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Oligarcas sancionados, millonarios y banqueros: los ‘Papeles de Pandora’ destapan 3.700 sociedades opacas vinculadas a Rusia

Los archivos secretos de 14 firmas de servicios ‘offshore’ arrojan luz sobre los bienes ocultos de magnates cercanos a Putin y de directivos de los principales bancos del país

Papeles de Pandora
Ilustración: SR. GARCÍA

El oligarca ruso Alexéi Mordashov se desprendió de su participación en el conglomerado del turismo alemán TUI en febrero, nada más hacerse públicas las sanciones europeas a casi mil ciudadanos rusos vinculados al Kremlin. Vendió su tercio de la empresa a Ondero Ltd, una sociedad de Islas Vírgenes Británicas, una de las jurisdicciones más opacas del mundo. Esta compañía es, al parecer, la nueva accionista del holding con el que Mordashov controla parte de sus inversiones en Europa. Y TUI aparentaba así desvincularse del empresario ruso sancionado.

Pero Ondero Ltd. está controlada, desde 2018, por Ranel Assets, compañía vinculada a Marina Mordashova, madre de los hijos del magnate, como ponen al descubierto los documentos internos de los Papeles de Pandora, una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en la que participan más de cien medios, EL PAÍS y La Sexta en exclusiva para España. Fue a finales de marzo cuando TUI supo que Mordashova estaba detrás de la compañía, un ejemplo de cómo las élites rusas utilizan la maquinaria global de sociedades opacas para rodear las sanciones que se les impone.

En la investigación, basada en la filtración de 11,9 millones de archivos internos de 14 proveedores de servicios de fiscalidad opaca, hay al menos 42 multimillonarios rusos, cuyas riquezas sumadas equivalen al 15% del producto interior bruto del país. Once han sido objeto de las recientes sanciones por la guerra en Ucrania. Además de Mordashov, en cuyo entramado los papeles revelan la participación de la consultora PwC, hay información sobre Anatoliy Kerimov, hombre del círculo de confianza del presidente ruso, Vladímir Putin; sobre Serguéi Chemezov, cuya embarcación ha sido retenida en España, o sobre ocho directivos de grandes bancos rusos, entre los que destacan los sancionados Peter Aven, el ejecutivo del mayor banco ruso, Herman Gref o Mijaíl Fridman, accionista de Alfa Bank y (hasta el comienzo de la guerra) de los supermercados DIA.

En los archivos se encuentran 3.700 sociedades vinculadas a más de 4.400 ciudadanos rusos, la nacionalidad más común en los documentos. Las crearon proveedores especializados en operar con compañías, fideicomisos y fundaciones a menudo utilizadas para ocultar bienes en jurisdicciones secretas, lejos de las miradas de las haciendas y de las autoridades nacionales.

Alpha Group, uno de los despachos en el centro de la filtración, es el que más representación rusa tenía entre sus clientes: 4 de cada 10 sociedades que gestiona están vinculadas a Rusia, según un análisis de los datos de la filtración. Este lunes, el ICIJ añade la información de esa firma a su base de datos pública Offshore Leaks, que suma ya más de 800.000 compañías registradas en jurisdicciones opacas destapadas a través de varias investigaciones.

Cómo perder el rastro de millones de euros

En febrero de 2003, Alexéi Mordashov, que entonces tenía 37 años, entraba en la lista de millonarios de la revista Forbes. Junto a este todavía desconocido magnate del acero había una lista de celebridades que iban desde la presentadora Oprah Winfrey al fundador de la bebida energética Red Bull. El ruso era descrito como “un empresario hecho a sí mismo”.

Ya entonces, como revelan los documentos de los Papeles de Pandora, el gigante de la consultoría PriceWaterhouseCoopers (PwC) estaba ayudando a la escalada millonaria de Mordashov, hasta una fortuna que hoy Forbes estima en 29.000 millones de dólares (más de 26.600 millones de euros). PwC asistió a una compañía de este empresario del acero para crear y gestionar al menos 65 sociedades opacas en Islas Vírgenes Británicas y otras jurisdicciones secretas. Los archivos muestran cómo esta red de sociedades se utilizó para canalizar inversiones en firmas europeas y, en Rusia, para intervenir en empresas de explotación de carbón, de madera o en medios de comunicación.

