15 fotosDERECHOS MUJERBuscar la supervivencia entre montañas de desperdiciosLas mujeres más pobres son las que reciclan basura en la comunidad de La Metálica, en Honduras, una zona que se inundó entera por las tormentas tropicalesGonzalo HöhrLa Metálica (Honduras) - 29 ago 2022 - 08:27CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa comunidad es conocida por un gigantesco vertedero de basura que se encuentra a escasos metros de las viviendas. Varios camiones procedentes de San Pedro Sula llegan diariamente para descargar toneladas de basura que se han convertido a su vez en el medio de vida de muchas mujeres de la zona. Gonzalo HohrAna Rosa tiene 58 años, y los últimos 16 los ha pasado recogiendo basura todos los días desde las seis de la mañana. Es una de las pepenadoras de Las Metálicas. Normalmente recoge aluminio, cobre, botes y plástico. Ha sacado adelante a su esposo y sus cuatro hijos trabajando de sol a sol en el basurero. Mientras habla, a su alrededor baten las alas pájaros negros carroñeros conocidos como 'limpiamundos'. Gonzalo HohrMartha Elena Enrique tiene 61 años y es pepenadora, como su hermana Ana Rosa. Cada día camina una hora para llegar al vertedero donde pasa los días recolectando basura para su posterior reciclaje. Cuenta que hoy es un trabajo solo para mujeres, porque antes, cuando también lo desempeñaban hombres, surgían problemas y disputas.Gonzalo HohrAna Rosa observa como el tractor va compactando las montañas de basura. Esta actividad desplaza los desperdicios para dejar espacio a los camiones que descargan montañas de residuos.Gonzalo HohrLos huracanes Eta e Iota inundaron esta zona a finales de 2020. El agua arrasó con las plantaciones, el ganado y las viviendas. Las condiciones son precarias todavía, carecen de electricidad y muchas casas son de chapa y lona. Los huracanes y la pobreza, entre otros factores, han hecho de la zona una de las más deprimidas del norte de Honduras. Gonzalo HohrRosa Iveth Acosta, lideresa de la comunidad, vivió el destrozo de los huracanes y es una de las personas que lucha cada día por hacer que la comunidad prospere poco a poco. Además de los estragos que dejaron las inundaciones y la parálisis económica consecuencia de la pandemia, reconoce que la subida del precio de los alimentos es ahora una de las mayores preocupaciones. Gonzalo HohrRosa Iveth muestra la estructura de hormigón de su casa que quedó en pie tras los huracanes Eta e Iota. Todo lo demás fue arrasado por las aguas que alcanzaron más de tres metros de altura. Gonzalo HohrRosa Iveth muestra el tejado de la casa de su vecina, donde dice que sobrevivieron aislados durante tres días. Era el punto más alto y pudo aguantar el peso de muchos vecinos mientras esperaban a ser desalojados en canoas. Gonzalo HohrDinora Ruiz es la presidenta del patronato y la representante más antigua de la comunidad, donde un total de 145 casas se perdieron bajo el barro. En el tejado de su vivienda salvaron la vida decenas de personas durante las inundaciones de los huracanes Eta e Iota. Gonzalo HohrMaritza está encinta. También trabaja en el basurero. Ya ha perdido dos embarazos y en la comunidad entienden que la acumulación de basuras orgánicas, las altas temperaturas y la inhalación de gases son una de las causas que provocan abortos. Es consciente de que su aporte a la economía familiar es indispensable, pero por ahora tendrán que salir adelante con el trabajo intermitente de su marido en las plantaciones bananeras. Gonzalo HohrLos zopilotes, aves carroñeras, son conocidas como 'limpiamundos' porque se lo comen todo. Las montañas de basura emanan calor, olor nauseabundo y gases.Gonzalo HohrNo hay descanso para estas mujeres que desempeñan una dura profesión. La basura orgánica fermenta al sol y emana gases. Gonzalo HohrMaría Magdalena Blanco tiene 62 años, lleva 11 trabajando como pepenadora y es la más veterana del basurero. Reconoce que es el único trabajo al que puede acceder a su edad. Su salud aún le permite trabajar las interminables jornadas que solo se acaban cuando descarga el último camión procedente de San Pedro Sula. Gonzalo HohrMartha Elena, de 61 años, en primer plano, clasifica junto a más pepenadoras la basura que acaba de descargar el último camión de basura. Gonzalo HohrPor un trabajo que roza las condiciones inhumanas, estas hondureñas cobran unos 700 pesos semanales (unos 28 euros). Gonzalo Hohr