Cómo prevenir y eliminar parásitos en perros y gatos para evitar enfermedades
Pulgas o garrapatas no solo ponen en riesgo la salud de los animales, sino también la de las personas. Saber cómo eliminarlas de manera correcta y la prevención con collares o pipetas es parte fundamental del cuidado de las mascotas
Las pulgas o las garrapatas no solo extraen la sangre del perro o el gato, sino que también le pueden provocar enfermedades que, además, pueden contagiarse a las personas. Por ello, es recomendable acudir al especialista si se detectan en el animal estos parásitos para asegurar su correcta desparasitación. “Si no se extraen de manera correcta, podría quedarse enganchada la cabeza del parásito, como la de garrapata, y causar, tanto en animales como en personas, enfermedades como la babesia o la ehrlichia, que provocan síntomas como fiebre, escalofríos o dolor de cabeza”, advierte Ana Galán, veterinaria de urgencias en el Hospital Ervet de Alcorcón, en Madrid.
Las pulgas producen una enfermedad conocida como dermatitis alérgica por picadura de pulgas (DAPP). “Consiste en una reacción en la piel debido a la saliva de estos parásitos, que produce mucho prurito. También transmiten parásitos intestinales, como el Dipylidium y el Bartonelosis”, aclara esta experta.
La eliminación de estos parásitos externos debe hacerse de manera correcta para evitar complicaciones de salud en el animal. “Es importante consultar al veterinario para saber qué producto es el adecuado, porque cada caso es diferente. Por ejemplo, a un gato no se le puede poner una pipeta de perro, ya que se puede intoxicar y llegar a matarle”, explica Galán, que menciona también las consecuencias para los canes: “No se le puede poner a un perro de pocos kilos la misma pipeta o pastilla que a otro de más kilos, puesto que también puede producirle intoxicaciones”.
Cuando se detecta que el animal tiene parásitos externos hay que aplicar medidas adecuadas para desinfectar, tanto al perro o al gato como a su entorno. “Conviene limpiar y fumigar el ambiente. Los ácaros sobreviven entre 24 y 36 horas y las pulgas pueden hacerlo fuera de la mascota durante seis meses, porque sus larvas se esconden en alfombras o grietas y son muy resistentes”, explica por su parte Onintza Aguado, directora técnica de la Clínica Veternaria Montepríncipe de Madrid. La infestación del lugar donde vive el animal que tiene los parásitos debe hacerse de manera adecuada. “Hay que usar insecticidas de larga duración para matar a las pulgas adultas; hacer limpieza diaria con la aspiradora y aplicar un tratamiento específico para frenar el desarrollo de los parásitos”, aconseja Aguado.
En caso de que no se pueda acudir al veterinario con rapidez, se puede comenzar a combatir los parásitos desde casa. “Las pulgas se pueden quitar de forma manual con liendreras, aunque va a ser prácticamente imposible eliminarlas completamente. En el caso de las garrapatas, es importante que las retire un profesional, porque puede quedar retenida la cabeza en la piel del animal”, añade la especialista.
Para prevenir la presencia de los parásitos externos (pulgas, garrapatas, piojos y ácaros) conviene utilizar productos específicos. “Se trata de los collares o pipetas. Los primeros tienen una duración de entre seis y ocho meses y las segundas, de un mes. La diferencia entre ambos productos consiste en que las pipetas tienen un efecto más inmediato y también protegen contra el flebotomo, que es un mosquito que provoca una grave enfermedad, la Leishmania”, continua Aguado.
Precaución especial con los gatos
Los felinos son especialmente sensibles al efecto de los antiparasitarios, que mal utilizados incluso pueden poner en riesgo su vida. “Es fundamental que no se les aplique una pipeta antiparasitaria de perros, ya que sus componentes les producen lesiones neurológicas irreversibles muy graves, que en muchas ocasiones les lleva a la muerte”, advierte la veterinaria Onintza Aguado, que explica cómo actuar en el caso de que esto suceda por error: “Es clave retirar rápidamente el producto del pelaje del gato con agua y jabón para eliminar los restos oleosos que tiene el líquido de la pipeta”.
Más allá de pipetas y collares, existen nuevos productos que resultan especialmente eficaces contra los parásitos externos de los perros y los gatos. “Hace pocos años salió al mercado una molécula que revolucionó el control y el tratamiento de pulgas, garrapatas y ácaros. Se trata de unas moléculas llamadas isoxazolinas, que se dan vía oral, por comprimido, o tópica, con pipeta y que tienen una acción prolongada durante 12 semanas”, describe la veterinaria. Este tratamiento tiene varias peculiaridades: “A las ocho horas de su administración se elimina el 99% de las pulgas y a las 12 horas el 100% de las garrapatas. Este producto se administra cada tres meses, es decir, cuatro veces al año”.
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