Alexei Mordashov
Alexéi Mordashov, junto al presidente ruso, Vladimir Putin, en una fotografia sin datar.Mikhail Klimentyev (getty)

En febrero de este año, la Unión Europea y el Reino Unido han sancionado a Mordashov por primera vez, debido a sus “vinculaciones con el poder ejecutivo” de Rusia. El magnate ha lamentado las sanciones diciendo no entender cómo pueden contribuir “a la resolución del tremendo conflicto en Ucrania”. La prohibición a las importaciones rusas le afecta además directamente: es dueño de Severgroup, con el que controla Severstal, el cuarto mayor productor de acero de Rusia, que exporta unos tres millones de toneladas anuales a países de la UE.

Ese mismo mes, Mordashov consiguió huir de las medidas deshaciéndose de sus acciones en la compañía minera Nordgold y en TUI, el conglomerado del turismo que controla hoteles en todo el mundo. La empresa forzó al ruso a dimitir del consejo directivo y a vender su participación (un tercio de la compañía).

En ese momento, Unifirm, sociedad con la que Mordashov gestiona sus inversiones, pasó a depender de Ondero, una compañía en Islas Vírgenes que se convertía así en dueña del 29,9% de TUI, un porcentaje valorado en 1.400 millones de dólares (unos 1.280 millones de euros). Los Papeles de Pandora revelan que Ondero es propiedad de Marina Mordashova, señalada en los documentos como “madre de los hijos” del magnate. Ondero, de hecho, también se hizo con el control de otra sociedad en Islas Vírgenes que utiliza un avión Bombardier Global 600 registrado en la Isla de Man, y cuya última anotación lo ubica en Moscú el 4 de marzo. El papeleo y las gestiones para esta sociedad también los llevó a cabo PwC, como revelan los documentos.

Mordashov no ha contestado a las preguntas del ICIJ sobre el cambio de acciones y PwC, que ha cerrado sus operaciones en Rusia tras la invasión de Ucrania, asegura que “está en el proceso de abandonar toda relación con personas sancionadas o entidades controladas por ellas”

Una situación parecida, en la que el rastro de un magnate desaparece gracias a una sociedad pantalla, es la que involucra a Suleymán Kerimov, uno de los hombres del círculo de confianza de Putin. Sobre este financiero e industrial con propiedades por valor de más de 9.800 millones de dólares (casi 9.000 millones de euros), según la Unión Europea, el ICIJ ya reveló que había recibido grandes sumas de dinero de Serguéi Roldugin, considerado el custodio de la fortuna del presidente ruso.

En octubre de 2013, el banco de inversión BNY Mellon identificó transferencias bancarias por más de 270 millones de dólares (250 millones de euros) desde una compañía pantalla de Chipre hasta SH Advisors Limited, sociedad de las Islas Caimán. El banco no consiguió identificar correctamente el beneficiario de la sociedad. Pero los archivos de Trident Trust, uno de los proveedores en el centro de los Papeles de Pandora, revelan que SH Advisors Limited pertenecía a Heritage XXI Holding Ltd, una sociedad pantalla en las Islas Vírgenes Británicas. El dueño de Heritage es la Fundación Suleyman Kerimov, entidad con fines benéficos registrada en Suiza. Un año más tarde, el mismo banco informó sobre millones de dólares en pagos a LT Trading, que asoció, por error, a una entidad británica con el mismo nombre: los Papeles de Pandora revelan que la sociedad, de Islas Vírgenes, está vinculada a Nariman Gadzhiev, el sobrino de Kerimov conocido por haber trabajado con él. A través del banco suizo Credit Suisse, la compañía se aseguró un préstamo de 67 millones de dólares para adquirir dos aviones: un Boeing 737 Business Jet hecho a medida y un Bombardier Global Express.

