Conductas delictivas
Los lectores opinan sobre las fiestas clandestinas, el PERTE, la marcha de los jóvenes al extranjero, el ‘caso Nevenka’ y el drama de las personas sin hogar
Leo en la prensa el aumento de los contagios por covid entre jóvenes de 15 a 30 años. Leo que las fiestas y botellones del fin de semana se siguen celebrando. Es evidente que no basta con una simple multita para frenar estos comportamientos, ya que en muchos casos serán pagadas por los padres, si es que llegan a pagarse. Dejar salir a esos individuos para que vuelvan a su entorno familiar, social o laboral sin ninguna prueba, teniendo en cuenta la alta probabilidad de que se hayan contagiado entre sí, es como soltar una probeta llena de coronavirus en un centro comercial, una bomba de relojería. En vez de hacer salir a los participantes, habría que tenerlos confinados durante 15 días para que cumplan la misma cuarentena que pasaría cualquier persona, incluso sana, que viaje al extranjero. Y luego que salgan solo si presentan una PCR negativa.
Enrique Igoa Mateos. Madrid
Mucho por hacer
Seat-Volkswagen se va a beneficiar del PERTE. Me parece fenomenal. Pero también habría que incluir en él y con la misma celeridad a otras empresas ubicadas en zonas más deprimidas de este país. Pongamos que hablo de salvar Abengoa, Alcoa, astilleros varios, etcétera. Que es preciso fabricar las baterías para automóviles eléctricos en Extremadura, donde se extrae el litio. Que hay que abordar la salida a Europa por Canfranc, con medios modernos. Que urge una conexión, también del siglo XXI, Madrid-Lisboa por Cáceres y Badajoz. Pongamos que hablamos de equilibrar este país de una vez por todas. Y, de paso, salvar lo que teníamos y estamos perdiendo.
Gregorio Vergara García. Guadalajara
Los otros emigrantes
Cuando en España se habla sobre la emigración se tiende a verla únicamente como una “fuga de cerebros”. Medios, políticos y opinión pública hinchan el pecho contando cómo exportamos talento: científicos, médicos e ingenieros. La realidad es que gran parte de la diáspora trabaja en empleos menos glamurosos, que se caracterizan por la precariedad y que en tiempos de pandemia se enfrentan a los ERTE o al paro. Es necesario que los planes retorno beneficien también a estos otros emigrantes y que se les dé visibilidad.
Luis Palicio Sanz. Leeds (Reino Unido)
Nevenka
Después de 20 años ya es hora de que todo el pueblo de Ponferrada vuelva a salir a la calle para pedir perdón, junto con el exalcalde acosador, a la exconcejala Nevenka Fernández para que al menos esta chica pueda vivir, de verdad, con la cabeza bien alta. Eso es lo que se espera de Ponferrada.
Vicente Blanes Torreblanca. Villena (Alicante)
Ojos que no ven
Barrio de Chamberí, una imagen que habla por sí sola: un concesionario vacío, cerrado por la pandemia, y en la puerta, al aire libre, una cama: colchón, somier y cabecero incluido. Por el día, vacía; y cada noche, gritos. La voz de un hombre que a la intemperie y en el silencio de la noche se desahoga y maldice al mundo. No cesa. Pero nadie sale al balcón ni llama a la Policía. Nos recuerda que tenemos un techo bajo el que dormir, y eso nos avergüenza, nos incomoda. Dormimos.
Raúl Expósito. Madrid
Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.