Esfuerzo por partida doble
Los lectores escriben sobre los trabajos para discapacitados, el futuro de la logopedia en España, el consumo de alcohol y tabaco por los menores y la preocupación por la inmigración
Soy una persona con un 65% de discapacidad mental, funcionario de carrera en el CSIC, y desde siempre he tenido que demostrar el doble que mis compañeros, ya que la discapacidad siempre ha sido un hándicap. En los Centros Especiales de Empleo, con convenios distintos de los ordinarios, veo como mis amigos cobran menos que sus compañeros de profesión. Después tenemos el mensaje de películas como Cuerpo Escombro, donde se da a entender algo tan falso como que si tienes discapacidad puedes pasar por encima de los demás para conseguir un trabajo. La verdad es que no sé si aguantaré mucho más esta situación; podría volver a casa de mis padres y cobrar una pensión no contributiva.
Roberto Jacobo Fraiz Ferreiro. Madrid.
Logopedas, no terapeutas
Como logopeda, me preocupa el rumbo que está tomando nuestra profesión en España. Se promueve un modelo transdisciplinar que en realidad diluye nuestra especialización. Esto no solo invisibiliza nuestras competencias, sino que también perjudica la calidad de la atención que reciben los usuarios. Al final, lo que está en juego es la calidad de vida de las personas a las que atendemos. La logopedia transforma vidas. Ver a alguien comunicarse o deglutir sin miedo, gracias a nuestra intervención, es un privilegio que no puede reducirse a una etiqueta.
Paloma Páramo Boje. Cáceres.
La ley y la realidad
Como persona que con 16 años ha salido de fiesta alguna vez me resulta inquietante la ley que prohíbe el consumo de alcohol y tabaco a menores. Mientras se busca proteger a los jóvenes de los efectos nocivos de estas sustancias, se les permite participar en actividades donde su consumo es habitual. Esta discrepancia debe resultar confusa para muchos adolescentes. Al estar expuestos a entornos donde se fomenta el consumo, muchos se sienten presionados a incumplir la ley. Esa falta de coherencia puede hacer que las normas parezcan irrelevantes.
Aisha Pérez Mernissi. Barcelona.
Preocupado, sí
Comparto con muchos la preocupación por la inmigración: la preocupación por las situaciones que expulsan a los migrantes de sus países, por las muertes en la travesía, por la deficiente acogida y apoyo en España, por el escaso apoyo a la inserción, por la saturación de los centros de acogida, por las actitudes racistas y aporofóbicas, porque muchos se aprovechen de la “irregularidad” para una explotación esclavista, por tantas mentiras, porque quieran desviar la agresividad hacia los más pobres para ocultar las verdaderas causas de tanta exclusión social.
Juan A. Gimeno Ullastres. Madrid.
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