El riesgo de regalar animales en Navidad, un capricho que puede acabar en abandono

Las cifras hablan por sí solas. El abandono de animales en España no disminuye. Se mantiene con 288.000 perros y gatos recogidos en los albergues durante el año 2022, de los que el 12% ingresaron debido a la pérdida de interés por el animal, que es la tercera causa de abandono en España. Así lo indica el último estudio del año 2023 de la Fundación Affinity, dedicada a la formación y difusión de los beneficios de la convivencia con mascotas. Regalar animales en Navidad es una de las causas que engrosan esta larga lista de abandonos. “No se trata de una decisión meditada, sino para salir del paso porque el niño quiere. Suele ser el primer animal de la familia y se abandona en Semana Santa o en verano, cuando ya ha crecido y hay que asumir las responsabilidades e inconvenientes de su cuidado”, advierte Ana María Quintas, miembro de la Asociación de Ayuda Defensa y Rescate Animal (ADAYRA): “Quien adopta, lo hace en cualquier época del año; quien regala lo hace en Navidad”.

En el primer caso, según la experta, el animal entra en la familia con todas las consecuencias y de la otra forma, en cambio, se trata de un capricho. Además, esta activista de la protección animal aporta más razones por las que no es recomendable regalar animales en Navidad: “La gente compra por impulso y no sabe lo que necesita el animal. No se plantean que están regalando un ser vivo que necesita una dedicación, como cuidados sanitarios o tiempo”. A la hora de tener una mascota, conviene evitar que haya intermediarios que tomen la decisión. “No damos un animal a quien no vaya a ser su dueño, como por ejemplo el caso de coger un perro para alguien a quien se le ha muerto el suyo y se le quiere llevar otro por sorpresa, porque quien lo recibe puede que no esté en disposición de tenerlo”, advierte la miembro de la protectora de animales.

La época navideña invita a consumir, pero en el caso de los animales puede tener graves consecuencias. “Cualquier compra compulsiva se hace sin reflexión. Por lo tanto, supone poner en riesgo la calidad de vida de un animal que tiene sentimientos y unas necesidades de las que depende de sus dueños para que sean cubiertas, como ofrecerle cariño o tiempo”, asegura Helena Bat, psicóloga especialista en etología y bienestar animal. Regalar un ser vivo en Navidad debe hacerse desde la responsabilidad. “Antes de incorporarle a nuestra familia, hay que pensar en cuáles van a ser las obligaciones y compromisos que vamos a asumir durante los próximos años, como los gastos que conlleva su cuidado”, destaca esta etóloga, que pone el foco en cómo influyen las redes sociales en la compra de animales: “Estos foros virtuales tienen mucho impacto en lo que se decide comprar, pero las redes no nos muestran la realidad, sino una visión idílica, es decir, la parte bonita que, en algunos casos, es pura fantasía. Además, no ofrecen ninguna información respecto a las necesidades de los animales”.

Hay circunstancias que resultan más idóneas para tomar la decisión de tener una mascota. “El momento adecuado es el más estable del año en nuestras vidas, por ejemplo, en febrero o marzo, cuando se tiene una rutina fija que el animal pueda entender para adaptarse desde el primer momento con más facilidad”, recomienda Bat. “Los recursos económicos deben ser suficientes, porque tener un animal conlleva gastos sanitarios, sobre todo al principio”, añade la etóloga.

Lo que hay que saber antes de tener un animal en casa

Buscar información fiable y realista, así como reflexionar, son las bases para evitar sorpresas derivadas de la decisión de regalar animales en Navidad. “Una opción puede ser actuar como una casa de acogida temporal del animal para comprobar de primera mano si se puede asumir su tenencia responsable”, advierte esta experta, que menciona también varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de adquirir un animal recogidas en la nueva Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los animales:

• No se permite la venta de animales por parte de particulares. Hay que acudir a entidades de protección animal donde hay perros y gatos esperando ser adoptados o a criadores registrados oficialmente.
• Los cachorros deben tener como mínimo dos meses de edad para ser vendidos, pero lo recomendable es que estén con su madre hasta los tres o cuatro meses para garantizar su salud física y mental.
• La obligatoriedad de realizar un curso de formación sobre la tenencia responsable del animal, que todavía no está regulado, pero del que se puede obtener información en las clínicas veterinarias.
• El deber de poner un chip identificativo a los animales, además de vacunarlos, desparasitarlos y esterilizarlos.