¿Hay alguien ahí que nos ayude?
Los lectores opinan sobre la independencia de las personas con movilidad reducida, el indulto a los políticos independentistas, la inmigración, el alquiler de viviendas y sobre la enseñanza de valores de igualdad
Estoy convencida de que se puede hacer algo para que el notable número de personas que desgraciadamente padecemos problemas de movilidad podamos disponer de un ascensor que nos permita tener una vida normalizada, un medio que nos evite el aislamiento social y las consecuencias derivadas a efectos de salud física y mental. Conseguir no tener que depender de ayuda cuando la salida es imprescindible, sin añadir el dolor físico asociado a la subida y bajada de escaleras. Hace un año y dos meses se ha presentado al Ayuntamiento de Madrid el proyecto de solicitud de instalación de ascensor en la finca en la que vivo. No hay respuesta. Supongo a un funcionario saturado de trabajo con el expediente sobre la mesa, ajeno a lo que puede cambiar la vida de las personas afectadas con su firma. ¿Hay alguien ahí que nos ayude?
Genoveva Varela Pérez. Madrid
Peligroso precedente
Unos dirigentes se saltan las leyes. Unos jueces les condenan. Un Gobierno se plantea indultarles. Hasta aquí, todo parece funcionar con normalidad. La ley lo contempla así. Pero la pregunta es, tal y como señala el Tribunal Supremo, si es razonable indultar a quien delinquió y no solo no muestra arrepentimiento sino que avisa de que volverá a hacerlo. ¿Qué precedente puede crearse? El Gobierno puede pagar un altísimo precio en votos si no es capaz de explicar los objetivos que pretende conseguir con ese indulto.
Eduardo Costa Bejarano. Lliria (Valencia)
Ceuta, frontera de Europa
Europa no puede mirar permanentemente hacia otro lado. Para consolidar la Unión —social y económica— en el futuro, debería abordarse de forma decidida y conjunta una estrategia diplomática territorial e internacional común y, por supuesto, consensuada. Estamos ante una problemática compleja que se cobra muchas vidas humanas, y que puede convertirse en una fuente de conflictos de mayor calado político y social. Más vale la reflexión y la prevención que la reacción. Ni el Gobierno lo ha gestionado bien ni la oposición ha sido leal. Es el momento, Europa necesita a Europa.
Ramón Puchades Rincón de Arellano. Valencia
La odisea de ser propietario en España
A principios de este mes de mayo, el suplemento Negocios de EL PAÍS publicaba un artículo titulado La odisea de ser inquilino en España. No pongo en duda la información contenida en el artículo ni los problemas que señalaba, pero yo quiero exponer que existe otra odisea, la de ser propietario de un piso en alquiler cuyo inquilino no paga la renta y además realquila el piso por habitaciones, algo que está expresamente prohibido en el contrato de alquiler que firmamos.
Victoria Durana Vilas. Madrid
Profes con falda
He leído la noticia sobre los profesores que han ido con falda a un colegio de Pedrajas para ver si los niños que se habían reído de un compañero se reían también de ellos. Me ha encantado. Solo una cosita: ojo, que no les tomen la medida. ¡Que los niños son muy listos!
Cristina Calle. Villanueva de la Cañada (Madrid)
Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.