevara un pañuelo en la cabeza por ser “los meses sagrados de Muharram y Safar”. Ella se negó. “Estamos en Nueva York, donde no hay ninguna ley ni tradición sobre el pañuelo. Señalé que ningún presidente iraní anterior lo había exigido cuando los había entrevistado fuera de Irán”, narra. “El ayudante dijo que era ‘una cuestión de respeto’, y se refirió a ‘la situación en Irán’, en alusión a las protestas que recorren el país. Una vez más, le dije que no podía aceptar esta condición inédita e inesperada. Y así nos fuimos. La entrevista no se realizó”.
Irán cumple este viernes una semana de protestas tras la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, una joven de 22 años que había sido detenida por no llevar bien colocado el velo, obligatorio en la República Islámica. Las ONG iraníes elevan a 31 las víctimas mortales en las manifestaciones, mientras que la televisión oficial reduce el número a 17.
En Twitter no faltó quien comparase críticamente la simbólica foto de Christiane Amanpour ante el asiento vacío de Raisi con otra, la de la periodista Lesley Stahl, del canal estadounidense CBS. Esta entrevistaba al líder iraní rigurosamente tapada y usando hiyab. Pero matices muy importantes se perdieron en el debate en redes sociales: primero, la entrevista de CBS se realizó en Teherán, donde las extranjeras también están obligadas a cubrirse la cabeza –recordemos la entrevista de la española Ana Pastor al presidente Mahmud Ahmadineyad en 2011, en la que se le resbala el pañuelo de la cabeza–. Segundo, la entrevista de Stahl tuvo lugar, según la televisión estadounidense, el lunes 12 de septiembre, antes del estallido de las protestas.
At the end of what seemed to be a cordial interview with Iranian President Raisi Tuesday, a member of his staff reached up and blocked one of the cameramen from filming Lesley Stahl’s goodbyes and took a cameraman’s phone for 2.5 hours. https://t.co/CChTRxk3NR pic.twitter.com/VGWwSAm5y7
— 60 Minutes (@60Minutes) September 21, 2022
La exigencia del equipo de Raisi a la periodista de CNN, opina Ángeles Espinosa, especialista de EL PAÍS en el mundo árabe e islámico, es “inaceptable”. “No existe ningún precedente de presidente de la República Islámica que haga tal exigencia fuera de su país”, subraya en una conversación telefónica. Un ejemplo que vivió en primera persona fue su entrevista en 2002 al presidente Mohamed Jatamí en el Palacio del Pardo, en Madrid, la primera que el mandatario iraní concedía a un medio internacional, y en la que Espinosa no se cubrió el cabello. Años más tarde, cuando entrevistó al presidente Ahmadineyad en Irán, usó hiyab. La corresponsal, que fue expulsada de la República Islámica en 2011 después de entrevistar al disidente Ahmad Montazerí, dice que respetaría que otra compañera cediese a la exigencia del hiyab con el fin de obtener esta entrevista, pero cree que ella habría actuado igual que Christiane Amanpour. “Precisamente en el contexto actual de protestas, el gesto [de ponerse el velo] tiene otra lectura”.
Algo similar dice Aidan White, fundador de la Ethical Journalism Network (Red de Periodismo Ético), quien cree que las fuentes nunca deben imponer sus normas a la hora de vestir o comportarse. Por teléfono, incide en la importancia de que la entrevista de CNN fuese televisada. “Al someterse a esta exigencia, y en una entrevista centrada precisamente en el asunto del hiyab, daría la impresión al espectador de que su objetividad está comprometida. Si decidiese acceder a usar pañuelo, desde luego se vería obligada a explicar el motivo”.
Ricardo Gutiérrez, secretario general de la Federación Europea de Periodistas (FEP), disiente. Lo vital, opina, por teléfono y a título personal, habría sido conseguir el encuentro con Raisi para plantear preguntas difíciles en un momento histórico. “La cuestión verdaderamente importante me parece: ¿voy a tener yo la libertad de preguntar lo que quiero? Como periodista, mi responsabilidad es preguntar en nombre de la sociedad civil”. Y conecta la petición del presidente Raisi con otras cuestiones “protocolarias” en Europa, como la corbata en entornos de trabajo o el código de vestimenta de los encuentros papales en el Vaticano (las mujeres deben usar traje negro con falda por debajo de la rodilla y cubrirse la cabeza). Eso sí, Gutiérrez admite que el hecho de que esta sea una entrevista en televisión, y no prensa escrita, es un matiz relevante: ”Entiendo que no quiera que se la vea en televisión con un velo, especialmente en este momento”.
Laura Mijares es la coordinadora del Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid. Junto a Ángeles Ramírez, antropóloga de la Universidad Autónoma de Madrid, publicó en 2021 Los feminismos ante el islam. El velo y los cuerpos de las mujeres. Las académicas no están de acuerdo con ningún tipo de imposición de vestimenta a ninguna mujer del mundo, apuntan. “Dicho esto, la actitud del mandatario es muy parecida a la que se observa al respecto en sentido contrario: cuando en Europa son excluidas de la educación las chicas musulmanas que llevan pañuelo, como está sucediendo en España en este inicio de curso”, señalan por correo electrónico.
El presidente iraní, señalan, lidera un país autoritario que obliga a las mujeres a taparse y, por una cuestión de imagen, no quiere ser visto junto a una mujer sin pañuelo. “Pero ¿qué ocurre cuando se impone una vestimenta, o se prohíbe otra, en nombre de la democracia y las libertades?”, plantean. La periodista Amanda Figueras, autora de Por qué el Islam, resume su pensamiento en una frase por mensaje de texto: “Al final todo se resume en querer controlar los cuerpos de las mujeres y, por desgracia, eso no solo sucede en Irán. Se le suman los intereses políticos y el intentar imponer una cosmovisión como la única válida. Todo ello mientras la voz de las propias mujeres, por supuesto, es ignorada. Siempre se da por hecho lo que ellas piensan”.
La corresponsal internacional jefe de BBC, Lyse Doucet, opinaba al respecto de la entrevista de Amanpour en la web de la agencia de noticias británica. Para ella, la imagen de una mujer –de orígenes iraníes– sin velo entrevistando a un presidente ultraconservador acerca, precisamente, de las protestas contra el pañuelo, tiene una tremenda fuerza simbólica. “Muchas de nosotras nos guiamos por lo que necesitamos para conseguir la mejor entrevista. Hay un equilibro entre no faltar al respeto y no aceptar órdenes. Pero, cuando la entrevista trata precisamente sobre pañuelos, es una historia diferente”.
La vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, Edith Rodríguez Cachera, hace un llamamiento a las periodistas occidentales. “En solidaridad con las periodistas perseguidas dentro y fuera de las fronteras de Irán, y en solidaridad con periodistas como Narges Mohammadi, encarcelada desde 2015, es más importante que nunca que seamos conscientes del uso del velo en entrevistas y apariciones públicas, y que lo limitemos a lugares donde es estrictamente necesario”. Irán está entre los 10 peores países del mundo para ejercer el periodismo, según RSF, que calcula que un millar de periodistas han sido detenidos, encarcelados o ejecutados desde la revolución islámica de 1979.
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