Todo pasa, menos lo que te pasa por encima
A veces las afirmaciones más despreocupadas pueden contener la iniquidad más extrema


Yanis Varoufakis, ese griego que fue un día promesa de la izquierda, anda por ahí diciendo que no niega que Trump sea fascista, pero que, aun así, con él “el mundo está más seguro”. Se queda tan ancho como George Clooney, ese actor con ínfulas de congresista, cuando hace poco afirmó que “esta época pasará, como pasó la administración Nixon”. Dos maduritos con fama de ligones, dinero, pasaportes en regla y la sartén del heteropatriarcado por el mango nos explican que no hay que sentir miedo de que en la mayor potencia cultural del mundo estén dominando el discurso público tradwives provida defensoras de la pata quebrada; tampoco aconsejan preocuparse en exceso si andan por ahí señores con chaqueta metálica deteniendo a honrados trabajadores por ser “illegal aliens”. A veces las afirmaciones más despreocupadas pueden contener la iniquidad más extrema. Un amigo me contó una vez que al regresar de una sesión con un creativo que ahora está en la cima del mundo se quedó impactado por la manera en la que él hablaba a las limpiadoras del espacio que iban a inmortalizar. “Este suelo necesita una mopa”, soltaba al aire, sin fijar los ojos en nada ni en nadie. El sujeto era el suelo, el complemento directo la mopa. Las limpiadoras directamente no existían, aunque estuviesen ahí prestas a trabajar. En inglés, lengua nativa del genio, la cosa era aún peor: había una oración pasiva en la que hasta el trapo desaparecía. Algo así conseguía Ana Mato, aquella inolvidable vicesecretaria general del Partido Popular, cuando decía lo de: “Mi momento preferido del día es cuando veo cómo visten a mis hijos”. ¿De quién eran las lumbares que se inclinaban para encajar los calcetines a los piececitos que caminarían hacia un futuro próspero? Probablemente de una mujer, de un migrante o de ambas cosas a la vez. Siempre son los que invitan a refugiarse en la idea de que “todo pasa” aquellos a los que nunca les va a pasar nada.
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