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Mabel Deu, vicepresidenta de Ceuta: “La situación sigue siendo insostenible, estamos desbordados”

La también responsable del Área de Menores de la ciudad autónoma pidió espacios para albergar a los niños llegados en masa la pasada semana, pero no se los cedieron

María Martín
Mabel Deu, vicepresidenta de Ceuta, consejera de Presidencia y responsable del área de Menores, este domingo.
Mabel Deu, vicepresidenta de Ceuta, consejera de Presidencia y responsable del área de Menores, este domingo. Javier Bauluz

Ceuta, domingo por la mañana. Casi 300 menores de edad siguen en un almacén de un polígono industrial, decenas han amanecido en la calle y casi 500 han sido trasladados a campamentos de emergencia y lloran por la noche porque quieren volver con sus padres. El teléfono interrumpe la entrevista con la vicepresidenta de Ceuta y responsable del área de Menores, Mabel Deu (Barcelona, 55 años), nada más comenzar. Llaman del gabinete de la vicepresidenta primera Carmen Calvo. Deu responde amistosa, pero firme. “La situación sigue siendo insostenible, estamos desbordados”, anuncia. “Hemos estado hasta las doce de la noche visitando niños y se te rompe el alma. Esto habría requerido de una intervención inmediata del Estado, con la UME [Unidad Militar de Emergencias], con los servicios de protección nacional, porque Ceuta es lo que es”. Tras colgar el teléfono, evita durante toda la entrevista una confrontación dura con Madrid, pero el mensaje subyace: Ceuta pidió al Estado más ayuda de la que ha recibido. “Hemos pedido todas las infraestructuras vacías que la Administración General del Estado tiene en Ceuta y que se podrían haber utilizado para acoger y no se han puesto a disposición”.

Pregunta. ¿En qué momento se da cuenta de que los menores iban a ser la clave de esta crisis?

Respuesta. Bueno, son los menores y los miles de marroquíes que, muchos de ellos manipulados, han entrado en nuestro país. A muchos de estos pequeños, según nos cuentan, les dijeron que iban a visitar Ceuta para ver un partido de fútbol en el que jugarían todos los grandes.

P. ¿Cree que es normal que seis días después de las primeras entradas todavía haya 300 niños en una nave sin duchas, con unos baños inmundos y sin suficientes camas?

R. Hoy [por el domingo] hay en la nave del Tarajal 277 jóvenes, de los que muchos no son indubitadamente menores. Hay que hacer una reseña y hay que hacer una prueba que determine su edad. En cualquier caso, he de contradecir lo que usted me está diciendo en el sentido de que hay duchas, baños y ayer [por el sábado] pudimos comprobar cómo dos empresas terminaban de arreglar y desatascar los servicios. Estas incidencias vienen provocadas porque anteriormente hemos sometido en ese espacio a cuarentena a cientos de inmigrantes que pasaban a nado todos los días y la nave ha acabado destrozada. Tenga en cuenta que miles de ciudadanos han sido albergados en uno solo de los espacios que ha ofrecido la ciudad, cuando Ceuta ha solicitado a las instancias competentes otros espacios de la Administración General del Estado. Nosotros no somos los que determinamos dónde van las personas, nosotros ofrecemos lo que tenemos.

P. ¿Qué han pedido que no se les ha dado?

R. Nosotros ofrecimos los recursos de los que disponíamos y también solicitamos otros espacios como cuarteles. Ceuta es una ciudad, reitero, con 19 kilómetros cuadrados, con unas infraestructuras muy potentes por parte de la Administración General del Estado, dependientes en su gran mayoría del Ministerio de Defensa. También solicitamos poder albergar a los menores en la antigua prisión y en espacios que aún están vacíos de la nueva prisión. Pedimos también capacidad de acogida en el centro de estancia temporal de inmigrantes que hasta el lunes tenía doscientas y pico personas y en el que hemos llegado a albergar hasta 1.000 en épocas de fuerte presión migratoria.

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P. ¿Qué respuesta les dieron?

R. Alguna con la seguridad de que 300 personas iban a realojarse en el centro de estancia temporal y, a las horas, eso no se produjo. Sobre las cárceles y cuarteles nos dijeron que no había disponibilidad por las cuestiones que fuesen.

P. ¿Pidieron la intervención de la UME?

R. Nosotros estamos en estado de alarma dos, que es el paso previo para que se decrete el nivel tres y pueda venir aquí quien tenga que venir. Se ha solicitado en varias ocasiones de forma verbal a las instancias correspondientes que se desplazase la UME y que vengan los servicios de protección civil y de apoyo necesarios para ayudar a la ciudad de Ceuta, que es España. Para que las personas que han entrado aquí de forma masiva puedan estar en las mejores condiciones y que los menores puedan reagruparse con su familia lo antes posible y que Ceuta pueda regresar a la normalidad.

