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Columna
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El rebrote de la covid-19 en Colombia

La segunda ola del coronavirus amenaza al país con un Gobierno desgastado y con unas elecciones presidenciales en el horizonte

Ariel Ávila
El presidente de Colombia, Iván Duque, en una imagen de noviembre pasado.
El presidente de Colombia, Iván Duque, en una imagen de noviembre pasado.DAVID MERCADO (Reuters)

Como en gran parte del mundo, las festividades navideñas en Colombia han sido acompañadas de un rebrote de la covid-19 y el ritmo de la propagación es ahora bastante acelerado. Desde el día de las velitas, el 7 de diciembre, hasta hoy, los contagios han aumentado de forma acelerada y con ello los ingresos de UCI en gran parte del país. Departamentos como el Valle del Cauca o Risaralda, entre otros, ya tienen una ocupación cercana al 100%.

A ese panorama aún hay que agregar los números de Navidad y fin de año, pero es posible que en cuestión de días Colombia esté en uno de sus peores momentos desde el comienzo de la pandemia. Un segundo pico, posiblemente más intenso que el primero. La pregunta es la de siempre, cómo hacer para reducir la presión sobre el sistema sanitario del país y, sobre todo, de las grandes ciudades. Bogotá, Medellín, y varias ciudades de la costa están por encima del 70% de ocupación en camas de cuidados intensivos.

La respuesta es también la de siempre. Las medidas no farmacológicas son tres: cuarentenas o cierres totales, distanciamiento social y lavado de manos, mascarillas y convivencia en espacios con ventilación. Las últimas dos se han venido practicando y promoviendo por la ciudadanía, aunque la relajación es lo que ha marcado el último trimestre del año. Habría una opción adicional y serían las vacunas, pero como se sabe, este proceso, en el mejor de los casos, comenzará a finales de enero o principios de febrero de 2021. Igualmente, para finalizar el año 2021 apenas unos 20 de los 50 millones de colombianos estarán vacunados.

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Por ende, para las próximas semanas queda la opción de ampliar un poco más el número de camas en UCI y, luego de ello, dos posibilidades: un nuevo cierre total o la adopción de una política del sálvese quién pueda. Aunque, para esta última solución hay diferentes niveles o varios tipos de intensidad. La opción del cierre total sería la más adecuada, pero el capital político del Gobierno para adoptarla es mínimo. Dfícilmente el país volverá a encerrarse.

La economía colombiana tiene dos grandes problemas en estos momentos. Por un lado, la crisis económica derivada de la pandemia desgastó a alcaldes y al propio presidente, Iván Duque, por lo que la orden de un cierre podría causar una convulsión social. Por otro lado, la informalidad la que ha venido absorbiendo una parte de los desempleados que está dejando la crisis, así que, esta informalidad no se puede permitir un día de no trabajar. Las opciones de entregar mercados y algunas ayudas monetarias son necesarias, pero está vez no mantendrán la población en encierro. De tal forma que alcaldes, gobernadores y el propio presidente la tienen difícil para tomar una decisión o para impulsar severos confinamientos.

También es cierto que el año 2021 será un año prelectoral. En marzo del 2022 se celebran las elecciones al Congreso de la República, en mayo la primera vuelta presidencial y en junio del 2022 está prevista la segunda. Con estas premisas, si las autoridades deciden cerrar el golpe económico será demoledor y la crisis los tomará en plena elección. Si deciden no cerrar, la cifra de muertos en Colombia podría superar rápidamente los 60.000, según algunas estimaciones, con su repercusión en las urnas. Al final tal vez se opte por medidas parciales y a medias, y se tenga un primer trimestre de 2021 bastante mortífero y con un pico alto de contagiados y fallecidos, pero el descenso se ve lejos al igual que la recuperación económica.

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