Los documentos revelan también cómo otro hombre cercano al Kremlin utilizó su entramado de sociedades opacas: se trata de Serguéi Chemezov, consejero delegado de Rostec, la gigantesca empresa pública rusa de armamento. Su mujer, Ekaterina Ignatova, y su hijastra, Anastasia Ignatova, están al centro de una red de nueve compañías en varias jurisdicciones secretas vinculadas a más de 350 millones de dólares (320 millones de euros) en bienes y patrimonio. A través de Anastasia, Chemezov controla desde hace años también varios bienes en España, como reveló EL PAÍS: un yate de 85 metros de eslora, retenido por las autoridades españolas, una villa cerca de Girona y otra en Estepona.

El escondite opaco de ocho banqueros

El sistema financiero ruso ha sido uno de los objetivos principales de las sanciones de la UE. Pero algunos banqueros del país ya tenían una vía de escape para reducir el impacto de esas medidas sobre sus finanzas personales. Durante la última década, ocho ejecutivos en los cinco mayores bancos rusos (Alfa Bank, VTB y VEB, sancionados, además de Gazprombank y Sberbank) han aprovechado el secretismo que ofrece el mundo financiero de los paraísos fiscales para ocultar bienes en jurisdicciones lejanas, como revela esta nueva entrega de los Papeles de Pandora.

Ocho banqueros pueden vincularse a diferentes operaciones en jurisdicciones opacas realizadas en la última década, mientras las relaciones de Rusia con el resto del mundo iban empeorando tras las guerras en Siria, Crimea y Ucrania. A menudo, se producen justo antes o después de que unas sanciones internacionales entren en vigor.

Andréi Akimovm, de Gazprombank, Yuri Solivev, de VTB, e Igor Shuvalov, de VEB, utilizaron compañías opacas para invertir en villas de lujo en Londres y en Chipre. Herman Gref, director ejecutivo del mayor banco de Rusia (Sberbank) utilizó en 2015 un entramado opaco en Singapur para reorganizar los 75 millones de dólares (68 millones de euros) de un fideicomiso familiar.

Peter Eve, German Khan, Alexéi Kuzmichev y Mijaíl Fridman, los fundadores y dueños de Alfa Bank, son los cuatro beneficiarios últimos de un grupo de sociedades que controlan al menos 1,8 billones de dólares en activos, utilizado supuestamente para “operaciones con instrumentos financieros”.

Una oficina de Alfa Bank en Moscú
Una oficina de Alfa Bank en MoscúAndrey Rudakov (Bloomberg)

Alfa Bank, la mayor entidad no controlada directamente por el Kremlin, fue sancionada en febrero por Estados Unidos y la UE, que aseguran que los cuatro directivos tienen “una relación cercana” con Vladímir Putin. El presidente ruso, según la Unión Europea, “compensó la lealtad de Alfa Group a las autoridades rusas ofreciendo ayuda política para sus planes de inversiones en el extranjero”.

Los Papeles de Pandora revelan que los cuatro magnates, que tienen lazos con sociedades opacas desde comienzos de los años noventa, transfirieron a un “accionista nominal” en Chipre las participaciones de esa sociedad pantalla que utilizaban para “consultoría” y “operaciones con instrumentos financieros” que acumulaba 1,8 billones de dólares en activos. La operación, realizada en 2014 después de que Rusia se anexionara la península de Crimea de forma ilegal, con la consiguiente ronda de sanciones occidentales, permitía que ese accionista constara como el único dueño real en documentos públicos. La compañía, radicada en Islas Vírgenes, se disolvió en 2019.

Contactados por el ICIJ, Shuvalov y Aven han negado que haya ilegalidades en sus operaciones. Fridman, por su parte, ha sido uno de los primeros oligarcas en oponerse abiertamente a la invasión de Ucrania. El resto de banqueros no han contestado a las preguntas.

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