Políticos sin postureo ni riñas
Los lectores escriben sobre la crispación política, la foto de Javier Milei con empresarios españoles, la campaña electoral mexicana y la inseguridad creciente de algunas ciudades
Cuando el Congreso se convierte en un campo de batalla sin reglas, y los políticos parecen interesados solo en reñir, atacar y tener razón a cualquier precio, terminamos con una sociedad fragmentada, enojada y, a menudo, deliberadamente malinformada, que solo conduce a problemas mayores. El protagonista de Cándido, de Voltaire, viaja por el mundo cada vez más consternado por el nivel de caos y confusión hasta que conoce a alguien aparentemente en paz que le dice que lo único que podemos hacer es cultivar nuestro propio jardín. No nos queda más remedio que cultivar nuestro propio jardín metafórico, y sobrevivir en este entorno tóxico y frustrante lo mejor que podamos. Insto a nuestros políticos a que hagan lo mismo: dejen el postureo y la manipulación, basta de riñas en público. Hagan su trabajo, y háganlo con dignidad, con gracia y con cuidado. Dejen de atacarse unos a otros en una implacable necesidad de tener razón, impulsada por el ego sin importar el costo, porque el costo es enorme y nosotros estamos pagando la factura.
James Rhodes. Madrid
La foto de la vergüenza
En la foto publicada en la portada de este periódico el domingo 19 de mayo aparecen 15 altos empresarios españoles —y todos hombres, claro— acompañando o, más bien, escoltando al presidente argentino, Javier Milei, situado en el centro de la imagen cual líder espiritual y mesiánico del rumbo empresarial. Todos aparecen muy relajados y tranquilos mientras la mayoría de los argentinos vive con angustia la pérdida de derechos laborales y de todo tipo. Una manera meridiana y explícita de blanquear al fascismo diga lo que diga el contenido de la noticia. Una vergüenza, en fin.
Antonia Mota Villaseñor. Villaviciosa de Odón (Madrid)
La campaña en México
Mientras caminaba por Tlatelolco observé la absurda cantidad de lonas políticas con las frases “El cambio ya viene” o “Estamos con el pueblo” acompañadas del rostro de algún candidato. Pensé en la crisis climática que están alimentando. Además, sentí tristeza porque todas aquellas promesas se quedan así, en promesas. De un día a otro, durante los meses de campaña, los políticos recuerdan que existe la ciudadanía y, cuando pasan esas fechas, se cubren los ojos. Ya conocemos las problemáticas, porque las vivimos, pero necesitamos soluciones. Observamos el fuego y necesitamos apagarlo.
Maritza Isabel Hernández. Tultitlán (Estado de México)
Inseguridad
Mientras preparaba un viaje, mi entorno empezó a aconsejarme que tuviera cuidado con ciertas zonas de la ciudad, ya que se ha vuelto bastante peligrosa. La inseguridad es una realidad que hemos asumido con el silencio cómplice de los dirigentes, que miran a otro lado y nos hablan de los peligros de la ultraderecha, el independentismo o la izquierda radical, según les convenga.
Olaia del Amo García. Bilbao
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