Compromiso político con la salud
Los lectores escriben sobre la falta de material de los centros de investigación, de Muface, de las denuncias de abusos en Instagram y critican que se regalen mascotas en Navidad
Leo con preocupación que el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) no tiene suficientes microscopios. No me sorprende. El hospital en el que trabajo tampoco tiene suficientes escáneres ni adecuado personal para operar en ellos. Las donaciones de mecenas y las aportaciones intermitentes de fondos europeos permiten de vez en cuando reponer estos carísimos sistemas de diagnóstico por la imagen, auténtica columna vertebral de la medicina moderna. Estas reposiciones aisladas resultan insuficientes. Necesitamos más personal y más medios de diagnóstico. Como radiólogo y ferviente partidario de la sanidad pública, me resisto a depender de donaciones aleatorias o fondos ocasionales para atender bien a mis enfermos. No me resigno a la precariedad. Señores políticos y gestores de la sanidad pública, presupuesten conforme a las necesidades de una población que envejece con rapidez. Por lo que más quieran, gasten bien en lo que más importa: la salud.
José María Mellado Santos. Zaragoza
Una oportunidad
He sido empleado público durante toda mi vida laboral y nunca he entendido lo de Muface. Que todos los trabajadores deban estar en la sanidad pública y que precisamente algunos funcionarios puedan elegir entre ella o la sanidad privada es una incongruencia con la que se debería acabar para que los empleados públicos sean los primeros en estar en el sistema público, sin diferenciación con el resto de trabajadores. Ahora se presenta la oportunidad de diseñar una difícil transición que iguale a los españoles en su acceso a la sanidad, y que el dinero y medios destinados hasta ahora a la sanidad privada de determinados funcionarios pasen a reforzar la sanidad pública.
Pedro Ruiz de la Cuesta Moneo. Arnedo (La Rioja)
Denuncias en Instagram
Este fin de semana oíamos en la alfombra roja de los Premios Forqué declaraciones que señalaban y criticaban a las víctimas de acoso sexual por no denunciar en la policía y sí por Instagram. ¿Por qué será? ¿Son tontas o cobardes? Pues no, son realistas y valientes. Quienes critican, seguramente no hayan tenido amigas víctimas de acoso sexual, porque cuando se denuncia, la persona juzgada no es el acosador, sino la víctima. Me remito a casos anteriores en los que la que se queda sin trabajo y pierde toda credibilidad es ella. Las denuncias en redes sociales también son importantes para animar a otras mujeres a denunciarlo, de la forma que ellas quieran. Que el miedo cambie de lado.
Marta Pérez de las Bacas Sánchez. Madrid
Las mascotas no son caprichos
Vivimos en un sistema donde el capricho deshace la empatía. Lo queremos todo. Sin embargo, y más en estas fechas navideñas, no todo vale como regalo. Los animales no son un capricho, ni un punto en la carta de los Reyes Magos. Los animales no se regalan, se protegen. Si estás pensando en regalar un animal a una criatura, no lo hagas. Sus deseos no pueden anteponerse a su bienestar y en eso los adultos somos responsables.
Ana Belén Pérez Villa. Soria
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