_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Merecer lo que nos pasa

Asociamos el mérito al esfuerzo y al sacrificio y suele pasar que hagan falta las dos cosas para obtener un triunfo. Pero en el fútbol y en lo demás siempre hay alguien que pierde o que empata

Alan Mozo se lamenta tras la derrota de las Chivas en la final de la Liga MX.
Un jugador del Guadalajara mexicano lamenta una jugada contra Tigres, durante la vuelta de la final del torneo Clausura 2023.Francisco Guasco (EFE)
José Luis Sastre

Un equipo estrelló en el palo tres balones y acabó perdiendo por dos goles de diferencia. Después de tanto esfuerzo y tesón, algunas crónicas dijeron de aquel equipo que mereció más e incluso que no mereció la derrota, y pensé en la de veces que usamos esa palabra como si merecer algo garantizara que lo fuéramos a conseguir. ¿Quién decide lo que se merece? El merecimiento se sirve a menudo como el consuelo de los que pierden. Por algo se dice que el fútbol es así, porque te muestra en un partido lo que la vida te mostrará con los años: que con merecer algo no alcanza.

Asociamos el mérito al esfuerzo y al sacrificio y suele pasar que hagan falta las dos cosas para obtener un triunfo o un trabajo: sin formación no hay empleo y sin entrenamientos no hay manera de imponerse a equipos bien preparados. Pero en el fútbol y en lo demás siempre hay alguien que pierde o que empata, porque el fútbol es así.

De manera que no: algunos objetivos no se alcanzan con el mérito porque a menudo concurren también la fortuna, el destino o la mala suerte y puede que tengamos un mal día o que otros, aun recién llegados, lo tengan mejor. Puede, en realidad, que otros sean más buenos y lo merezcan, porque lo de merecer algo no está escrito en ningún sitio ni puede medirse por mucho que esta sea la sociedad que todo lo cuantifica. ¿Quién que se esfuerce merece una derrota o, peor aún, una desdicha? Y, sin embargo, sucede; porque la vida es fruto del mérito y del azar o de ninguna de las dos. A veces la vida es injusta, sin explicación.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Se habla de merecer o desmerecer algo como si todo lo que nos pasa hubiera de guardar una lógica y fuera compensado por una especie de ley universal de la justicia. La verdad más cruda es que esa ley no existe: el karma interviene cuando le apetece y algunas renuncias nunca tendrán recompensa. Eso no significa que no tengan sentido, si habrá momentos en los que serán lo único que nos llevemos: esfuerzos sin resultado. Decepciones, en fin. Decidamos entonces a qué dedicamos nuestros desvelos para que, si el balón nos niega la victoria que creímos merecer, al menos el partido nos merezca la pena.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Luis Sastre
José Luis Sastre (Alberic, 1983) es licenciado en Periodismo por la UAB con premio Extraordinario. Ha sido redactor, editor, corresponsal político y presentador en la Cadena SER tanto en Madrid como en Barcelona. Autor de varios podcasts, ha colaborado en El Periódico y eldiario.es. Es subdirector de Hoy por Hoy en la SER y columnista en EL PAÍS.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_