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ANATOMÍA TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Tuits multimillonarios

Ricardo Salinas Pliego, el tercer hombre más rico de México, dedica sus mensajes a cargar contra todo el que le cuestiona

Ricardo Salinas Pliego
Ricardo Salinas Pliego, durante la presentación de una aplicación informática de la Iglesia en Ciudad de México.Moisés Pablo Nava (Cuartoscuro)
Javier Lafuente

Lo primero que hizo Elon Musk, que en el fondo es una suerte de alter ego de Twitter, al conseguir el control de la plataforma, fue plantarse con la pila de un lavabo en la sede de la empresa y despedir a una serie de directivos. Me vino entonces a la cabeza un tuit de un buen amigo que recordaba hace poco a Rachel Cusk en Segunda casa, con aquello de que “uno se harta de la realidad y luego va y descubre que la realidad se ha hartado antes de uno”.

El tuitero jefe, como ha querido denominarse Musk, después de semanas haciendo algo que es habitual en Twitter ―prometer algo, lo contrario, comprometerse, echarse para atrás, odiar gente, generar odio― ha asegurado que combatirá el spam y los bots; publicará el algoritmo; readmitirá a los expulsados de la red ―aunque esto suponga una contradicción de lo anterior―; adoptará una política de moderación de contenidos más laxa, aunque esto implique una contradicción con lo anterior y lo anterior de lo anterior; fomentará la suscripción de pago y lanzará X, “la aplicación para todo”.

Habrá que ver cómo se desenvuelven en el Twitter de Elon Musk algunas de las versiones con que cuenta por el mundo. Acá en México tiene al empresario Ricardo Salinas Pliego, a quien no pocos admiran por los mismos motivos que a Musk: tener muchos millones y casi nada de control. Salinas Pliego, el tercer hombre más rico de México, lo que según la revista Forbes equivale a una fortuna de más de 12.500 millones de dólares (la misma cifra en euros), dedica sus mensajes en la red social a cargar contra todo aquel que le cuestiona o le inquiere por ser, en gran medida, racista y clasista.

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El último embate es reciente. Salinas Pliego acaba de pagar 2.800 millones de pesos (unos 142 millones de euros) de impuestos que tenía pendientes con el fisco mexicano. Lejos de avergonzarse, el empresario, dueño de compañías reconocidas en el país, como Banco Azteca, Televisión Azteca o la cadena de artículos del hogar Elektra, optó por burlarse de todo el que le venía en gana o de quien le criticaba por deber tanto dinero a Hacienda. “Salió para pagar con lo que gané acá en el black jack… pero los muertos de hambre #Gobiernicolas y paleros #Comunistas en lugar de estar contentos porque les voy a dar de tragar unos años con esa lana, siguen llorando. ¿Ahora con qué van a joder? Exijo que se ponga a dieta!”, fue uno de los primeros mensajes que escribió Salinas Pliego, lanzando un ataque directo a una senadora de Morena, el partido gobernante, de quien se burla por su peso y a la que llama cenadora.

No le gusta a Salinas Pliego que se le cuestionen sus deudas fiscales, pero lejos de ofrecer alguna justificación o explicación, defiende abiertamente la ilegalidad: “No los entiendo…. Se burlan de mí porque soy billonario y no voy a entrar al cielo (según la biblia), pero sufren, porque en la tierra yo escojo los paraísos fiscales en vez de los infiernos fiscales. Explíquenme, ¿por qué tanto trauma con el paraíso y el infierno?”.

El multimillonario forma parte del consejo asesor del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien lleva por bandera el mensaje de “primero los pobres”. Una relación un poco incongruente, y bastante digna de Twitter, por cierto. Ante los rumores de que pueda querer convertirse en un Donald Trump mexicano y lanzarse a la presidencia en 2024, el empresario ha tuiteado: “No sé de qué alcantarilla está rebosando esta porquería pero sus declaraciones son totalmente falsas, no tengan miedo #Gobiernicolas, yo no tengo necesidad, a mí me sobra dinero y poder, no necesito entrar a la política ni tengo pensado, me dedico a crear empleos y prosperidad”. Ojalá fuese cierto.


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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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