_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Jueves negro

Esto no es una película ni una denuncia de lo mal que está la sanidad pública. Es la puta vida que, a veces, se te hace cuesta arriba desde muy temprano

Sanidad publica
Prueba médica a un anciano en una residencia barcelonesa.David Zorrakino (Europa Press)
Luz Sánchez-Mellado

Ocho en punto de la mañana. Día de perros en la periferia madrileña. Una pequeña multitud se agolpa en la cola de admisión de una de esas clínicas de barrio donde pasan consulta médicos de aseguradoras y se hacen análisis y pruebas de poca monta. Una señora mayor adorable, de esas con pelito corto tipo casco, raíz gris de mes y medio veteándole el tinte caoba, bolsito en bandolera por delante para evitar descuideros, abrigo de paño abrochado hasta el cuello y bufanda amarradita con nudo soga para no coger frío en el galillo guarda fila de un cuarto de hora hasta que le toca el turno. Entonces, en vez de presentar el volante y la tarjeta de la mutua, como todo el mundo, se pone a contarle su vida a la chica tras la pantalla de metacrilato.

Es viuda, vive sola, tiene cáncer en sus partes, está fatal de la tripa y quiere cita con un especialista. En la Seguridad Social le han dicho que ya no hay solución para lo suyo, pero a una conocida la curó un médico de pago y no quiere morirse sin saber si su pensión le pudiera dar para intentarlo. La empleada, amabilísima, le responde que la primera consulta con el ginecólogo son 100 euros, pruebas aparte, y que si no tiene hijos que la acompañen. Sí, pero viven lejos, trabajan mucho, tienen sus vidas y no les ha dicho nada por no preocuparlos, le responde. La chica insiste en que lo siente muchísimo, pero que es lo único que puede decirle y que, por favor, hable con sus hijos. La señora, ochenta y tantos a ojo, dice que ni pensarlo, pero ni se va ni resuelve y el resto de la cola, una mezcla de ancianos con la carpetilla del historial bajo el brazo y de oficinistas con botecitos de orina y heces en ristre y cara de llegar tarde al curro, empieza a resoplar de impaciencia. Así hasta que la buena de la chica, tras desearle suerte, despacha a la abuelita decretando que pase el siguiente. La siguiente soy yo y no sé dónde meterme. La señora por fin se aparta, coge su paraguas del paragüero y sale al raso con ojos tristísimos sobre la mascarilla de pato. Nadie la mira. Nadie dice nada. Nadie tiene agallas. Esto no es una película. Ni siquiera un artículo de denuncia de lo mal que está la sanidad pública y lo poquísimo mejor que está, de estarlo, la privada. Es la puta vida que, a veces, se te hace cuesta arriba desde por la mañana temprano. Me quejo de vicio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_