_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Chica mazahua

En México hay 18 millones de personas indígenas, casi el 80% en condiciones de pobreza o pobreza extrema. Fui cruel: le pregunté a la activista cómo hacía para no desalentarse, para no sentir que su aporte era muy chiquito

Una vendedora de artesanía mazahua muestra sus productos en Valle de Bravo, México.
Una vendedora de artesanía mazahua muestra sus productos en Valle de Bravo, México.Alfredo Martinez (Getty Images)
Leila Guerriero

Estoy en México desde hace semanas. Me invitaron a una residencia literaria en la Casa Estudio Cien años de soledad, que funciona en el sitio donde Gabriel García Márquez se encerró a escribir esa novela. Escribo, miro, camino. Hace unos días estuve en Toluca. Allí, a un hotel que parecía salido de la película Barton Fink, un día de lluvia torrencial, fueron a verme Isabel Flota Ayala, una activista indígena del Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), y Carolina Santos Segundo, una chica de la comunidad indígena mazahua, las dos muy jóvenes. Nos sentamos en el bar, completamente vacío. Carolina contó, de manera entusiasta pero con frases institucionales, su trabajo como coordinadora de MeChala, un proyecto dirigido por mujeres mazahua en el que rescatan técnicas de bordado de su cultura y reciben información sobre sus derechos (a no ser discriminadas, a estudiar). Me mostró con orgullo fotos suyas vistiendo el traje tradicional mazahua, fotos del trabajo de las mujeres. En México hay 18 millones de personas indígenas, casi el 80% en condiciones de pobreza o pobreza extrema. Fui cruel: le pregunté cómo hacía para no desalentarse, para no sentir que su aporte era muy chiquito. Yo no sabía, en ese momento, que sus padres, agricultores, no tenían dinero para pagar su educación y privilegiaron la de sus hermanos varones, ni que ella se las arregló para cursar la licenciatura en Comunicación en la Universidad Intercultural del Estado de México, ni que muchos de sus compañeros la despreciaban por “mazagüera”. Pero, aun sabiéndolo, hubiera hecho la misma pregunta. Ella empezó a llorar. Dijo: “Es difícil. Pero lo que pasó no nos pertenece, lo que viene es incierto. El presente es el que nos toca vivir”. Podría parecer un eslogan. Es lo que le permite hacer su trabajo. El mío, a veces, requiere de ciertas dosis de impiedad.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leila Guerriero
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_