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Columna
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Velos para otras vendo

¿Qué coherencia tiene incluir el símbolo del machismo, bandera del islamismo político en una plataforma que se pretende igualitaria?

Fatima Hamed Hossain interviene en el acto organizado en Valencia el pasado sábado bajo el lema "#OtrasPolíticas".
Fatima Hamed Hossain interviene en el acto organizado en Valencia el pasado sábado bajo el lema "#OtrasPolíticas".Mònica Torres
Najat El Hachmi

Hay que reconocerles a los islamistas el mérito de haber conseguido desplazar el sujeto del feminismo en el islam. Antes de que los reaccionarios occidentales inventaran el “feminazi” ya teníamos a teólogos como Tariq Ramadan tachando de islamófoba cualquier crítica al hiyab, suplantando así y escamoteando la lucha por la igualdad. Para no hablar de falta de libertades, de poligamia, penalización del aborto y el adulterio pasamos a centrar la conversación en las mujeres tapadas discriminadas por taparse, impidiendo la pregunta obvia: ¿por qué se tapan? Quienes defendían que esa era una prenda imprescindible de enorme valor religioso pasaron a decirnos que no era más que un trozo de tela. Qué cosas más raras nos pasan a las hembras humanas: de repente un día, sin que nadie nos haya sugerido nada, se nos ocurre cubrirnos el cabello y no dejar que nos lo vea ningún hombre que no sea nuestro marido. ¿De dónde vendrá esa idea tan original?

Así las cosas, el discurso sobre el velo inventado por los integristas ha calado en Europa hasta el punto de negar la realidad que viven miles de niñas y mujeres. Acoso, amenazas, coacción, aislamiento, violencia y expulsión es lo que sufren muchas de las que se niegan a ponérselo. Algunas se dan cuenta de la situación y se rinden a los dictados del patriarcado mucho antes de que empiece a castigarlas. Son las que dicen llevarlo por voluntad propia y pretenden impedir a toda cosa la pregunta que hay que hacerse: ¿por qué nosotras? ¿Por qué solamente las mujeres tenemos que cubrirnos en presencia de otros hombres? Pues por algo muy antiguo y muy machista: somos las mujeres las responsables del comportamiento de los machos porque ser macho es no tener autocontrol.

Ahora hemos llegado al punto de que un grupo de políticas que se dicen progresistas y feministas son capaces de avalar esta forma de opresión incorporando a sus filas a una mujer velada. ¿Qué coherencia tiene incluir el símbolo del machismo, bandera del islamismo político en una plataforma que se pretende igualitaria? Ninguna en absoluto. Como no resulta coherente que las mismas que defienden que ninguna violación se justifica por la forma de vestir de la víctima sean capaces de tolerar esta cárcel textil. Eso sí, la toleran para otras porque ellas no renuncian a mostrar sus relucientes mechas y ondear al viento sus cuidadas melenas.

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