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Anatomía de Twitter
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Amor para no dormir

La anulación de la boda de un torero reúne 700.000 reproducciones, 300 retuits y más de 200 comentarios de lo más crueles e insensibles en X

Juan Ortega, en la plaza de Las Ventas.
Juan Ortega, en la plaza de Las Ventas.Alfredo Arévalo
Rebeca Carranco

“Escribo para que me quieran”, dijo el escritor Carlos Zanón. Que se lo robó, sabiéndolo a no, a otro escritor mucho más famoso, Gabriel García Márquez. Además de a miles de personas, que quizá no lo han dicho, pero lo han pensado. O quizá no lo han pensado, pero si se detienen un segundo, se darán cuenta de que a ellos también les pasa. Love is all around, que cantaba Wet Wet Wet. Y más ahora que sube una generación de mujeres empoderadas (los hombres, menos) que no temen admitir que las chorradas del amor les preocupan. Total, ¿qué es el amor si no el motor del mundo?

Disculpen el envite de cursilería prenavideño. Es casi imposible mantenerse a una sana y quirúrgica distancia de los afectos cuando las calles se llenan de luces, las despensas, de turrones, y los niños vuelven del colegio inundando las casas con villancicos. ¿Han emitido ya el anuncio de la lotería? Hasta los más sobrios y espartanos le temen como a una vara verde. Los mismos que todavía sufren pesadillas con el perro Tristón, el peluche sin escrúpulos que hizo llorar a miles de niños en los ochenta para que lo comprasen.

Así que a grandes males, grandes atracones en Twitter. Allí también se habla de amor, pero con otro tono. Una vacuna infalible cuando la voluntad flaquea. “ÚLTIMA HORA. El torero Juan Ortega suspende su boda en Jerez de la Frontera media hora antes del enlace”, tuiteó en exclusiva el Abc el sábado a mediodía. Desde entonces, 700.000 reproducciones, 300 retuits y más de 200 comentarios de lo más crueles e insensibles. “Le da más miedo casarse que un toro de 600 kilogramos”, “Eso sí que es una espantá y no la del Curro”, “Ha sido indultado”…

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La novia —en este caso el novio— a la fuga es un clásico tan clásico que enseguida la polémica ha saltado a otra red social mucho más popular: WhatsApp. “Es humano dudar”, “el toro es una cosa, pero el matrimonio…”, “es casi mejor casarte y separarte al mes”, “pégate la fiesta, hombre”… Y alguna que otra apreciación más que no merece salir de la estricta intimidad en la que fue confiada. “Pobrecillos”, opinan, los más certeros, sobre el palo de anular una boda media hora antes, con 500 invitados, convite pagado, regalos hechos, vestidos y trajes estrenados…

Un infierno, por poco que uno se ponga en la piel de los casi recién casados. Pero eso en las redes sociales ya se sabe que da igual. Deshumanizados y escudados en el anonimato, somos máquinas de matar. Incluso en entornos de Mr. Wonderful. El torero tuvo que cerrar los comentarios en Instagram después de que más de un centenar de personas corrieran a ponerle los puntos sobre las íes a un perfecto desconocido, por muy famoso que sea.

También en Instagram ha saltado la noticia este fin de semana: Rosalía ha dejado de seguir a su ex Rauw Alejandro. La teoría difundida luego en X, sin ninguna base, es que él ha visto las fotos de Rosalía con el actor Jeremy Allen White, se la ha liado, y ella le ha hecho unfollow. Sea como fuere, se agradece un poco de debilidad. Qué menos que dejar de seguir a tu ex. Para la reconciliación y convertirse en los mejores amigos siempre hay tiempo. Ya lo dijo Neruda, con apenas 20 años: “Es tan corto el amor y es tan largo el olvido”. Sobre todo para los fans de la canción Beso, que todavía intentan superarlo.

Nada, en cualquier caso, que no nos cuente machaconamente cada Navidad el clásico de Love Actually. Historias de amor para no dormir.

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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