Fuentes de autoridad
Los medios tienen su agenda, pero se sostiene mucho mejor si la pones en boca de alguien respetado
Les voy a contar un cuento. Los medios tienen su agenda, no engañan a nadie y ustedes saben de sobra reconocerla. Pero esa agenda se sostiene mucho mejor si la pones en boca de alguien respetado. Si quieres criticar el programa económico del Partido Popular difundes unas declaraciones de Joseph Stiglitz. Es de izquierdas, sí. Pero su currículum es apabullante: economista jefe del Banco Mundial, director de la Oficina de Asesores Económicos de la Casa Blanca con el presidente Bill Clinton, director de la Comisión de Expertos para la Reforma del FMI y Premio Nobel de Economía. Si quieres dar a entender que la política económica del Gobierno es mala porque pierde oportunidades de inversión, pues te queda ideal Larry Fink, patrón de BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo. Un tiburón sin muchos escrúpulos, sí. Fuentes de autoridad de libro. El problema es que Stiglitz o Fink solo hay un puñado y no están siempre dispuestos a según qué cosas, por lo que algunas veces tenemos que bajar el listón. Mucho. Hasta el suelo. O pisarlo. O enterrarlo. La vicepresidenta Teresa Ribera usó una bicicleta para recorrer unos pocos cientos de metros y llegar a una reunión de ministros europeos en Valladolid. Ribera quería afear al nuevo alcalde pucelano que plantee eliminar los carriles bici. Sus escoltas la seguían en coche. Los ministros llevan escoltas. El acabose. Algunos medios contaron que Ribera había volado a Valladolid en un Falcon, pero era un bulo y el pobre Borja Sémper tuvo que deshacer el retuit y pedir disculpas. Otra vez, pero va aprendiendo. Seguro que en el próximo no pica. ¿Cómo cuentas la noticia incluyendo el bulo sin ponerte todo pringado? Pues usando, como El Confidencial, una fuente de autoridad. ¿Que no tienes? Como si eso fuera un problema. El digital usó un tuit de Conor McGregor y tituló: “El palo del luchador McGregor al paseo en bici de la ministra Ribera: continúa el ridículo”. ¿Quién es Conor McGregor?, se preguntará usted. Pues un irlandés, amigo de Sergio Ramos, que se dedica a dar puñetazos en televisión y que se hizo famoso por noquear a una mascota de la NBA. El problema viene cuando hasta un McGregor (recuerde, famoso por dar puñetazos a mascotas) tiene más ética periodística que tú y al enterarse que lo del vuelo era un bulo borra el tuit y a ti te deja en pelotas.
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