P. ¿Se han sentido solos?

R. El pueblo de Ceuta se ha sentido solo desde un primer momento, porque ver a miles de ciudadanos en unas horas arrasando un territorio, pues hace sentir soledad, impotencia, pena y drama. No sé, son tantas las experiencias vividas y las sensaciones son terribles, terribles. Desde el Gobierno no nos hemos sentido solos porque desde el primer momento se ha dado respuesta, desde Su Majestad el Rey a la visita del presidente del Gobierno y el ministro del Interior. También queremos destacar la rapidez del Ministerio de Derechos Sociales para poner en marcha un dispositivo de reparto de menores, porque Ceuta no tiene capacidad para acoger más de 75 menores y ya albergábamos a más de 240.

P. ¿Cuándo se va a concretar ese reparto?

R. Las comunidades autónomas han ofrecido más de lo que han podido, porque España está sometida a un acogimiento multitudinario de menores en todo el país. Las comunidades pueden acoger a niños que tengamos perfectamente tutelados y con una serie de condicionantes que nos ponen. Unas tienen capacidad para niños más mayores, otras para niños más pequeños. Todo eso requiere un tiempo. No se ha concretado, pero estamos convencidos de que se hará lo antes posible e iniciaremos todos los trámites esta semana.

P. ¿Resuelve la situación el reparto de 200 menores?

R. Lo que resuelve es desalojar casi en su totalidad nuestro centro de protección para poder trabajar con los menores que se queden aquí. Pero reitero que esta situación es diferente a cualquier otra, los menores que han venido tienen un perfil distinto al que estamos acostumbrados. Son niños que iban al colegio, que, en su gran mayoría, estaban cuidados y protegidos por sus padres y que sus familias, en su gran mayoría, quieren que regresen a casa. Es que tenemos miles de llamadas de padres intentando saber de sus hijos que, reitero, vinieron manipulados y engañados. Cientos de padres que no pueden dormir y que se encuentran al borde del infarto intentando localizar a sus hijos e hijas y que quieren que vuelvan a su casa. Esto no es una crisis migratoria al uso, desde nuestro modesto punto de vista. No son menores y jóvenes que vienen a nuestro país buscando oportunidades y una vida mejor.

P. ¿Cómo va a hacerse la reagrupación de los menores para cumplir con todas las garantías?

P. Estamos intentando explicarles la situación porque les oyes decir “me voy a Marbella”, “mañana nos vamos a Bilbao” y no es así. Les decimos: “Tú si quieres volver a tu casa, podrás volver a tu casa y si te quieres quedar aquí, te podrás quedar aquí siempre que tus padres no quieran que estés con ellos”. Entonces, lo primero que tenemos que hacer es localizar a la familia para que sepan que sus hijos están bien. Lo segundo, poner en marcha el mecanismo de identificación y de entrevistas para verificar las condiciones del menor que quiere volver a casa y que sus padres ratifiquen su filiación y demás procedimientos técnicos que exige el procedimiento.

P. El viernes pasado se intentó hacer la primera de esas reagrupaciones en la que se habían seguido todos los formalismos y se frustró. ¿Qué pasó?

R. Se frustró porque en frontera, las autoridades marroquíes preguntaron cuándo había entrado la menor y no sabemos por qué ella respondió que el viernes y no la dejaron volver. Me pongo en el lugar de los padres y yo me habría quedado patidifusa.

P. ¿Le preocupa que Marruecos ponga dificultades para la reagrupación?

R. Claro que nos preocupa. Lo que pasa es que nosotros no podemos actuar en ese sentido. Para eso hay un Gobierno de España. Creemos que en este momento hay que dejar a un lado todas las crisis que pueda haber y centrarnos en una, que es la devolución de los niños y niñas que quieran estar en su casa.

P. ¿Tiene constancia de que se hayan entregado niños a sus familiares de otra manera, fuera del cauce oficial?

R. No.

P. ¿Cuántos niños cree que hay en la calle?

R. No lo sabemos, pero creemos que es un grupo aún muy numeroso. Y esto supone un problema no solo para Ceuta, para toda España y para Europa.

P. ¿Qué es lo que más le preocupa ahora mismo?

R. Lo que más me preocupa es que haya menores que quieran estar en su casa y estén aquí.

P. ¿Cuántos cree que quieren volver? Porque también hay muchos niños que realmente no quieren.

R. Muchos menores y, en particular, jóvenes, no quieren realmente volver porque quieren estar en España, pero no en Ceuta. Por eso hace falta realizar con agilidad entrevistas con ellos porque lo que no puede ser, es que crean la información que tienen: que vienes a Ceuta para mañana irte a Bilbao. Eso no es verdad. Entonces, como muchos menores, indubitadamente menores, y muchos jóvenes tienen una información diferente a la real, lo primero que hay que explicarles es dónde están y qué va a pasar.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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