Elon Musk y su gran familia ya no quieren Twitter

Elon Musk sí que sabe ser trending topic. Hay días que por varios temas incluso. Esta vez no se trata de una afirmación controvertida, como cuando en marzo desafío a Putin a “un combate individual” por Ucrania, sino que detrás hay 44.000 millones de dólares y nueve hijos.

Primero, el dinero. El dueño de Tesla y SpaceX anunció el viernes pasado que finalmente quiere retirar la oferta para comprar Twitter, anunciada hace tres meses, alegando que se ha encontrado con información incorrecta sobre el número de cuentas falsas que pululan por la red social. Así que se arriesga a pagar una elevada compensación a los accionistas y a que estos le lleven a los tribunales, y quiere desistir en su intento de hacerse con la empresa. Como resume un usuario: “Dijo que quería comprar Twitter sin importar el precio para limpiarlo de cuentas falsas. Ahora dice que no quiere comprarlo porque tiene muchas cuentas falsas”. Y otro le contesta: “Es que no es lo mismo limpiar una red que te dicen que tiene aproximadamente el 5% de cuentas falsas a una que encuentras que puede tener hasta más del 25% de cuentas falsas”.

Miles de tuits opinan sobre ello. “Nunca tuvo una intención seria. Simplemente era hacer un pronunciamiento y todos creyeron en la compra”, afirma un usuario, mientras otro sale en defensa de la decisión de Musk: “Uno puede querer comprar una casa con la intención de remodelarla y cambiar de opinión al ver que no tiene remedio”.

Sea como sea, el culebrón ha dado mucho de sí. Si como parece, acaba en los tribunales, dará mucho más, especialmente porque el multimillonario sigue activo en la red social (la falta de transparencia que esgrime para retirar su oferta no le ha llevado, de momento, a cerrar su cuenta, donde tiene más de 80 millones de seguidores, bots incluidos). Y tampoco va corto de autoestima para decir lo que piensa, como prueba el hecho de que el año pasado llegara a autoproclamarse en Twitter “emperador de Marte” en el contexto de los lanzamientos de naves de SpaceX.

Y eso nos lleva a la segunda polémica reciente: un medio estadounidense publicó que Musk ha tenido gemelos con una ejecutiva de una de sus empresas y que, en total, ya tiene nueve hijos (hay un décimo que murió a las diez semanas de nacer) con diferentes parejas. “Estoy haciendo lo que puedo para ayudar en la crisis de despoblación actual. La caída de la tasa de natalidad es uno de los grandes peligros a los que se enfrenta la civilización”, tuiteó la semana pasada tras conocerse la noticia.

La gran familia de Musk ha generado todo tipo de comentarios. “Por eso Tesla está fabricando camiones”, dice un usuario en tono de broma. Pero la mayoría de las críticas se dirigen al hecho de que muchos no pueden permitirse el lujo de tener tantos hijos (a veces ni siquiera uno) o apelan a los efectos negativos de un mundo superpoblado. A lo que Musk contesta también en la red social que las tasas de natalidad están reduciéndose de forma peligrosa en el mundo y que la población va a disminuir con los años. “Actualmente estamos superpoblados en término de uso de recursos, y la disminución de las tasas de natalidad puede contrarrestarlo”, responde una usuaria.

Recursos no le faltan a Musk, desde luego, para criar a su numerosa familia. Pero, ¿tendrá tiempo para sus hijos? Más de uno se lo pregunta en Twitter. El empresario aseguró hace unos años que pasa con ellos gran parte de las horas que no está en el trabajo. Lo que parece claro que es que esos momentos libres no deben de ser muchos, si es cierto, como él dice, que trabaja de media entre 80 y 100 horas a la semana. Claro que también afirma que es el rey de la multitarea y en 2013 admitió que responde al correo electrónico cuando está con ellos. En los foros de crianza hay una pregunta que ya es un clásico: ¿en el cuidado de los hijos es más importante el tiempo de calidad o la cantidad de tiempo que pasas con ellos? ¿Qué pensará Musk?