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Cartas a la directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Mujeres ignoradas en el Congo

Los lectores escriben sobre las recientes masacres en el Congo, la nueva forma de la esclavitud, el encuentro de la ultraderecha europea y el 60 aniversario de un matrimonio

Mujeres que huyen de los ataques de las milicias del M23 en Kishinji, el año pasado.
Mujeres que huyen de los ataques de las milicias del M23 en Kishinji, el año pasado.Hugh Kinsella Cunningham (Getty Images)

Hace unos días hubo una masacre en Goma, en la República Democrática del Congo, donde al menos 163 mujeres fueron violadas y quemadas vivas tras una fuga masiva de presos. Es una atrocidad que clama al cielo. ¿Cómo es posible que, en pleno siglo XXI, estas barbaridades ocurran sin una condena unánime y acciones concretas para detenerlas? Es inaceptable que la comunidad internacional, las organizaciones de derechos humanos y los gobiernos que presumen de defender la justicia permanezcan impasibles ante tanta barbarie. ¿Acaso la vida de estas mujeres vale menos?¿Cuántas más deben sufrir antes de que actuemos? La historia nos juzgará por nuestra respuesta.

Fatima Makhoukh. Cádiz

¿Libertad?

Aunque parezca increíble, la esclavitud no es cosa del pasado. Hoy, millones de personas en el mundo son víctimas de explotación laboral, tráfico de personas y trabajo forzado. Desde fábricas hasta campos agrícolas, pasando por redes de explotación sexual, la esclavitud moderna persiste en la sombra de la economía global. Las grandes empresas y gobiernos deben asumir su responsabilidad y garantizar que sus cadenas de producción no se sostengan sobre el abuso y la miseria. Como sociedad, no podemos ignorar este problema. Es urgente exigir leyes más estrictas, mayor supervisión y protección para quienes sufren esta cruel realidad. La esclavitud no ha desaparecido, solo ha cambiado de forma.

Gabriel Gozalbo Fortuny. Gavà (Barcelona)

La ultraderecha fija posición

Creo que Alberto Núñez Feijóo habrá oído las intervenciones de los dirigentes de la ultraderecha en Europa, reunidos este fin de semana en Madrid, con el líder de Vox, Santiago Abascal, de anfitrión. Una cosa buena tienen y es que hablan claro. Todos ya sabemos su ideario: enemigos de “las élites de Bruselas, del fanatismo climático, la ideología de género” y de la inmigración. Ahora falta que salga de inmediato el presidente del Partido Popular, está obligado, a declarar si está de acuerdo con quien ha gobernado y con quien no le importaría aliarse si lo necesitase para echar a Pedro Sánchez. Tiene que decirnos con toda claridad cuál es su proyecto, su programa y sus compañeros de viaje.

Julio García-Casarrubios Sainz. Valdepeñas (Ciudad Real)

21.900 días

El 12 de febrero será el 60º aniversario de mis padres. Boda de diamantes, la piedra más resistente y, además, su brillo no se apaga. Se pasa del enamorarse —algo que no tiene mérito, te viene como una ola y te tumba— a entregar la vida al ser amado, y eso conlleva esfuerzo y sacrificio. He sido testigo de cómo mis padres han sabido proteger su amor, su ideal durante 21.900 días seguidos. Enhorabuena. Como hijo les doy las gracias y les deseo que sigan diciéndose a diario, con Cernuda: “Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido”.

Ernesto López-Barajas González. Santiago de Compostela (A Coruña)


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