_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Toda la verdad sobre Pablo Iglesias

Siempre ha existido la duda de si el líder de Unidas Podemos quería hacer la revolución o ser famoso, y es posible que ni siquiera él mismo lo sepa

Daniel Gascón
El secretario general de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, interviene en un acto electoral de En Comú Podem, este viernes en Barcelona.
El secretario general de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, interviene en un acto electoral de En Comú Podem, este viernes en Barcelona.Lorena Sopêna i Lòpez (Europa Press)

Siempre ha existido la duda de si Pablo Iglesias quería hacer la revolución o ser famoso, y es posible que ni siquiera él mismo lo sepa. Cuando apareció, hablaba de desmontar “el régimen del 78”: es decir, la democracia española. Elogiaba las estrategias comunicativas de la derecha radical en Estados Unidos.

Su lenguaje flirteaba con la violencia. Se mostraba cercano a la izquierda abertzale, comprensivo con los fines, indulgente con los medios. La televisión debía sustituir al Parlamento. Era crítico con la Transición: veía en ella una traición de la izquierda. Reprochaba que ficciones como La vaquilla mostraran que la Guerra Civil fue también un drama humano. Su visión del pasado era curiosamente hollywoodiense, puro kitsch. Estaba en contra de la casta. Defendía una república plurinacional y una dialéctica de amigo-enemigo.

La vida tiene sus paradojas. El régimen del 78 lo ha tratado bien, y el capitalismo nada mal: ahí está en su chalet en las afueras. Él es vicepresidente; su partido ha perdido atractivo y sus viejas reivindicaciones contra la desigualdad carecen de verosimilitud. Tiene escasa influencia en el Gobierno, trabaja poco y mal, y su formación, que quería superar al PSOE, solo puede sobrevivir como hermano pequeño de un Partido Socialista en minoría e incapaz de pactar con el centro y la derecha. Ha repetido los pecados de la casta y ha añadido otros nuevos. Aplastó a la disidencia, muestra personalismo. La gente más cercana a él ocupa puestos importantes: la renovación de la democracia ha terminado en un leninismo con suscripción a Netflix. Su pareja es ministra y su exasesora dirige un periódico dedicado a la propaganda, la mentira y el señalamiento de periodistas críticos. El ministerio, el medio y el portavoz parlamentario de su partido se dedican a esparcir fake news. Se utilizan denuncias falsas para anular voces incómodas.

Se señala la incongruencia de un vicepresidente que dice que su país no es una democracia plena o la afrenta de equiparar a los exiliados que huían de la guerra y la dictadura con un prófugo de la justicia de un Estado de derecho. Pero el sabotaje de la España constitucional y la impugnación de la trayectoria democrática de la izquierda son las dos ideas básicas de Pablo Iglesias, y el presidente del Gobierno lo sabe perfectamente. Es ocioso discutir sobre la verdad de Iglesias. Conocemos lo esencial. Toda la verdad sobre Pablo Iglesias es Pedro Sánchez. @gascondaniel

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_