Alta velocidad

Vivimos muy deprisa; el estilo de vida que llevamos o la incapacidad de pararnos a pensar hace que apenas nos demos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. No nos da tiempo a recapacitar sobre lo que está pasando, mucho menos sacar conclusiones profundas. No se trata únicamente de hechos problemáticos o traumáticos, aunque probablemente sean los que más nos afectan, sino que también los episodios, anécdotas o situaciones positivas, divertidas, felices…, se eclipsan y no somos conscientes del beneficio que nos aportan. No las disfrutamos. Hemos perdido el fijarnos en los detalles, en pararnos a reflexionar sobre lo que nos aportan los demás. Hemos perdido conversaciones porque no escuchamos al que tenemos enfrente. Y hemos perdido la capacidad de asombrarnos, solo los niños la mantienen. Ojalá aprendamos a parar y pensar, reflexionar y ubicarnos en el momento que vivimos. Aprender del pasado para afrontar el futuro, cambiando aquello que no nos aporta nada y centrándonos en lo que sí lo haga.

Javier Goya Santesteban. Villava (Navarra)

Esto no puede seguir así

El enfrentamiento continuo, sea por lo que sea, es feroz. La falta de respeto, entre dirigentes, en los medios, en las tertulias, en cualquier aspecto de la vida diaria, perjudica seriamente la convivencia de todos, el funcionamiento de las instituciones y del país en general. La ciudadanía no merece esto. No merecemos una gestión de algo tan grave como la pandemia observando como unos a otros se ponen piedras en el camino. Ni merecemos que los ciudadanos mayores hayan sido tratados muy deficientemente en algunas mal llamadas residencias. Que cese este caos. Sean constructivos. Ténganse respeto y respeten a la ciudadanía.

Ángel Villegas Bravo. Madrid

Contradicciones

Gobiernos autonómicos y jueces enfrentados por las restricciones que se dictan por la pandemia, ya sean limitación de aforos, horarios de cierre o toques de queda. La hostelería es el gremio que más sufre ante tanta confusión. Es absurdo cerrar los bares a las 23.00 si los jóvenes se pueden reunir en la calle para hacer botellón. El Constitucional, por su parte, por un voto de diferencia, resuelve que el confinamiento domiciliario fue una medida inconstitucional en el estado de alarma. ¿Quién nos devuelve la libertad que perdimos? El mensaje es que incumpliendo la ley se gana, pues las multas impuestas a los que se saltaron el confinamiento no se tendrán que pagar.

Martina Pellejero Cuéllar. Zaragoza

Los verdaderamente irregulares

La Ley de Fronteras que viene de presentarse al Parlamento del Reino Unido ilegaliza el rescate de inmigrantes cuando tratan de cruzar el canal de la Mancha. El buque Open Arms pasa más tiempo —por impedimentos jurídicos y burocráticos— en puerto que salvando indefensos de una muerte probable. En Ceuta y Melilla las concertinas siguen lacerando la esperanza, o la desesperación, de la juventud de un Sur que bien pudo ser Norte. Mientras, en nuestra cuadrícula del mundo, dos senegaleses en situación irregular se comen los palos que propinaban a Samuel unos salvajes made in na terra. ¿Y si los verdaderamente irregulares fuesen quienes odian al diferente?

Manuel Suárez Botana. A Coruña

Que cunda el ejemplo

Hay que ver el discurso de traspaso de cartera de la ministra González Laya y su defensa de los “intereses y valores” de España. Contrariamente al victimismo, al escarnio público y a la tibieza que hoy día abunda, la ministra asume responsablemente que “los errores son suyos y los méritos son de tu equipo”. Qué ejemplo de servicio público. Al bajarte del púlpito, Arancha, tú no eres un bicho raro, eres una perla rara.

Ascen Carrasco Rodríguez. Ginebra (Suiza)

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